La hermana de Naruto

Capitulo 31

Tori

No fui a verla ese día, la noche que se marcho. La muerte de Kala realmente fue golpe muy duro para ambos, no podía sostenerle la mirada sin pensar que ella la había matado y me costa afrontar la situación. No era solo Nao la que necesitaba apoyo, Tara también lo está pasando mal, había llorado todos esos días, estuve con ella para que no estuviera sola. Aquella vez fue la primera vez que confíe en Neji y me de fraudo pero no lo culpo, quizás él no era el indicado para cuidar de Nao.

Cuando me enteré de lo ocurrido por la mañana, el equipo de rescate ya se había marchado y la señora Tsunade no me dejaría ir tan fácilmente, ella confía en ese equipo y yo mantuve la esperanza. Fui con Lee como equipo de refuerzo. Encontré a Neji muy grave y tuve que regresar y no fue el único chouji también estaba en la misma situación. A pesar que los de la arena vinieron a ayudar mucho no pudieron hacer. La veía alejarse a cada minuto que pasa, no dejo nada, ni una carta de despedida , ni un adiós.

Yo la conocía más que nadie y sabía por que se iba, sentía traición por la persona que la cuido por tantos años. Aunque me costaba afrontarlo estaba seguro que estaría bien.

Aunque a veces me negaba pensar que se había ido, que ya no quedaba nada de ella en esta aldea. Cada noche volvía aquella habitación donde dormía, intenta imaginar que se encontraba ahí como siempre. Solía hacerlo cuando estaba ella allí, siempre aunque nunca se diera cuenta. Kala me lo encomendó como una misión durante una semana, semana que se convierto en meses en que la veía dormir, y me gustaba eso, era tan tranquila y dulce.

Realmente me hubiera gustado decirle muchas cosas, fui muy lento. Si yo hubiera estado allí y no él, yo si... la hubiera detenido. Ahora su ausencia me acompañará un buen tiempo, hasta que decida regresar, hasta que haya cumplido con su propósito, la esperaré.

—Kala... Han pasado dos años desde que se fue y aún no regresa, sigue en busca de su camino junto al lado equivocado. Por una venganza que le causará dolor, pero estaré allí como te lo prometí en aquella ocasión, no te defraudare—Suspiró y dejo la flores sobre su tumba. Tu vida no debió terminar de esa manera Kala, no te merecías algo como eso.

—¿Esperate mucho? —Le pregunto cuando la veo recostada sobre el árbol cerca a la tienda de Dangos.

—Déjame ver—Mira su reloj —Solo dos horas no es mucho ¿no crees?

—Deja el sarcasmo que conmigo no va—Veo como rueda los ojos.

—Esta bien, vamos

—Mi hermana se casará el siguiente mes —No había de que sorprender siempre había dicho que se quería casar pronto —¿Sabes con quien? —Tara cada día vuelve a ser la de antes, con aquel brillo en sus ojos.

—No y no tengo interés —Le digo y veo con resopla.

—Le quitas lo interesante

—Es solo que no me interesa

—Debería porque estas invitado y no solo por la novia, el novio también te invitada ¿Ya sabes quién?

—Lo sabré el día de la boda entonces

—¿Por qué tienes que ser así?

—También podría decir lo mismo y no la hago

—Cállate