XXVII

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Slova:

-Mi señora- Amaestral entra al comedor totalmente obscuro, la luz del sol aún me lastima. -Tenemos una invitación al baile en honor al primer siglo de vida del príncipe Adán-

Dejo de beber el té y tomo el papel, se siente áspero y la tinta está finamente moldeada con una caligrafía perfecta, las letras se me hacen familiares.

Las ha hecho Andrew.

-Bien... Tienes que ir Amaestral, y en el momento en el que Adán deje a Angie sola, debes darle un presente de nuestra parte-

-¿Se refiere a...?-

-Si, eso mismo-

-¿Está usted segura?-

Asiento levemente.

Gracias a la sangre que pude obtener de Angie, lo pude confirmar.

-Su sangre... Me dio la respuesta, no hay dudas de que es ella... La chica de la que habla la profecía-

-Entonces... ¿Quiere que lo hagamos oficial la noche del baile?-

-Así es-

-Como usted diga-

Agation Marlon:

-Gisel- La muchacha hace una reverencia.

-Ordene, señor-

-¿Adán y Angie han regresado?-

-Si mi señor, pero el príncipe ha salido del castillo-

¿Adán ha salido? Ese joven nunca sale de aquí, y no dejaría a Angie sola, algo extraño está pasando.

-Trae a la princesa Angie ante mí-

Gisel levanta la cabeza, me mira con miedo, intentando decirme algo.

-Gisel, trae a la princesa, ahora-

La muchacha hace una reverencia y sale de mi cuarto corriendo, sabe que no puede desobedecer una orden mía, leo por última vez lo que tengo que hacer para poder hacerle un cambio de esencia a Angie.

Minutos después llaman a la puerta de mi habitación.

-La princesa Angie- Anuncia Gisel desde fuera.

-Pasen-

Gisel abre las puertas y deja que Angie entre a mi habitación.

-Gisel, te espero en mi despacho, voy en unos minutos- Le ordeno a la criada para que se retire.

La muchacha hace una reverencia y sale dejándome con Angie.

-Acércate, querida, no voy a morderte- Le digo a la humana que mira todo con desconfianza.

Angie tiene la cabeza gacha y se acerca con mucho cuidado a mí.

-Como sabrás Angie, no podemos presentar a una humana como princesa- Ella solo asiente -Permíteme darte un regalo, sígueme-

Salimos de mi habitación, Angie camina en completo silencio, puedo oler su miedo.

-Sabes, cuando Adán te encontró, algo cambió, no solo en él, también en el castillo, en las fronteras y más allá de las fronteras-

Angie escucha mientras siento como su respiración se hace más rápida.

Su corazón también se acelera.

-En mí también cambió algo- Me detengo abruptamente, doy media vuelta para encontrarme con los ojos asustados de la humana -Me devolviste la esperanza-

Toco la pared iluminada con una sola antorcha, el sonido de los engranajes al dejar ver la biblioteca privada parece ser escuchado por todos en el castillo, aunque no sea de ese modo.

Entro en el recinto, dejo el Grimorio Dracos en el atril de vidrio al que pertenece.

Solo mis descendientes pueden abrir este lugar.

-¿Qué es este lugar?- Dice Angie mientras observa todo con gran curiosidad.

-Es una biblioteca-

-¿Una qué?-

-Biblioteca, ya sabes, en dónde guardas libros-

-¿Qué es un libro?- Pregunta ella aún con más intriga.

-¿El Conde Rel no te educó?-

Ella vuelve a ensombrecerse, mientras niega con la cabeza.

Suspiro largamente.

-Tenemos mucho trabajo antes del baile, debes parecer una vampiresa de sociedad-

Angie levanta la vista temerosa, escucho el latir rápido de su corazón.

-¿Va... A transformarme?-

-Algo así pequeña-

Tomo la cajita que está sobre el cristal que cubre al Grimorio Dracos del polvo.

-Esto es un collar que intercambia esencias, cuando te lo pongas comenzarás a oler como vampiresa-

Le extiendo la cajita y ella la toma con algo de alivio.

-Lo tendrás que usar un día antes del baile, para que tu olor a humana llegue a desaparecer por completo-

-Gracias, señor-

Palmeo su cabeza.

-Debo regresar antes de que Adán note que no estoy- Dice Angie rápidamente.

-Corre pequeña, no le digas nada a Adán sobre el collar, yo me encargaré-

-Claro- Angie camina a paso apresurado a la salida -Gracias- Dice antes de desaparecer en la obscuridad del castillo.

Me acerco a uno de los grandes estantes que hay dispuestos en esta biblioteca privada.

Muevo un poco el libro sobre leyendas para que la pared se cierre y la biblioteca quede oculta de nuevo, camino hasta el final del primer pasillo y abro la pequeña puerta, me meto por las catacumbas que llevan a mi despacho.

Se abre el librero, Gisel está de espaldas, no va a escuchar nada, me acerco sigilosamente y la muerdo, mi veneno no tarda en infectar su torrente sanguíneo, cae al suelo mientras se transforma.

-Lo lamento pequeña-

En su cuello coloco la otra parte del collar, ahora Angie podrá cambiar su olor con Gisel.

E.

Lamento no estar actualizando tan seguido, pero ahora ya estaré poniendo más atención.

No se olviden de comentar y votar, si tienen dudas con gusto las resuelvo.

Besos.

El Último Príncipe Vampiro #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora