♣ 𝕯𝖊𝖕𝖗𝖊𝖉𝖆𝖉𝖔𝖗𝖊𝖘 𝕳𝖚𝖒𝖆𝖓𝖔𝖘♦(전정국) TERMINADA | BOOK 1

Capítulo 60

— ¿Y eso qué fue? — preguntó BaeMin al separarse de Jeon, éste sólo la ignoró.

— Olvidalo y largate.

— ¿Qué...? — la menor no supo en ese momento qué había pasado en la cabeza del pelinegro. — ¡Eres un idiota! — y tras eso, cerró la puerta de manera brusca.

— ¡Maldita sea BaeMin, la pintura del auto! — gritó el mayor dentro del auto.

Y BaeMin sonrió satisfecha dedicándole el dedo del medio, desapareciendo de la vista del pelinegro.

La pelirrosa caminaba por las calles sin saber dónde estaba parada, ¿Justo ese día JungKook había decidido que fuesen por un lugar completamente desconocida para ella? Fácilmente, BaeMin podría preguntar, pero seria en vano, puesto que era muy mala guiándose. Si le decían que fuese varios metros hasta llegar a cierto lugar y girar a la derecha, ella sería capaz de hacerlo al revés y terminar en otro lugar.

— Maldita sea yo y mi maldito orgullo, maldito sea Jeon y su maldito carácter, maldito sea todo. — se decía la menor así misma.
Con la mochila colgada de uno de sus hombros comenzó a caminar todo derecho, si se perdía más de lo que debería, podría llamar a su hermano. — Ay, encima tengo hambre, por culpa de JungKook no pude desayunar en el hospital. — miró un cartel de un puesto de comida. — Esto es el karma por ignorar a Mark...

Mientras iba observando unas preciosas camisas, Bae sintió que era observada, sin embargo al darse la vuelta, no veía nada fuera de lo común.

— ¿Necesita algo? — preguntó una mujer de manera amable al ver a la pelirrosa tocando la tela de las camisas.

— N–no, gracias. Sólo veía.

La mujer asintió y se fue nuevamente al mostrador donde hablaba con otra mujer.

BaeMin dejo de hacer lo que hacía y observaba todo su entorno, nada fuera de lo normal. Padres comprando helados a sus hijos, señoras comprando en las tiendas de mariscos y verdulerías, personas caminando y hablando, otras personas observando las vidrieras, y un hombre con gafas de sol mirándola atentamente.

Tragó de manera difícil al saber que la estaba observando y un nudo se le formó en su estómago.
Dos jóvenes se acercaron al hombre y este último les susurró algo en el oído a los jóvenes.

BaeMin sintió que algo no iba bien por lo que comenzó a caminar en dirección contraria a donde ellos se encontraban. Su preocupación iba en aumento cuando por el rabillo del ojo, vio como la iban siguiendo.
El miedo la invadió y sus pasos empezaron a ser rápidos, y el de ellos también.

— Tranquila BaeMin, mantén la calma, mantén la... — y  empezó a correr para entrar a un centro comercial.
Se dirigió a las escaleras mecánicas y trató de tranquilizarse, sin embargo no podía, ellos también habían entrado al centro comercial y parecían estar buscándola.

Uno de los chicos la señaló y BaeMin sintió la adrenalina en sus venas. Sin pedir disculpas, empujó a varias personas para subir cada vez más rápido, ganándose insultos y quejas por las demás personas.
Al llegar a un pasillo repleto de personas comprando cosas, decidió perderse entre ellas para evitar ser encontrada por esos desconocidos.

«Debí haberme ido con JungKook...»

Se quejó en sus pensamientos mientras esquivaba a las personas para evitar ser chocada.
Miraba hacía todos lados para ver por dónde podrían salir y, estaba tan distraída por lo que choco fuertemente con un pecho duro.

— Lo sien... — las palabras quedaron atascadas sin querer salir. Tenía en frente suyo a uno de esos chicos.

Se quedaron mirando unos segundos que le parecieron eternos y cuando trató de alejarse, el chico pelinegro la tomó de la muñeca impidiendo su huida.
Bae se alarmó por que en un movimiento rápido le dio un codazo en el estómago al joven, haciendo que este la suelte por el repentino movimiento, dándole tiempo de escapar.