Capítulo 2.

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Valentina Aguilar.

Después de una noche loca, celebrando los tres meses de relación con Mateo, salimos del club nocturno, caracterizado por ser la nueva sensación del lugar, es un estilo cabaret, música de todo tipo, luego algunos trasvestis haciendo show y finalmente gogos.

Eran las seis de la mañana, me siento bastante borracha, saqué el celular y le marqué a Victoria, tiene mucho que no la veo y por alguna cuestión, creí que era buen momento para llamarla.

- ¿Vic?

- ¿Val? ¡Diablos! ¿Qué haces tú aquí? – la escuché decir.

- ¿Dónde mierda estás?

- No lo sé, creo que estoy alcoholizada aún, ven por mí. – escuché como discutía con alguien, un momento de silencio y luego una desconocida hablo.

- Hola, tu amiga está en Bar Vader, búscalo en el mapa, date prisa por favor, en serio tengo que dormir.

Apenas dijo y colgó, vaya Victoria, no imaginé que fueras, amm así.

- ¿Todo bien?

- Si amor, es sólo que Victoria está con una mujer, en un bar llamado Vader.

- He escuchado del lugar, es bastante tranquilo, ¿quieres que vayamos? – preguntó.

- SI amor.

Condujo por varias calles, hasta que finalmente visualice el lugar, creo que el mismo estrés había logrado que la borrachera disminuyera, bajé a prisa a la par que la puerta del piloto de una camioneta negra, se abría.

- ¿Valentina? – preguntó una chica, que se acercó a mí, con un cigarro en mano.

- ¿Quién eres?

- Da igual, tu amiga es un asco, deberías llevarla por un café o algo.

- ¿Qué le hiciste? – le pregunté al rodear la camioneta y abrir la puerta, Victoria estaba dormida y muy ebria.

- Ella solita lo hizo, no dejo de balbucear el nombre de Sara. Bueno, ya que está a salvo, fue un placer señorita.

Se subió al coche y arrancó a toda prisa, subimos a Victoria al coche, espero que no le haya echo daño, aunque de haberlo hecho, no creo que se hubiera quedado a esperarme. Conduje hasta su departamento, la metí a duchar y luego la obligué a beber un café bien cargado.

- Amor, creo que las dejaré a solas, tengo que ir a bañarme y luego ver a mis padres. – dijo Mateo, me acerqué a él y lo besé, luego partió.

- ¿Qué pasa contigo? – le dije a Victoria, cuando al fin, tenía un poco de conciencia.

- No grites Val, me duele la cabeza.

- Mira tu departamento Victoria, está no eres tú.

Dije viendo el desmadre del lugar, botellas de cerveza en las mesas, en cada sofá, un cerro de platos en el lavabo, algunas prendas de ropa tiradas y colillas de cigarro amontonadas en un cenicero.

- ¿Ahora fumas? – pregunté molesta.

- Relaja mucho. – sonrió.

- Mierda Victoria, sé madura por favor, dije que lo diría, pero odio ver cómo te estás destruyendo.

- ¿Qué me dirás?, bastante tengo con mis padres Valentina, tú no por favor. – se echó hacía atrás.

- ¿Esto es por Sara? – le pregunté viéndola a los ojos y vi como su mirada cambió. – Victoria, sé que lo que ustedes tuvieron fue especial y el que haya terminado, no quiere decir, que ahora tú debas terminar contigo.

Una última vez...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora