41.- CHIAMARANI

3.9K 414 188
                                    

-

Mirar hacia el techo es algo que hacía mucho cuando me encontraba internada en Conxo, recuerdo que podía pasar horas y horas mirando hacia el techo esperando a que se moviera o algo extraordinario pasara. O simplemente lo miraba para que el tiempo se me pasara más rápido y así podría ver a... Poché... más rápido también <Ilusa>

Mirar hacia el techo ahora no significaba más que decepción y confusión con la vida que llevo, ya nada tenía sentido para mí, lo único que hacía despertarme cada mañana era el hecho de pensar que Poché estaba ahí para mí. Ahora la persona que creí era Poché no es, y quién sabe en donde se encuentra mi peli azul en este momento.

La verdadera pregunta es ¿Quiero saber en dónde está? Juro que en otro momento haría hasta lo imposible para salir por estas celdas e ir tras mi peli azul, pero ahora, no encuentro razón para hacerlo. Tengo miedo, miedo de llevarme una última decepción en la vida, y si, aunque sea de quien es supuestamente mi novia, hasta de ella me puedo decepcionar.

Nina <Si es que alguna vez fue real porque aún dudo de todo lo que me ha pasado> siempre decía que las personas son crueles, no le importan tus sentimientos y mucho menos lo que hagas de tu vida, solo les importa su propio bienestar ¡Qué egoístas! y cuanta razón tenía en esas palabras; la verdad es que crees que conoces a la gente y luego la gente te sorprende y te decepcionas de ellos o de la persona que tu mente creía que eran.

La vida no es fácil, de hecho no entiendo porqué la palabra "fácil" es siquiera un concepto existente, lo fácil no es visible en este planeta tierra, lo fácil es un concepto absurdo que ninguno ha experimentado en su vida, lo que es real es lo complicado.

Suspiré como quien se cansa de pensar tanto tiempo en la misma posición, estaba en el punto de mi vida en que no sabía si era de día o de noche.

Podía sentir la mirada de un tipo de la celda enfrente mío, ya lo había observado y tenía la mirada perdida, probablemente fue un asesino y según mi análisis esta no era la primera vez que acababa con la vida de alguien, oigan pero al menos ya tengo un contacto para que me haga el favor ¿no?

—Daniela Calle —Escuché mi nombre a lo lejos antes de mirar a un oficial nuevo que nunca había visto antes acercarse a mi celda, comenzó a abrir la celda con sus llaves para luego esposar mis manos atrás de mi espalda

—¿Qué sucede? —Pregunté sin ánimo alguno

—Tiene una visita —Respondió y mi corazón se aceleró, sabía que se trataba de Madison y había llegado el momento de enfrentarla, ni siquiera me había preparado para todas las cosas que planeaba decirle.

Tomé una bocanada de aire y comencé a seguir al policía, con mis manos ardiendo de lo tallado que había colocado las esposas, entré a la sala y miré alrededor, sin embargo no tardé mucho en encontrar a la rubia con su cabello perfectamente ordenado y su vestimenta tan particular.

Madison me sonreía como si en lugar de estar en prisión estuviera en alguna despedida de soltera por como venía vestida y como me miraba detenidamente.

—No te luce estar arrestada —Dijo como si ese hubiera sido el chiste más gracioso del planeta, yo simplemente la miré con odio queriendo balancearme a golpearla, después de un momento de silencio procedió a hablar —¿Solicitabas de mi presencia?

—Desgraciadamente sí —Respondí con un nudo en la garganta —Tengo solamente diez minutos para hablar contigo así que quiero que vayas al punto y no divagues como sueles hacer

—Cuéntame, ¿para qué soy buena? —Su sonrisa con picardía hacía que mi estómago se revolviera de la ira

—Para engañar, para mentir, para jugar con las personas —Respondí y alzó su ceja antes de cruzarse de brazos

QUIMERA |CACHÉDonde viven las historias. Descúbrelo ahora