Miré por unos segundos a la persona que tenía frente a mí, su rostro lucía tan sorprendido como el mío, incluso podría jurar que ambas nos habíamos tornado pálidas.
Sin poder controlar la desesperación que sentí en ese momento me tiré al suelo para cerciorarme que el cuerpo de quién estaba ahí estuviera con vida; instantáneamente sentí como me sujetaban impidiendo que me acercara.
Cuando estuve nuevamente de pie noté un color rojizo en mis manos, del cual busqué inmediatamente su procedencia. Un charco de lo que parecía sangre rodeaba su cabeza.
Aterrorizada por aquella escena me di media vuelta para sujetar con fuerza el cuerpo de la mujer que tenía a mis espaldas, dejando a flote las lágrimas en mis ojos.
—¿Está viva? —pronuncié apenas pude, sintiendo como ella sujetaba mi cabello en forma de consuelo, —¿Está viva? —repetí alzando la voz, me estaba desesperado por no entender que había pasado y como es que eso había llegado a suceder.
—No lo sé, Calle —respondió con dificultad soltándose de a poco de mí para poder acercarse al cuerpo y corroborar mi pregunta.
La miré tomar una de sus manos buscando su pulso en su muñeca, al no tener respuesta sujetó su cuello, esperando rastro del mismo.
Negó desde el suelo, haciéndome sentir un escalofrío.
—¡Nina! —volví a tirarme sobre ella para llamarla, —¡No Nina, no puedes dejarme! —grité sujetando su rostro, —Por favor, Nina —mi llanto en ese momento fue el más atroz que recordaba haber tenido nunca.
—Amor —apenas Poché me llamó la miré.
—¿Qué pasó?, ¡Dime que pasó! —le exigí sujetando su ropa.
—No sé, no sé —contestó desesperada, —Vino a verme y estábamos por bajar para estar contigo —relató en el momento que sus ojos se cristalizaron, —Venía atrás de ella y solo vi cómo se desvaneció, antes de que pudiera auxiliarla su cabeza se golpeó contra eso, —su mano temblorosa señaló la esquina de un baúl que Kathia tenía dentro del dormitorio en el que nos estábamos quedando.
Y era cierto, el rastro de sangre seguía ese camino.
La observé sujetar su cabeza para esconderla entre sus brazos, también había comenzado a llorar.
—Hay que llamar a una ambulancia —inmediatamente puso su vista en mí y negó.
—No, no puedes —me advirtió impidiendo que tomara el teléfono que estaba sobre la mesita de noche.
—¡Tenemos que hacerlo! —grité nuevamente, todo eso me tenía vuelta loca.
—Calle, acuérdate que nos están buscando —mencionó limpiando las lágrimas de sus mejillas, —Si tú le hablas a alguien muy posiblemente te vuelvan a encerrar en ese manicomio, además todo se podría complicar —sus palabras me habían dejado helada, era obvio que no quería volver a ese hospital, tampoco tendría sentido si mi enfermera estaba muerta, pero no podíamos dejar todo así.
¿Qué haríamos con el cuerpo?, y peor aún, ¿Qué le diríamos a Kathia?
Estaba entrando en crisis de ansiedad misma que se incrementó cuando volví a ver a Nina en el suelo.
—¿Qué vamos a hacer, Poché? —le pregunté volviendo a sentir como mis ojos se empapaban.
—Llamaré a Madison, ella es la única que nos pude ayudar —escuchar el nombre de la rubia esa me hizo tiritar.
—Tiene que haber otra forma, podemos llamar a alguna ambulancia —insistí sintiendo los brazos de Poché rodear mi cuerpo, sin poner algún otro tipo de resistencia volví a llorar envuelta en ella.
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QUIMERA |CACHÉ
FanfictionAccidente automovilístico deja un par de jóvenes gravemente heridas en las afueras de la capital española, aún no se identifican sus nombres ni su estado de salud actual. El vehículo salió de la cinta asfáltica y cayó hasta un terreno adjunto, todos...