María José.
Salimos de la sala, Victoria no dice nada, pero sigue aferrada a mi mano, caminamos hasta mi oficina, cerré la puerta y cuando reacciono, soltó toscamente mi mano.
- Lo siento, ¿qué fue eso?
- ¿Qué fue qué? -me senté.
- ¿Porque hiciste eso?
- ¿Darte los méritos por tu trabajo?, Victoria tu hiciste todo, así tenía que ser, además sabes, Susana sería mi sucesora por orden organizacional, no iba permitir eso, menos después de que ella fue quien me envió al hospital.
- ¿Qué? ¿Qué estás diciendo? ¡Lo sabía! ¡Perra! -expresó sin pudor.
- Bueno Susana si sabe el concepto de ser una ex, ya sabes todos dicen es una perra, es una imbécil, pero no, ella en serio que lo es -reí.
- Pero en serio, ¿por qué lo hiciste? – se sentó frente a mí.
- Tu pregunta aplica exactamente igual que la mía, ¿por qué lo hiciste?
- No lo sé -se encogió de hombros.
- Yo tampoco -reímos.
- Me voy, tengo que atender las llamadas -se puso de pie, dio media vuelta y abrió la puerta.
- Victoria -giró. - ¿Te gustaría acompañarme mañana?
- ¡Claro! -respondió.
- Ni siquiera dije a donde.
- Da igual, sé que será divertido.
Se esfumó por la puerta, me encanta su forma de ser, después de analizarlo, creo que es por el simple, pero grandioso hecho, de que ella, me recuerda tanto a mí.
Llegué a casa muy tarde, había sido literal, un viernes de locos, me siento agotada, al menos el pecho me ha dejado de doler, y ahora que lo pienso tengo varios días sin un cigarrillo en la boca o alcohol en la sangre, bien por mí. Victoria se había molestado por no dejarla acompañarme, pero creo que era urgente que se fuera a casa, sobre todo porque al salir de mi oficina, la encontré dormida sobre el escritorio, en serio me reí.
Tomé el ascensor y subí hasta mi piso, llegué hasta mi puerta, cuando Irena se asomó en su departamento.
- Hola.
- Irena ¿Qué sucede? -se veía muy mal, fui hacía ella lo más rápido que pude.
Su piel estaba rara, sus labios se ven desquebrajados, la veo sudorosa y agobiada, entró a su apartamento, veo fotos de sus padres por todos lados, cajas de medicamentos en la mesa, pero lo que más me angustia, es su estado físico.
- ¿Qué pasa? -apenas pregunté, se soltó a llorar.
- Te hice caso, volví, prometí que lo intentaría...
- ¿Y? Eso es bueno ¿no?
- Me hicieron tomografías, resonancias y finalmente una biopsia.
- ¿Y qué sucedió?
- Estoy plagada de cáncer, no hay nada que hacer...
En la habitación, solo se escuchaba el sonido de nuestras respiraciones y el tic tac, del reloj.
- Tranquila, no tienes que decir nada -me tomó de la mano.
- Irena, no te dejes vencer cariño.
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Una última vez...
Teen FictionSi amaste a María José Covarrubia y Victoria Pedrero. (Sin límites y De 0 a 360 grados antes de... María José Covarrubia), no podrás dejar de leer esta increíble historia. Amor, odio, traición y mucho drama.