Capítulo 34

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Victoria.

Volvimos a la ciudad, para ser exactas hicimos una parada estratégica por Bar Vader, Keyla no estaba y era perfecto, porque quiero platicar con Covarrubia, a solas.

- Una cerveza por favor -le dije al chico.

- Lo mismo -dijo ella y él se marchó.

- Perdona que lo pregunte de nuevo, pero..., ¿puedes beber?, solo quiero que estés bien.

- Una cerveza es ninguna, tranquila. Cuéntame algo de ti.

Es curioso porque las personas pueden inspirarte confianza con el tiempo, con acciones o con el día a día; pero con ella fue diferente.

- Sabes, recuerdo cuando vi aquel periódico hace tiempo, leí sobre la increíble María José Covarrubia -dije con énfasis-, una mujer increíble, desde ese momento tú dejaste una espinita dentro de mí.

- ¿En serio? -reía tierna.

- Sí, y luego me volví tu compañera de borracheras justo aquí, tu asistente, tu amiga y bueno, no sé creo que esto apenas comienza.

- Sin duda, yo agradezco que aparecieras cuando todo se fue a la mierda -nos sirvieron las cervezas y ella le dio un sorbo-. Que bien se siente esto.

- Sabes, siempre fui la chica solitaria, de pequeña era la chica a la que todos podían hacer bullying sin problema, hasta que mi hermana Ana Paula apareció.

- ¿Tienes una hermana?

- Tenía, falleció en un accidente hace seis años, en un accidente en el coche, yo también iba ahí, pero ella hizo todo porque el golpe me afectará lo menos posible y bueno -sentí un nudo en la garganta-, ella murió, aunque creo que debí morir yo, era lo ideal o al menos lo que mis padres querían -me tomó de la mano-, no sé creo que perderla fue lo más horrible que he pasado y luego, cuando estuve a punto de perderte.

Para ese punto me había quebrado, vi sus ojos, cristalinos llenos de tanto.

- Lo siento Pedrero.

- Yo lo siento más, hace apenas un par de años descubrí que soy..., es difícil decirlo, bueno lesbiana, cuando mis padres se enteraron querían matarme, darme cuenta de esto, me hizo perder a mis padres y a todos los que me rodean.

- No estás sola cariño.

- Lo sé, pero a veces creo que amar a una mujer es tan complicado.

- Bueno ahora imagina lo que es amar a una mujer y encima de eso, tener cáncer.

- Bueno tú lo haces parecer tan sencillo, de hecho, eso es algo de lo que... bueno eso es algo que te hace muy atractiva.

- Gracias Pedrero.

- Es curioso, porque lo cierto es que estoy sola, muy sola, pero cuando estoy contigo, todo parece tener un poco de sentido.

- Opino igual, quizás este recobrando mi vida, pero es inevitable no sentir un vacío.

- Sabes en doce días es mi cumpleaños y por primera vez, no tengo idea de que hacer.

- ¿En serio?, bueno eso podemos arreglarlo.

En ese instante apareció Keyla, emocionada, divertida y ebria, muy ella.

- Chicas, ¿qué hacen aquí?, ahora entiendo todo Covarrubia.

- ¿Qué? -pregunte confundida.

Una última vez...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora