Chance «JackBeom» ✓

17✨

Cuando sonó la campana de salida, Jinyoung deseó que se abriera la tierra y lo tragara. Todo su cuerpo aun le hormigueaba por lo que Yugyeom le había hecho hacía rato. Se sentía enojado consigo mismo por ser tan débil. No podía dejar de pensar que podría haber resuelto el asunto si hubiera puesto a Yugyeom en su lugar desde el principio, sin embargo, el temor que le inspiraba el menor lo había hecho vacilar desde el primer momento, lo cual lo había llevado más y más profundo en su trampa.

Y ya no encontraba forma de salir.

Yugyeom lo tenía justo donde lo quería, podía hacer lo que quisiera con él. Tenía suficiente información y poder como para amenazarlo, y, si había algo que Jinyoung no quería, era terminar de arruinar su vida escolar y su amistad con Jaebum.

¿Por qué todo tenía que ser tan complicado?

Jinyoung solo quería tener a Jaebum para él solo. Como siempre había sido desde que eran niños. Solamente quería paz, pero ahora había terminado metido hasta el cuello en un enbrollo teñido de rubio que medía un metro ochenta.

-¡Hyung!

Jinyoung escuchó esa voz inconfundible, ligeramente aguda y sin dudas tierna que tenía Yugyeom. Cerró fuertemente sus ojos a la vez que inspiraba y exhalaba profundamente, buscando llenarse con un valor que honestamente no sabía de donde sacar. Porque, si bien Yugyeom podía estar ahí parado en la puerta de su salón, luciendo inocente y lindo con su cabello esponjoso un poco despeinado y una sonrisa un poco boba en su rostro, Jinyoung sabía que esa criatura era lo más cercano a un depredador que iba a encontrar. Sabía que tras esa sonrisa se escondía una increíble arrogancia y lascividad. Era consciente de eso, y le asustaba saber que tendría que ir directo a sus brazos.

-Ya voy.- contestó, bajito, apenas audible, mientras terminaba de guardar sus cosas y se ponía de pie, colgandose la mochila al hombro. Pudo escuchar algunos murmullos de burla de parte de los demás estudiantes que aun estaban dentro del aula pero no pudo distinguir lo que decían y, honestamente, así era mejor. Su salud mental no duraría si lo pudiera hacer.

Yugyeom se mantuvo junto a la puerta, esperando a que él saliera. Una vez que lo hizo, su sonrisa se amplió considerablemente.

-Ya casi todos en la escuela piensan que estamos juntos.- le comentó, no subiendo mucho el volumen de su voz. Jinyoung le dedicó una mirada al borde del desprecio a la vez que sujetaba las asas de su mochila con ambas manos.

-Sigo sin saber de que sirve eso.

-¿No viste la reacción de Jaebum más temprano? Eso le incomoda. Solo hay que saber llevar las riendas a nuestro favor.

Jinyoung apretó sus labios.

-¿No sería más fácil hacer otra cosa? No sé… podríamos inventar un rumor o algo así. O hacer que peleen, eso era lo que yo hacía …

-Sí, eso hacías, y ahí los tienes más felices que nunca.

Comenzaron a caminar, Jinyoung caminaba lento, un poco cohibido, sin embargo, Yugyeom se las arregló para mantener su ritmo.

-Es solo que…

-Hyung…- Yugyeom pasó una mano por su hombro y lo atrajo, consiguiendo que el mayor se estremeciera solo con su tacto, tan tenso y asustado como estaba.-Ya es muy tarde para dar marcha atrás. ¿o quieres que todo lo que has tenido que soportar hasta ahora sea en vano?

-Échate para allá.- Jinyoung lo apartó con un codazo, acomodándose el tirante de la mochila que se le había corrido.-Todavía no entiendo en que consiste tu "plan maestro".

-Si te lo dijera, probablemente no funcionaría.- el menor se encogió de hombros.-Además, eso no es lo que te debe preocupar ahora.

Yugyeom hablaba con su tono burlón usual, ese que irritaba tanto a Jinyoung. Habían caminado por pocos minutos hasta que se detuvieron en la parada del autobús. Jinyoung no dejaba de mirar al suelo y de hacer movimientos con sus manos. Aun si ninguno de los dos lo decía, ambos sabían perfectamete lo que iban a hacer a casa del menor. Jinyoung se sentía más nervioso con cada segundo que pasaba, por su mente incluso pasó la idea de denunciar a Yugyeom, pero, si lo hacía, el único que quedaría en ridículo sería él, así que esa no era una opción viable.