Capitulo 3. Parte 2/2

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El lunes siguiente Louis se había levantado muy temprano y justo ahora se encontraba camino a la escuela de Repostería

-Mucha suerte en este primer día niño Lou.

-Mil gracias Paul, de verdad agradezco que me hayas traído y que todo el camino me animaras, cada vez me convenzo más de que esta es la decisión correcta.

-No hay nada que agradecer, y por supuesto que es la decisión correcta estoy seguro que su mami debe estar muy orgullosa de usted y desde allá arriba esta echándole millones de porras.

-Dios Paul, detente antes de que comience a llorar.- cada palabra que Paul pronunciaba hacía que el nudo en la garganta de Louis creciera y la amenaza de las lágrimas estuviera cada vez más cerca, pero no lloraría había prometido no derramar una lágrima más y lo cumpliría. Así que intento tranquilizarse y siguió hablando.- Pero ¿sabes? Aun tengo un poco de miedo

-Nada de tener miedo recuerde lo que le dije, todo pasa por algo y “Cuando una puerta se cierra, otra se abre”, este es su momento niño.

-Siempre sabes que decir Paul, muchas gracias y ahora debo correr ya sabes que no me gusta llegar tarde. Oh! antes de que lo olvide podrías pasar por mí en unas 2 horas?

-Aquí estaré niño, ahora corra y mucha suerte.- el ojiazul deposito un pequeño beso en la mejilla de Paul y ahora si entro corriendo al instituto.

 (….)

Si había algo que Louis odiaba era el llegar tarde a algún compromiso o cita, sus padres siempre le inculcaron el valor de la puntualidad y nunca llegaba tarde, pero gracias al tráfico y la plática con Paul se encontraba retrasado 5 minutos de su cita con su asesor de tesis. Así que en cuanto atravesó la puerta de la escuela, comenzó a correr a toda velocidad por los pasillos y edificios para lograr llegar a su destino y no seguir retrasándose.

Justo antes de dar la vuelta para llegar al salón donde lo citaron, choco con una persona, un chico para ser exactos y el impacto provoco que se le cayeran varias hojas y uno que otro cuaderno.

-Oh! Dios lo siento tanto amigo

-Parece que no puedes fijarte por dónde vas, no eres el único en esta escuela sabias?.- mientras discutían, Louis solo se limitaba a levantar sus cosas del suelo y a maldecir a este sujeto que solo provoco que se retrasara aun mas

-¿Perdón? Si no me equivoco fuiste TU quien se estrello conmigo

-Eso no es cierto, y ahora por tu culpa voy a llegar aun mas tarde.- el misterioso chico intento ayudarle a recoger las cosas, pero Louis no lo dejaba, así que solo se limitó a observar de lejos el gran berrinche que hacía el ojiazul y a soltar una que otra risita

-¿Y todavía tienes el descaro de reírte? Sabes si no tuviera tanta prisa, te daría una buena paliza y quitaría esa sonrisita de tu rostro

-Lo siento, pero te ves muy gracioso haciendo berrinche ahí, tirado en el suelo. ¿Seguro que no quieres que te ayude?

-NO, no quiero tu ayuda, gracias. Y mira ya acabe, ahora me voy y espero no volver a verte nunca! TARUGO.- y dicho esto siguió corriendo.

 Cuando por fin llego al salón donde lo habían citado, se encontró con un hombre de unos 40 años que estaba caminando alrededor del lugar, de inmediato se acercó a él y empezó a disculparse.

My Sweet Little Heart (en edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora