cap 40

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Ya habían pasado los tres días de plazo que le dio su padre y ahí estaba: dirigiéndose hacia la horca. O más comúnmente llamada la oficina de Alejandro Cabello. En su vida se había sentido tan nerviosa y no era para menos. En sus manos estaba el destino de su empresa. En realidad aún no era suya, sino la de su padre pero no dudaba que con el tiempo se haría cargo de ella y quería demostrarle a Michael que la dejaba en buenas manos. No defraudaría su padre, no lo haría. Aunque tenga que secuestrar a Cabello todo saldría según sus planes.Se detuvo justo cuando el joven que la estaba guiando se detuvo.

- Aquí es señorita. Seguro su secretaria está ahí también, puede pedirle a ella que la contacte con el señor Cabello.

- Muchas gracias.

- De nada.

Se paró frente a la gran puerta que tenía delante suyo y tocó, pero nadie contestó. Espero unos minutos y luego se atrevió a entrar. Cuando lo hizo se topó con un gran escritorio con muchas cosas en él y una puerta algo grande –aunque no tanto como la que acababa de cruzar- al lado derecho de este. Dedujo que seria el escritorio de la secretaria de Alejandro pero ella en ese momento no se encontraba. Se extraño que no hubiera nadie. Entonces decidió que debería presentarse ella sola ante el señor Cabello. Estaba a punto de tocar cuando escucho un gemido extraño. Al principio se sorprendió y su mente imaginó una y mil situaciones pero cuando volvió a oír el mismo sonido supo que no era un sonido que se hiciera en cualquiera de las situaciones que ella y su mente tan pervertida se imaginaron. Lo único que atino a hacer fue entrar lo antes posible y cuando lo hizo barrio toda la habitación con su mirada, dándose cuenta que frente a ella estaba Alejandro Cabello, completamente de pie frente al gran ventanal de su oficina y con una pistola apuntando hacia sí mismo. Más precisamente hacia su propia cabeza.

Lauren apenas podía creer lo que sus ojos veían y fue la sorpresa lo que le impidió actuar rápidamente. Más, dos segundos después lo único que hizo fue correr hacia el padre de la mujer que amaba para intentar quitarle el arma con la cual pensaba terminar con su vida.Cinco segundos después se oyó un disparo proveniente de la oficina del gerente general de Cabello Asociados S.A.En ese mismo instante María, la secretaria de Alejandro Cabello, ingresaba a la ante oficina de su jefe, luego de haber regresado de cumplir una orden dada por este. Al cerrar la puerta principal y oír el ruido provocado del disparo se quedo paralizada sobre el lugar donde se encontraba.Solo segundos después sintió como tocaban apresuradamente la puerta de la cual ella aun no se movía y sin darse cuenta abrió. Se encontró con cinco hombres de la seguridad de la empresa que la miraban como esperando que se quite para poder ingresar.

- Qué sucedió? Oímos el ruido de un disparo y... -fue interrumpido por el grito de la joven Jauregui que salía apresurada de la oficina de Alejandro.

- Una ambulancia! Se está desangrando! Apresúrense! –gritaba Lauren a las seis personas que estaban mirándola como si ella estuviera loca.

No era para menos ya que Lauren estaba con la blusa manchada de sangre y era una total desconocida en la empresa. Así, uno de los custodios se apresuró a inmovilizarla, otro tomo el teléfono para se apresurarse a llamar a la ambulancia y los demás ingresaban a la oficina del señor Cabello.

- Que demonios le sucede?! Quitenme las manos de encima!

- Señorita usted queda bajo custodia hasta esclarecer qué sucedió.

- Cuando se entere que sucedió usted será el primero que debe esclarecer cómo demonios me está tratando! Le salve la vida al señor Cabello y esto es lo que recibo a cambio!

- Suéltala León! El señor Alejandro se acaba de desmayar pero antes aclaró que la señorita le salvó la vida –dijo uno de los custodios que salió de la oficina-. Liosha, esa ambulancia! El jefe está perdiendo mucha sangre!

Amarte asíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora