♣ 𝕯𝖊𝖕𝖗𝖊𝖉𝖆𝖉𝖔𝖗𝖊𝖘 𝕳𝖚𝖒𝖆𝖓𝖔𝖘♦(전정국) TERMINADA | BOOK 1

Capítulo 13

— ¡Aquí el agente Hyo Jong! ¡Necesito ayuda, me encuentro sólo, todos mis compañeros están desaparecidos, cambio!

E'dawn trataba de comunicarse con alguno de los oficiales, sin embargo sus intentos eran en vano,todos habían sido él acabados por bangtan.

Cansado de correr, se detuvo hasta deslizarse por una pared.
Su pierna le dolía en demasía, ya que un miembro de bangtan le había disparado.

— ¿Jimin, me copias? ¡Contesta al menos, idiota!

Todo era un caos a simple vista. Habían muchos muertos, policías, bomberos, agentes del gobierno también, pero todo eso había sido para nada. La mayoría ya estaban muertos. Mientras bangtan tuviera al conejo, más muerte habría.

— Vaya, al parecer estas asustado...

E'dawn rápidamente se levantó y apuntó con su arma.

— ¡Monster, maldito, tú eres el que causó todo esto!— gritó acercándose a pasos tambaleantes. Su herida en la pierna le dolía pero nada era más doloroso que tener en frente suyo al asesino de su hermano.

— Cállate.— el rubio disparó en la pierna sana de E'dawn y este rápidamente se tiro en el suelo gritando del dolor.

— ¡Eres un maldito, te irás bien al infierno! ¡Ah!

— Gracias, me halagas niño— el líder de bangtan se acercó hasta el rubio y comenzó a patearle.
— ¿Tu odio ha crecido lo suficiente como para vengarte? ¡Me tienes en frente tuyo, pedazo de mierda!

— ¡Imbécil!— el rubio se levantó como pudo y trató de alcanzar su arma que se le había caído.

— ¿Crees que insultándome conseguirás vengarte? ¡Ja, ja, ja! ¡Vamos, acabame!

— Lo haré... ¡Te mataré!

Un disparo se oyó y todo quedó en un silencio sepulcral...

***

Un pelinegro caminaba lentamente tratando de hacer el menor ruido posible. Los latidos de su desbocado corazón estaban a mil por segundo. Sus sentidos estaban agudizados en la espera de alguna señal de vida, sin embargo, sólo se podían ver cadáveres por todos lados.

Cada vez que se incursionaba en la oscuridad, el olor a muerte se sentía más. La ansiedad comenzó a hacerse presente y con ella, llegó el miedo.

Gracias al sudor que emanaba de sus poros podía sentirse su miedo a flor de piel.

— Maldita sea... La tensión está en el aire...

Susurró para sí mismo. Trataba de pensar cosas bonitas para poder mantenerse calmado, pues sus nervios lo estaban consumiendo.

A medida que iba avanzado, más cadáveres iban apareciendo. Era un horror, esas personas murieron de la peor manera.

Sintió una corriente por su espina dorsal y saltó del susto, algo o más bien alguien, lo había tomado del tobillo; bajó la vista encontrándose con una persona agonizante

— P-por favor... No... Vayas... Él está...

La cabeza de esa persona fue atravesada por una bala.

— Patrañas...

De lo más profundo de la oscuridad, yacía una persona de traje junto con una escopeta y una máscara horrible de conejo. Podía verse un poco gracias al leve espectro de luz.