XIII

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Angie:

-Adán...- Intento llamarlo, pero él sigue tirando de mi brazo con fuerza. -Adán...Por favor- Digo realmente asustada.

Se detiene en seco, estamos a un par de escaleras de llegar a su habitación.

-Lo... Lo lamento Angie- Voltea su mirada a mí, sus ojos están completamente rojos -Pero... No puedo- Su voz está temblando.

Adán me abraza, no entiendo el significado de sus palabras, su piel totalmente fría me produce un escalofrío desde la espalda baja hasta la nuca.

-Sube al cuarto, quiero que te encierres... Y pase lo que pase... No abras- Dice él aún bastante asustado.

Me acomoda el abrigo, deja un beso frío y espeluznante en mi frente para perderse por las escaleras.

Intento descifrar sus palabras cuando de pronto el sonido de la feroz lucha que hay fuera del castillo llega a mis oídos humanos. Subo de inmediato a la habitación en dónde hago justo lo que Adán me ordenó que hiciera.

El castillo tiembla, quién sea quien nos ataca, tiene arsenal demasiado fuerte.

Camino en la habitación obscura de un lado a otro, la creciente desesperación en mi pecho me hace estar ansiosa.

-¡Revisen las habitaciones!- Grita alguien en la planta baja de la torre.

Mi sangre se hela... Esa voz... Es del conde Rel.

Adán:

-¿Pero qué carajo ocurre?- Pregunto a mi abuelo quien está corriendo a la entrada sur del castillo.

-Los iluminados... Están atacando el castillo- Dice en forma rápida.

-¿Cómo?- Digo desconcertado.

Los iluminados son un grupo considerable de vampiros de izquierda con ideas bastante revolucionarias para nuestra época.

Pero nunca se habían portado de forma tan desafiante como ahora.

Algo ha cambiado...

-Las catacumbas, las encontraron gracias a los cazadores, intentamos contener el ataque, pero son demasiados y no tenemos muchos guerreros ahora mismo, tu padre los envió a otra parte- Dice mi abuelo.

Entonces es eso... Los iluminados se han unido a los cazadores.

Bastante irónico.

Y también bastante peligroso.

-¿Estrategia?- Pregunto mientras recorro el camino a la entrada sur.

Mi abuelo me mira, sus ojos rojos como el fuego del infierno, su sonrisa retorcida con grandes dientes bestiales.

-Enviar a esos hijos de puta con mis hermanos- Dice él tranquilamente.

Andrew Kylroyan:

-¿Cuántos?- Grito a Issac.

-20 mi Rey, están en la torre del príncipe heredero- Dice Issac con calma. 

Esa torre... Es la torre más vieja de este castillo, sus muros son débiles a comparación con los que construyeron después para evitar el sonido, es una torre que no tiene nada más que un par de habitaciones y una vista privilegiada de los atardeceres.

El Último Príncipe Vampiro #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora