Capítulo veintitrés.

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Mina dejó los platos encima de la encimera y volvió hacia la mesa para recoger unos cuantos más. Chaeyoung hizo lo mismo. Nadie habló, retiraron los platos en silencio y actuaron como si estuvieran solos, ignorándose entre sí. La razón por la cual Chaeyoung no dejó que Yugyeom la ayudara fue simplemente por celos. Podía ser muy celosa cuando se lo proponía, y estúpida también.

Tragándose el miedo que sentía Mina hacia su madre, ella se le acercó.

—Mamá.—le dijo.—No me siento bien, ¿Puedo volver a casa?

Jeong gruñó.

—Está bien.—Contestó de mala gana. No le gustaba que su hija se retirara antes de lo planeado, ya que según ella, mostraba mala impresión.—Que Chaeyoung te vaya a dejar con mi auto. Nayeon y yo nos quedaremos un rato más.

Mina solo asintió, temerosa de ganarse aún más el odio de su madre y se despidió. Al subirse al auto los recibió el silencio, Mina miraba por la ventana mientras que Chaeyoung se concentraba en manejar.

Al llegar a casa, entraron y Mina caminó con la intención de subir las escaleras, pero Chaeyoung la cogió del brazo.

—¿A donde vas?

—A mi habitación, quiero dormir.—Sacudió su brazo tratando de que la soltara, pero Chaeyoung no cedió.—Suéltame.

—No lo creo.—Dijo y la jaló hacia la sala principal.—¿Por qué ese tal Yugyeom te estaba coqueteando?

—Le gusto desde hace años, pero no me agrada en absoluto. Por favor tía, no quiero seguir discutiendo.—Le dijo con sinceridad, y es que no quería seguir con eso, que nada más le hacía más daño.

Pero Chaeyoung la ignoró.

—Necesitamos hablar.

—No hay nada de que hablar.

—Por supuesto que sí. Para empezar ese tal Yugyeom no me agrada.

Mina se cabreó.

—¿Y a mi que me importa? Maldita sea tía chaeng, Yugyeom tampoco me agrada ni me gusta un poco por si te lo sigues preguntando. Tal vez yo le guste pero él a mi no.

Chaeyoung al fin la soltó. Mina estaba roja de rabia.

—¿Por qué te comportas así conmigo? Un día te haces la indiferente y ahora, de repente me hablas como si nada.—Le preguntó Mina.

—¿Qué quieres que te diga? Que odio que te acerques a Tae o a Yugyeom, que no soporto la simple idea de que otros idiotas te miren. Mina temo que salgas con alguien a quien le gustes porque eres hermosa y cualquier persona caería rendido a tus pies siendo yo la única que quiere mirarte.—Admitió y ella pudo notar dolor en su voz.—¿Eso es lo que querías escuchar?

Mina se quedó anonadada. Pestañeó varias veces, tratando de analizar bien sus palabras.

—Pensé que estabas enfadada conmigo...

—Lo estaba, pero ya no. Joder Mina, tengo miedo de perderte.—Le confesaba.

—No te entiendo, ¿Por qué me dices todo esto?

Chaeyoung la tomó con brusquedad de los hombros. Por un momento, Mina pensó que él la iba a golpear y cerró los ojos. Pero no pasó nada, por lo que los volvió a abrir. La mirada de Chaeyoung era pacífica y en sus ojos transmitía algo que parecía terror. Y Chaeyoung habló, pero para entonces no estaba pensando con la cabeza, sino con el corazón.

—Porque te amo.

➤Una Tía Sucia | 𝑴𝒊𝑪𝒉𝒂𝒆𝒏𝒈 𝑮!𝑷Donde viven las historias. Descúbrelo ahora