Creo que nunca había dormido tan bien en mi vida, así como nunca me había despertado tan feliz.
Lentamente fui consciente del sol entrando por la ventana, fui consciente de la desnudez de mi piel, del extraño dolor de cabeza que sentía, pero al que no di importancia, y fui consciente de que no estaba sola en la cama.
¿Eran ciertos todos esos recuerdos que rondaban mi mente ahora? Una parte de mí tenía miedo de que sólo hubiese sido un sueño, pero la otra me decía que era imposible sentirme tan bien si todo eso no hubiera pasado en realidad.
Melanny dijo que sentía cosas por mí...
Evitando hacer cualquier movimiento, abrí mis ojos de a poco esperando que se acostumbraran a lo iluminada que se encontraba la habitación, para poder encontrar, como supuse anteriormente, a esa hermosa chica de cabello oscuro acurrucada junto a mí.
No quería despertarla, pero no pude evitar apretar un poco mi abrazo para atraer su cuerpo al mío. Disfruté por un momento del roce de su piel con la mía, un tipo de tacto totalmente nuevo para mí. El olor de su cabello llenaba mis pulmones y las imágenes de la noche anterior invadieron mi mente sin dejarme pensar en nada más.
Comenzaba a cerrar mis ojos nuevamente con la intención de hundirme en la sensación que su cuerpo me brindaba y mantenerme ahí por un rato más, pero el universo actuó en mi contra y a los pocos segundo sentí como ella comenzaba a moverse suavemente entre mis brazos.
Un pequeño y encantador gruñido sonó desde su garganta, ladeó su cabeza lentamente en dirección a mí, mientras su mano recorría el brazo que la rodeaba por la cintura para terminar entrelazándose con mi mano. Apreté la suya y, con una vergüenza que no era capaz de mostrar, busqué esconder mi cara entre sus cabellos.
-Buenos días, Mel - dije casi en un susurro, sintiendo como una sonrisa que no podía reprimir crecía en mi cara.
Abrió sus ojos y me buscó con una expresión que no fui capaz de descifrar. Se veía ¿asustada? O sorprendida, en realidad no lo sabía.
-Ami...
-¿Está todo bien?
-Eh... Sí, lo siento. Ah... Yo nunca había dormido así con nadie y... Disculpa - se puso de pie y caminó rápidamente hacia al baño, como intentando esconder su piel de mis ojos -. Voy a darme una ducha - dijo antes de cerrar la puerta tras ella y dejarme sola en el cuarto sin entender nada.
¿Habría olvidado todo otra vez? ¿Sentiría vergüenza de mí? ¿Era mentira lo que me había dicho? ¿O quizás se había arrepentido de decírmelo?
Mi corazón se aceleró y sentía que el aire era muy pesado para entrar en mis pulmones como lo hacía usualmente. Comencé a hiperventilar y sentía que en cualquier momento podría romper en llanto. ¿Qué estaba pasando?
Necesitaba salir de la habitación, por lo que busqué entre mi ropa algo sencillo, optando por un vestido simple, un par de Converse y una vieja capucha. Me vestí lo más rápido que pude, tomé mi teléfono y salí de la habitación. Ni siquiera me miré al espejo para asegurarme de estar presentable.
La casa se encontraba en completo silencio, pero la fiesta de la noche anterior se manifestaba de otras maneras, por ejemplo, con el olor a licor que emanaba de todos lados y el notorio desastre que tendríamos que limpiar hoy.
Me dirigí a la cocina con la intención de preparar café, necesitaba una taza con urgencia, o quizás sólo necesitaba centrar mi mente en algo diferente, mantenerme ocupada y tranquilizarme. Miré mi teléfono, eran las 9.00 A.M., eso explicaba porque todos dormían aún.
Abrí la galería y encontré las fotos de la noche anterior, la mayoría de ellas con mis compañeros de piso y algunas con los chicos que conocí durante la noche, hasta que llegué a una foto que, de alguna manera, hizo doler mi corazón. Yo sostenía el celular mientras tomaba una selfie de una extremadamente sonriente yo, siendo abrazada por Melanny, quien además, besaba mi mejilla. Eso claramente no me estaba ayudando en nada. ¿Qué mierda estaba pasando?
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Azul Profundo
RomanceAmelie, una joven disciplinada y correcta que siempre ha puesto a su familia por delante de todo, sabe que una parte de ella puede deshonrar a quienes más ama. Sabe que puede decepcionarlos, que pueden rechazarla, pero cuando el corazón es el que m...