Actualidad.
Le encanta intimidar a sus alumnos.
Le encanta pasearse por las mesas, revisando, preguntando quién ha hecho la tarea que mandó la clase anterior, o quien lo ha copiado cinco minutos antes de entrar a la clase. Diez minutos antes si había más actividades que de costumbre.
- ¿Lo has hecho? - Mira a los ojos a Sullivan. Uno de los que lo hace cinco minutos antes de entrar. - Podrías sustituir a los ordenadores escribiendo así de rápido. - El pobre alumno asiente nervioso, los alumnos le ríen la gracia, les ofrece una sonrisa burlona y pasa al siguiente. Dos mesas enfrente de mí.
- Yo sí lo tengo señor Michaelson. - Le da la libreta repleta de palabras.
- Bien. - Me mira.
Los dos próximos sabe de sobra que lo hacen siempre. Nunca fallan. Ni si quiera cuando están enfermos. Incluso una semana antes del examen se lo recuerdan cada día. Son de insufribles.
Pasa directamente a mí y tengo que hacer un gran esfuerzo para no morderme los labios mirándolo. Sabe perfectamente que hago los deberes. Es más, él mismo me ayuda a hacerlos.
- ¿Señorita Daniells? - Niego una sola vez con la cabeza. - ¿No? - Dice sorprendido. - ¿Cuántas veces van ya esta semana? - Se apoya en mi mesa, sin pasarse, solo dándome una rijosa advertencia. - ¿Dos? - Niego mordiéndome el labio. - ¿Tres? - Sus penetrantes ojos verdes hacen que pierda el hilo de la conversación. Asiento sin haber escuchado su pregunta. - No me obligue a ponerle deberes extra. - Susurra en mi oído antes de levantarse y seguir revisando los deberes de los demás alumnos.
Sí es que lo dejo.
- ¿O qué? - Pregunto mirando a la pizarra que tengo enfrente. La clase entera se queda en silencio tras el aullido.
- Ponme a prueba. - Coge sus manos por detrás de la espalda. Sonríe con maldad.
- Si no hace el deber normal, hará el extra. - Ya va doña perfecta.
Me tiene un asco que no puede con él. Le tiene la vista echada a Hugo, Hugo pone toda su atención en mí y no me traga. Mientras no se huela nada.
- Menos aún. - Contesto sin mirarla. ¿Para qué?
- Si tú tampoco lo has hecho Heather. - Le espeta Tyler.
Le sonrío y me devuelve la sonrisa.
Hugo dice que está pillado por mí, y a mí me trae sin cuidado mientras no se sobrepase conmigo y Hugo tenga que cantarle las cuarenta. Aunque tendrá que aguantarse si quiere preservar el puesto de profesor.
Heather lo mira con los ojos como platos. No, no lo ha hecho.
- ¿Es eso cierto Aldrich? - Asiente de la misma forma que yo cuando acierta lo que quiero en casa. Qué ostia tiene la tipa esta.
- ¿Va a castigarme profesor? - Lo provoca. Pero qué cara más dura tiene.
Hago un enorme esfuerzo para no llamarla de p**a para arriba.
«Sí, pero no como a mí, perra nauseabunda.»
- Eso quisiera usted. - Da una palmada zanjando el asunto y todos ríen su comentario. - Basta de tonterías. A dar clase. - Me mira sentándose en su silla negra.
Le sonrío. Me temo que Heather se huele algo entre Hugo y yo. Tendría que ver más esa forma tan sospechosamente cercana con la que me trata y esas indirectas que suelta delante de todos. Sé por experiencia televisiva lo que puede pasar si lo pillan.
Llegan los veinte minutos de descanso que apenas nos da para comernos la merienda y hablar los últimos cinco minutos de vuelta a la universidad. Han pasado ocho semanas desde que empezamos una relación más estrecha que profesor - alumna y Hugo está conmigo que no da crédito. No sabía que pudiera gustarle tanto. Ni de esa forma tan intensa.
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Amando A Hugo © [Profesor vol. 1] |COMPLETA|
RomantikMuchas de las veces que pensaba en él, deseaba no haberlo conocido jamás. Deseaba no haber pisado nunca aquella universidad. "Ve a la universidad". Decían. Aquel lugar me enseñó la peores y las mejores lecciones de mí vida; me hizo ver lo fuerte que...