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Jinyoung dejó caer su mochila sobre la cama y se fue quitando el uniforme a medida que caminaba hacia su armario. Había tenido un día genuinamente asqueroso y eso se reflejaba perfectamente en la expresión que tenía y en la forma en la que lo lanzaba todo desinteresadamente a un lado.

Ya desde hacía bastante tiempo que su humor estaba inestable debido a Jaebum.

Desde aquel jodido día en que había aceptado la confesión de Jackson.

Es que seguía siendo algo que no tenía sentido para él.

Se puso ropa de andar en casa y dejó que su cuerpo descansara en la silla de su escritorio. Un trabajo a medio hacer estaba abierto en su computadora desde el día anterior, pero en ese momento, su cabeza no se encontraba en condiciones de hacer nada de eso. Miró brevemente por la ventana, fijándose en la puesta del sol y en la molesta luz que se colaba, golpeando justo en su rostro. Corrió la cortina de un tirón, dejando salir un mohín de incomodidad.

¿Desde cuándo a Jaebum le gustaban los hombres tanto así como para tener una relación seria con uno?

Subió sus pies en la silla, meciéndose lentamente de un lado a otro.

Recordó una charla que había tenido que Jaebum hacía un par de meses. Le había dejado caer la pregunta, así, sin grandes complicaciones.

"¿Podrías hacerlo con un hombre?"

Aún no estaba del todo seguro de la razón por la cual le había preguntado eso a Jaebum. Esperaba que se negara enseguida o lo mirara con asco, estaba dispuesto a reírse como si todo hubiera sido una broma, una simple ocurrencia. Pero no. Jaebum se mantuvo con la mirada perdida y contestó: "Creo que sí."

Desde ese día, por alguna razón, Jinyoung se había sentido extraño con él. No por el hecho de que ambos fueran hombres y Jaebum acabara de decirle que podría tener algo con uno, sino, más bien, porque le daba la sensación de que Jaebum era ahora algo mucho más volátil. Algo que podría irse de su lado con mucha más facilidad.

Y eso era precisamente lo que estaba sucediendo.

Él ya había notado a Jackson desde hacía mucho tiempo. Siempre notaba a las personas que pretendían a Jaebum. No le era difícil hacerlo pues, usualmente, eran brutalmente obvios. Solo Jaebum, en su forma flotante de vivir la vida, no lo notaba. Aun así, nunca pensó que ese chico tímido tuviera el valor para confesarse.

Aunque ahora sabe que lo subestimó. Jackson no es precisamente una mosquita muerta. Sí, es tímido, pero es inevitable ser un poco tímido ante la persona que te gusta. Sin embargo, Jackson tenía un carácter bastante fuerte, y sabía perfectamente cuando estaban intentando intimidarlo. Jinyoung sabía que, por el bien de su relación con Jaebum, Jackson nunca iba a ser obviamente desagradable con él, pero estaba más que claro que no lo intimidaba, ni en lo más mínimo. De hecho, si no fuera por Jaebum, Jackson ya le hubiera partido la cara.

Pero todo eso eran cosas circunstanciales con las que él ya había ideado una forma de lidiar. Solo tenía que seguir reclamando el tiempo de Jaebum hasta que de una vez por todas se diera cuenta de que Jackson era solo un capricho, pura curiosidad y decidiera cortar por lo sano. Después de todo él era su mejor amigo, siempre iba tener ventaja. Eso no tenía importancia ahora.

Lo que realmente lo tenía estresado hasta ese punto era Jaebum. Algo había cambiado. De la noche a la mañana, como si hubieran secuestrado a Jaebum y hubieran puesto en su lugar un robot que lucía exactamente como él.

Era extremadamente extraño, pues, era Jaebum. Obvio que era él. Pero… había algo en su actitud, en su forma de pensar. Era extremadamente raro. No solo porque estuviera dejándolo de lado, no solo eso, estaba actuando más…maduro. Como si no fuera un estudiante de secundaria. Esa era la sensación que trasmitía. Jaebum siempre había sido serio y más o menos responsable, esa era una de las razones por las cuales se entendían bien, pero ya era demasiado. Demasiado diferente.

Chance «JackBeom» ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora