Capítulo 22

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Victoria Pedrero.

Al fin pude contactarme con el grupo progresión, el padre de María José ya venía en camino y prometió avisarle a su familia. Aun no tengo noticias de ella y comienzo a creer, que algo anda muy mal, es así cuando no tienes noticias y nadie dice nada.

Giré la vista hacía el enorme pasillo y apareció la idiota de Susana, acompañada del sr. Jesús, no puedo creer su nivel de cinismo, me levanté enojada y me puse frente a ella.

- ¿Qué haces tú aquí?

- ¿Perdón? -dijo.

- No tienes derecho, no después de cómo te has portado.

- Tranquila señorita -intervino el sr. Jesús.

- Por favor ¿no sé da cuenta?

En ese instante llegó la madre de Covarrubia y su hermana.

- ¿Qué paso? ¿Ella está bien?

- Hola papá -dijo Gabriela.

- No lo sé, nadie dice nada, la encontré tirada a la orilla del sillón, se golpeó la cabeza -les expliqué la situación.

- Ella estará bien mamá, mi hermana es muy fuerte, más que todos nosotros.

Nos sentamos a esperar, en esa clase de lugares, en momentos como este, el tiempo parece detenerse. Abrí su bolso y vi esa pequeña nota, sé que no debía, pero lo hice, la leí.

1. Conducir mi propio Mustang.

2. Vengarme de Susana (lo sé quizás esta mal, pero es la única manera de olvidarlo).

3. Hacerme un tatuaje.

4. Saber controlar mi vicio hacía el cigarro y el alcohol.

5. Perdonar a Gabriela.

6. Besar a Victoria

7. Tener relaciones sexuales antes de morir.

8. Vencer el cáncer...

Levanté la mirada y vi a Susana, la odio, la odio tanto que podría ahorcarla ahora mismo, luego vi a Gabriela, y volví la mirada a la pequeña hoja, mi vista releía una y otra vez el punto seis, tachado con tinta negra.

- Familiares de la señorita Covarrubia.

- Si, soy su madre -todos nos pusimos de pie.

- Verán, el golpe fue una simple contusión, que debido al estado anímico de la paciente, la afectó más de lo normal, hicimos algunos estudios y después de consultarlo con varios especialistas, tengo dos opciones, la primera es que se la lleven a casa hoy mismo, aunque eso resta posibilidades al resultado final y la segunda, es que mañana a primera hora entré a intervención, queremos eliminar el tumor en su pulmón derecho, estamos listos para hacer la lobectomía y ver el tamaño real.

- ¿Es peligroso? -preguntó su padre.

- Todas las cirugías son peligrosas, lo más peligroso aquí sería, tener un estudio equivocado y no poder erradicar completamente la zona afectada.

- ¿Y eso que significa? -preguntó su hermana.

- Significa, que tendremos que seguir con las quimioterapias y demás, para intentar salvarle la vida o al menos intentar, darle una mejor condición de vida a lo que reste.

No puedo hablar, solo observo el instante, sin saber que hacer realmente, sin poder opinar, sus padres se observan por un momento y se toman de la mano, él asiente, gira para verlo y pronuncia...

Una última vez...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora