María José.
Di media vuelta, tomé a Victoria de la mano y subimos al coche, prendí la música a un volumen considerable, de ese que le indica a tu copiloto, "cállate y disfruta el viaje". Llevaba la mano en la palanca de velocidades y tener su tacto sobre mi mano, me hizo recobrar mis pensamientos, giré para verla y me sonrió.
Llegamos a casa, comienzo a creer que es mala idea estar aquí, cuando veo el coche de Gabriela varado justo enfrente.
- ¿Qué sucede?
- Creo que es mala idea, ¿quieres ir a beber algo a otro lado? -le respondí.
- ¿Viste a alguien? -preguntó desconcertada.
- No, es solo que mi hermana y yo, no tenemos buena relación.
- Sabes, no sé bien lo que sucedió, pero de algo estoy segura, tu mamá se ha esforzado mucho por ti, ella sabe perfecto que está cena es para ti, y aun así vino. ¿No es una buena señal?
- ¿Tú crees? -pregunté nerviosa.
- Vamos María José, eres una Covarrubia, ¿no? -extendió su mano y la tomé.
Bajamos del auto, luciendo esos vestidos brillosos y toqué a la puerta, mamá abrió, instantáneamente se dibujó una sonrisa en su rostro.
- Pensé que no vendrías, ya es muy tarde, incluso empezamos a cenar. Te vez hermosa hija -me abrazó.
- Gracias mamá, aquí traigo algo para estar más casuales -mostré la mochila.
- Bienvenida señorita -le dijo a Victoria.
- Gracias señora Covarrubia, tiene una casa hermosa.
- No tanto como tú, no sabía que ustedes dos -sonrío.
- No mamá, no es lo que piensas -la interrumpí.
- No tienes que mentir, quiero que te sientas cómoda -tomó mis manos. – Vayan a cambiarse por favor y no tarden, creo que todos te esperan impacientes
- ¿Todos?
- Ya sabes a lo que me refiero, anda ve -desapareció por el pasillo. Giré para ver a Victoria que sonrió y me hizo una cara.
- ¿Qué?
- No me dijiste que debía traer algo más -señalo la mochila.
- ¿No?, bueno lo siento, ven.
Subimos por las escaleras, paso a paso, no quería agitarme y arruinar la noche con un ataque de respiración, que raro se siente estar aquí, estoy parada frente a la puerta de la que alguna vez, fue mi habitación y recuerdos bombardean mi mente, siento un leve toque en la espalda, giro y Victoria sonríe, cruzamos la puerta, jamás imaginé que mi ex habitación, se vería como mi habitación aún, tantos recuerdos, me acerqué a la cama, que tenía la sábana café que tanto amaba, abrí los cajones del mueble, y saqué una playera negra, con el estampado de Guns N'Roses y la olí, huele delicioso. De esos olores que te dicen, "el tiempo no ha pasado", pero la verdad es que sí, el tiempo no se detiene.
- ¿Está todo bien?
- Si, es solo que..., volver, me hace recordar cuanto echaba de menos este lugar.
- ¿Te fuiste hace mucho?
- Hace tanto que ya no lo recuerdo -abrí la mochila y saqué un vestido con estampados diminutos. - ¿Crees que te quedé?
- No. Es tuyo, cámbiate, yo seré la chica rara de la fiesta, en el buen sentido claro -reímos.
- No hace falta, creo que tengo unos jeans aquí y en serio, extraño ponerme esta camiseta.
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Una última vez...
Teen FictionSi amaste a María José Covarrubia y Victoria Pedrero. (Sin límites y De 0 a 360 grados antes de... María José Covarrubia), no podrás dejar de leer esta increíble historia. Amor, odio, traición y mucho drama.