cap 50

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Era cierto estaba aterrada. Los sucesos se habían dado tan rápido que apenas y había podido tener tiempo de pensar que haría y como seria. Simplemente saber que podía tener una segunda oportunidad con Lauren la emociono al inicio, pero cuando empezaron los preparativos se había dado cuenta que todo lo que un matrimonio implicaría. Sintió los brazos de su madre tan cálidos...como los había necesitado sentir desde hacia mucho y no pudo menos que sentirse mucho mejor.

- No te preocupes mi amor, aquí estoy. Y cualquier decisión que tomes, hija, yo te apoyare.

- Gracias mamá.

- Todos nos sentimos así cuando se acerca la fecha, créeme.

- Si?

- Yo me moría de miedo, créeme. Siempre he adorado a tu padre pero me asustaba no hacer las cosas bien. No se...como ideas tontas de si era tu padre el indicado, a pesar de cómo te digo sentir amarlo mas que a mi vida. O si tal vez en algún momento alguno se arrepentía. O como cuando pensé si seria yo la adecuada para Alejandro...Dios, hija! Tantas cosas.

- De veras? –sintiéndose tan vulnerable en aquel momento.

- Si, no te preocupes cielo. Se que serás muy feliz con Lauren, lo se. Siempre las ha querido, verdad?

- Si.

- Ella también te quiere, no lo puede ocultar cuando te mira –acariciando su rostro.

- Tu crees? –con los ojos muy abiertos.

- Si, claro. Porque tanta inseguridad, mi niña?

- No lo se. Jajaj creo que me puse un poco tonta.

- Ay, mi pequeña. Ya te casas...recuerdo que fue ayer cuando la enfermera te puso en mis brazos...lloraste poquito al nacer.

- Si, siempre me lo cuentas.

- Lo que jamás te dije es que desde ese momento supe que serias muy especial, mi niña. Había algo en tu mirada que no se...me decía que tu ibas a ser una personita única. Muy importante. Y hasta ahora no me he equivocado. Lauren es muy afortunada por tenerte.

- Gracias mamá! –y la abrazo nuevamente.

Minutos después ambas salían de la tienda hacia la siguiente para seguir arreglando los detalles de la boda. Pero Camila seguía carcomiéndose por dentro mientras se preguntaba como seria la vida que llevaría con Lauren una vez casadas.

El techo de su habitación siempre le daba la solución cuando de pequeña había tenido problemas. Pero esta vez parece que al dejar abandonada tanto tiempo su habitación al irse a vivir sola, su sabio consejero se rehusaba a compartir algo de su ancestral sabiduría con ella: estaba resentido.

- Vamos, con el otro –refiriéndose al techo de la habitación de su departamento- no llegue a tener mucha amistad.

Pero seguía sin responderle.

- Que resentido eres.

Definitivamente aquel no era su día. Había tenido un día horrible. Primero Marcus, luego su padre y solo para dar el golpe de gracia su madre la había hecho recorrer cielo, mar y tierra buscando algo adecuado para su boda. Por fin había logrado encontrar algo adecuado y gracias a todos los santos tenían uno de su talla en almacén. Así que había pagado a la velocidad de luz y había arrastrado a sus padres hacia la salida para poder regresar a su casa a descansar. Michael había logrado encontrar un traje de acuerdo a lo que quería Clara muy rápido, por suerte había conseguido su aprobación, y no había tenido que soportar mucho tiempo la presión de la madre de Lauren para escoger algo. Estaba agotadísima! Tenía la sensación que al día siguiente no iba a poder ponerse de pie.

Amarte asíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora