La sensación de querer despertar invadió mi sistema, así que comencé a moverme de un lado a otro sin desesperarme, me estaba siendo imposible.
—¿Amor? —su voz hizo que me tranquilizara, aunque no podía abrir los ojos sentí como me cobijó y después de dejar un beso sobre mi mejilla se arrunchó a mí como las noches anteriores.
Tratando de regular mi respiración concentremos atención en la chiquita que estaba a mi lado hasta que la pude encontrar en mis sueños.
—Traje un poco de palomitas y tú soda sin azúcar que tanto te gusta —su sonrisa iluminaba la habitación a pesar de lo oscuro que estaba debido a la película que veríamos.
—No hay nada que me guste más que tú, María José —pronuncié viendo como sus ojos se achinaban por la forma en a qué me miraba, sus dientes aún resaltaban en esa sonrisa tan reluciente provocando que mi corazón tuviera descargas eléctricas de todo los que la peli azul le provocaba.
—Eso lo dices hasta que aparece otra curvilínea bronceada—la forma en las que sus expresiones cambiaban me daban ternura, ahora estaba cruzada de brazos sentada en ese futón a mi lado.
—Ni otra, ni otra, ni las que vengan —pronuncie rodeando su cintura con mis brazos para llevarla hacia el respaldo conmigo, —Me importas tú y tú y tú —comencé a tararear una melodía que parecía conocer muy bien y que también a ella le gustaba.
—¿Has pensado en lo que te dije? —aprovechó para preguntar mientras subía sus piernas sobre las mías, aún estábamos sobre el respaldo.
Su pregunta hizo que me desconectara, ¿Qué era lo que me había dicho y por qué no lo recordaba? Se suponía que yo era muy buena para recordar las cosas.
—¿No lo recuerdas? —negué viendo en sus ojitos tristeza, no quería decepcionarla, así que ojalá supiera, —Llevamos toda la semana hablando de eso —gruñó incorporándose para quedar de pie.
—Espera —la detuve recorriéndome hasta la orilla del sillón, —¿Recuerdas lo del accidente? —tras esa última palabra su semblante cambió de forma considerable.
—¿De qué accidente hablas? —regresó a mi lado cerciorándose que me encontrará en buenas condiciones.
—El que tuvimos, amor —su espanto seguía en aumento, parecía que ella no lo recordaba.
—No recuerdo ningún accidente —confesó recargando su cabeza sobre mi hombro.
—Me quedé sin memoria, tú has estado conmigo desde que despertaste en la sala de ese hospital —susurré esperando no alterarla más, aunque ya era tarde.
...
—Y seguiré contigo, mi frutita —un beso sobre mi mejilla hizo que despertara de golpe.
Poché parecía estar sorprendida por la rapidez en la que me había sentado, está vez era distinto a las mañanas anteriores. Había soñado con mi novia, el amor de mi vida y aunque mi sueño estuviera tropezado había enlazado algo con ella, ahora solo me faltaba preguntarle al respecto.
—Buenos días, amor —pronunció ella con cierto tacto.
—Hola, bebé —me lancé a ella para abrazarla y llenar de besos su carita.
—Amaneciste de buenas, ¿He? —sonrió devolviéndole los besos que le daba, de uno en uno, como me gustaba.
—Soñé con nosotras —comenté igual de feliz que al inicio, —Te soñé a ti conmigo y me pareció fantástico poder verte mientras dormía sin ninguna Quimera de por medio—mi sonrisa no podía alargarse más porque le tamaño de mí cara era pequeño, pero si pudiera estaba segura que abarcaría todo lo ancho de la habitación.
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QUIMERA |CACHÉ
FanfictionAccidente automovilístico deja un par de jóvenes gravemente heridas en las afueras de la capital española, aún no se identifican sus nombres ni su estado de salud actual. El vehículo salió de la cinta asfáltica y cayó hasta un terreno adjunto, todos...