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—¿Te ayudo con eso? —Me preguntó Poché sacándome de los pensamientos; había pensado que viajar a Barcelona con mi novia resultaría increíble y tal vez me ayudaría a despejar mi mente de todo ese enrollo de las apuestas, sin embargo, al ver a Madison tomar el mismo metro que nosotras me bajoneó al instante.
Poché sabía que lo había arruinado, lo noté porque siempre que está arrepentida pone la misma carita en la que sus ojos se cristalizan y sus facciones se tornan flácidas; quise enojarme con ella, realmente muy en el fondo quería gritarle mil cosas por haber traído a la rubia a nuestro viaje de ensueño, pero después de perder dinero en juego de apuestas, el problema causado con Taissa y sentirme la persona más insuficiente, molestarme con mi novia era lo último que quería hacer.
—Si, por favor —Dije entregándole mi maleta de mano. El viaje en el metro había pasado más rápido de lo que me esperaba, Poché intentó distraerme del hecho de que Madison se encontraba en los asientos de atrás nuestro y en ningún momento soltó mi mano sin parar de acariciarla suavemente.
—Odio viajar en metro —Se pronunció Kyle mientras sobaba su abdomen y Madison parecía estar muy concentrada en su celular
—¿Nos quedaremos todos juntos? —Susurré en el oído de Poché, su expresión era vacía, como si tampoco entendiera lo que estaba sucediendo
—No lo sé —Respondió algo molesta. Al parecer había hablado algo con Madison en un momento que me descuidé en el metro, no me había querido decir—No te preocupes hermosa, te prometo que nada ni nadie nos va a arruinar este viaje —Continuó antes de plantar un suave beso en mi frente, tomar mi maleta con su mano derecha y con su mano izquierda me sujetó y comenzó a caminar con mucha seguridad, sin importarle dejar atrás a los demás.
Caminamos de la mano sin soltarnos ni un momento, miré a mi alrededor para detallar la hermosa ciudad en la que ahora nos encontrábamos, no recuerdo si estuve aquí en algún momento antes del accidente, pero definitivamente quería permanecer mirando todas las edificaciones góticas que me rodeaban.
—¿Te gusta Barcelona? —Preguntó Poché sonriéndome mientras continuábamos haciendo nuestro camino
—¿Por qué no habíamos venido antes? —Respondí casi sin aliento, esta cuidad era majestuosa y hasta me ocasionaba algo de rabia el saber qué mientras apostábamos en esos juegos sucios podíamos haber aprovechado el tiempo en este lugar desde el principio.
—Las personas visten con mucho estilo, ¿no crees? —Dijo Poché y observé detalladamente a cada persona que pasaba a nuestro lado, algunos con prisa, otros conversando con alguien más y otros simplemente de turistas también, sin perder un solo detalle del lugar.
—Me encanta —No pude evitar sonreír como boba y Poché lo notó
—Quisiera decir lo mismo, pero por más que me guste Barcelona la única que me roba el aliento aquí eres tú, Calle —Sonreí al escuchar esas palabras salir de la boca de mi novia, mi corazón no falló en acelerarse —¡Ven amor, sube al taxi! —Dijo sosteniendo la puerta del taxi amarillo con negro, hasta los taxis me parecían bastante curiosos en esta ciudad.
—¡Hola! —Saludó el chófer sonriéndonos a través del retrovisor
—Al hotel Arts, por favor —Pronunció mi novia rodeando mi nuca con su brazo antes de besarme la mejilla y sonreír —Me encantas, Daniela
—¿Y Madison? —Ignoré su comentario, sin embargo, Poché evadió mi pregunta y se quedó mirando fijamente la cuidad a través de la ventana del auto, Barcelona realmente era arte.
El tipo decidió encender la radio y una canción bastante peculiar comenzó a sonar, conocía ese ritmo e inmediatamente intentaba reconocer la letra también.
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QUIMERA |CACHÉ
Hayran KurguAccidente automovilístico deja un par de jóvenes gravemente heridas en las afueras de la capital española, aún no se identifican sus nombres ni su estado de salud actual. El vehículo salió de la cinta asfáltica y cayó hasta un terreno adjunto, todos...