LII

1.8K 231 2
                                    

Atte Moon:

-Nos atacarán-

Demian está histérico, yo simplemente mido las fases lunares de esta noche.

-Es obvio-

Escribo en mi calendario la luna menguante que estoy presenciado, Demian se enfada más por mi indiferencia.

-Pero señor, no somos suficientes para...-

-Calla ya Demian- A veces puede ser un verdadero dolor de cabeza -Vamos a pelear, perdamos o ganemos... Te recuerdo que esta guerra es nuestra, por nuestra libertad, no daremos ni un paso atrás-

Demian agacha la cabeza, derrotado.

-Como usted diga-

Serneous aúlla, su aullido es fuerte y sonoro, uno más dulce y cálido le responde, seguro de su compañera, Laila, la loba que le regalé al líder de los iluminados.

-No tienes de que preocuparte Demian, Angie está de nuestro lado-

Dejo el libro de mis anotaciones, si todo va como lo previsto... En la próxima luna llena le daremos un fin a esto.

-¿Angie?-

Demian se ve bastante confundido, así que palmeo su espalda.

-La respuesta- Le contesto para sacarlo de su confusión.

Adán:

-Mentiría si dijera que no estoy asustado, pero no por lo que me hagan, si no por lo que te pueda suceder, tengo miedo de no estar ahí para protegerte-

No resistí ni una sola noche lejos de ella, el Creador es mi testigo, lo intenté, pero al final me colé por la ventana que Angie siempre deja abierta.

Y ahora estoy entre sus brazos, sin la intención de alejarme.

El aroma de su cuerpo inunda mi nariz, dulce miel olor lavanda... Mi lavanda.

Ha sido difícil no morderla, pero lo resisto lo mejor que puedo... No voy a maldecirla de esta forma, no si puedo evitarlo.

Su piel es tan suave, se eriza a mi toque.

-Déjame ir contigo-

Callo su petición con un beso, Angie posiciona sus manos frágiles y cálidas en mi pecho, se sienta en mis piernas mientras que profundizamos el beso.

-Hay más peligro si vienes conmigo-

Escucho como toma aire con desesperación.

Vuelve a unir nuestros labios, su pijama se desvanece en su cuerpo dándome una vista de toda ella, desde sus muslos hasta el encaje en sus senos, es tentadora la idea de dejarme llevar por esta ocasión, de hacerla sentir humana, de poder llevarla al cielo mientras desaparecemos para convertirnos es un solo ser.

Reconocernos en esta vida... Para poder encontrarnos incluso después de la muerte.

Mi mano sube por su pantorrilla acariciando todo a su paso, ella está más cálida de lo habitual, baja sus besos a mi cuello.

Con mi mano libre bajo su pijama poco a poco, sé que está nerviosa e intento hacerla sentir confiada conmigo.

Beso sus mejillas, acaricio las cicatrices de su rostro, veo las marcas que le dejé en el cuerpo.

Es tan preciosa...

Mi alma, mi ángel... Mi Angie.

-Angie- Ella tiembla en cuanto escucha que la llamo -No podemos hacer esto, te condenarás-

Ella levanta su rostro, sus hermosos ojos me observan brillando.

Su mirada es distinta... Tiene algo juguetón en ella.

Sigue besando mi rostro, la sigo acariciando mientras dejo algunos besos en su rostro y cuello, la aparto de nuevo, no puedo resistirme a ella.

-Si seguimos así... No seré capaz de detenerme después-

Angie se levanta un poco de mi regazo, me mira desde arriba con esa sonrisa suya que me puede poner a besar sus pies.

-Adán... Estoy condenada desde el día en el que me encontraste... No quiero que te detengas-

Dice tirándome en la cama.

E.

El Último Príncipe Vampiro #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora