—Te ves sexy hoy, Ángel—dijo Niall, con su sonrisa patentada, mirándome de arriba abajo lentamente, haciéndome retorcer.
¡Si, claro! Mi cabello castaño todavía estaba húmedo porque no tuve tiempo de secarlo por sus estúpidos "diez minutos más", así que lo tenía recogido en un despeinado moño. Me había puesto mis jeans ajustados y un top rojo de cuello en V y una capucha, junto con mis converse. Había añadido lo mínimo de maquillaje, y algo de labial claro. No me veía sexy. ¡Maldito idiota! Le mostré el dedo y caminé hasta su auto. Recostándome contra él, enojadamente, esperé que me honraran con su presencia.
El camino a la escuela fue igual que siempre, ellos se sentaron al frente hablando de fútbol y fiestas, y yo me senté en la parte trasera escuchando mi iPod, intentando ignorar las sonrisas de Niall en el espejo. Estacionamos en la escuela y el auto fue inmediatamente asediada por personas, igual que cada mañana. Niall y Harry eran considerados "jugadores sexies" en nuestra escuela. Eran de último año y el sueño de toda chica, los chicos querían ser amigos suyos, y las chicas querían dormir con ellos.
Niall se rió mientras yo me encogía, saliendo del auto e intentando evadir la horda de zorras que me empujaban porque estaban intentando lanzarse sobre él. Una chica me codeó a propósito. La miré en su pequeña falda que lucía más como un cinturón y su top que mostraba su estómago, e hice una mueca. ¡Caray, es tan perra!
—Mierda, Jessica, ¿dejaste tu falda en casa?—pregunté con un horror fingido.
Ella me miró con el ceño fruncido y escuché a Niall y Harry reírse.
—Lo que sea, ¿Sabes que ese look emo no te va bien, cierto?— escupió ella en respuesta.
Sólo me reí y me aleje caminando. Era usual que Jessica y yo tuviéramos este tipo de comentarios para la otra. Ella había salido con Niall por un tiempo, bueno, si por salir te referías a tener relaciones unas cuantas veces, y luego la dejo. Ella todavía no lo había superado y lo quería de vuelta, más para disgusto de él.
—Eso no fue amable, Ángel— Niall se rió, mientras me alcanzaba y lanzaba un brazo alrededor de mi hombro. Inclino su cabeza cerca de la mía. —Lamento lo de esta mañana— susurró en mi oreja, enviándome escalofríos por mi columna.
Lo codeé en las costillas, haciéndolo sonreír y apartarse.
—E ignora a Jessica, creo que llevas genial el look emo—añadió, con un guiño coqueto.
Harry lo golpeó en la parte trasera de la cabeza.
—¡Amigo, esa es mi hermana menor!—lo regañó enojadamente, apartándolo de mí. Niall sólo rió y me guiñó una vez más, haciéndome poner los ojos en blanco. Niall se alejó y caminó directo a lo que lucía como su última conquista. Le sonrió seductoramente y ella se sonrojó cuando él inmediatamente comenzó a coquetear con ella.
Encontré a mis amigas, que prácticamente se estaban follando a Luke y Ashton con los ojos y expresiones soñadoras.
—Hola, Jane, Louis, Sarah — dije alegremente cuando llegué a ello.
—Hola, (TN), ¿Llegaste aquí con sexy trasero número uno y número dos hoy?—preguntó Jane, mirando fijamente a mi hermano mientras se alejaba.
Me reí y sacudí la cabeza.
—Nop, solo Harry y Niall, igual que siempre.
Jane suspiró.
—¿Cómo demonios puedes no afectarte por lo condenadamente calientes que son? Quiero decir, ¡tienes tanta suerte de vivir con Harry! Yo adoraría ver su sexy trasero caminando alrededor todo el día—ronroneó, abanicándose la cara.
Fingí tener náuseas.
—¡Jane, ese es mi hermano y su imbécil amigo! ¿Cómo en la tierra puedes obviar su comportamiento mujeriego? Ambos son unos idiotas—Me encogí de hombros. No entendía por qué, pero cada chica en esta escuela estaba enamorada de ellos. Harry era una gran persona, pero trataba a las chicas como objetos, y Niall, bueno, Niall simplemente era un imbécil de tiempo completo.
—Son los dos mejores jugadores del equipo de hockey y lucen como dioses del sexo, y yo desería poder obviar eso—dijo sugestivamente, moviendo sus cejas con una sonrisita, haciéndome reír. Enlazó su brazo con el mío y empujó a nuestra primera clase.
La escuela estuvo bien, como era normal; yo era bastante popular debido al hecho de que mi hermano y su mejor amigo eran los chicos más deseados allí. Ellos cuidaban de mí, lo que básicamente significaba que advertían a todos los chicos que se alejaran de mí, que de hecho, me sentaba bien porque no quería salir con nadie. La mayoría de las chicas querían ser mis
amigas para poder acercarse a mi hermano. Las chicas querían ser novias era fáciles de localizar, en su mayor parte podías saber si querían que las presentaras por el tipo de ropa que estaban usando, si no estaban usando mucha entonces iban por mi hermano o Niall.
Amaba mis clases, era bastante popular entre los profesores porque mis notas nunca iban por debajo de sobresaliente. Siempre hacía mi tarea y jamás llegaba tarde; me enorgullecía de ello, aunque no era una nerd.
A la hora del almuerzo, me senté con mis amigos cuando escuché los usuales suspiros y risitas tontas.
Las chicas empezaron a revisar su cabello y arreglar su maquillaje, de modo que supe que mi hermano y sus amigos estaban llegando al comedor. Suspiré cuando Jane y Sarah empezaron a
sentir lujuria por ellos, como era de costumbre.
—¡Oh, genial, sexy trasero número uno está viniendo!—Sarah rió tontamente, codeando a Jane en las costillas.
Puse los ojos en blanco cuando una mano apareció por detrás mío, robándome un puñado de mis papitas fritas.
—Hola, Ángel—susurró Niall en mi cuello.
Golpeé su mano cuando fue a robar más.
—¡Niall, por el amor de Dios! Ve a comprar tu propia comida, idiota—despotriqué, molesta.
Se echó a reír.
—Oh, sabes que quieres compartir conmigo—respondió, dejándose caer en el asiento, empujándome de nuevo con su cadera.
—Niall, ¿qué quieres?— le pregunté con un suspiro, moviendo el plato lejos de él.
Pasó el brazo alrededor de mi hombro.
—Sólo quería visitar a mi chica. Sé que me has echado de menos sin verme todas las mañanas y eso—dijo engreídamente.
Todas mis amigas suspiraron y lo miraron con nostalgia.
—Podrías quitar tu brazo-para-putas de mí, Niall, por el amor de Dios; ¡No quiero coger cualquier cosa!—le regañé, encogiéndome
para alejarme.
Se rió de nuevo.
—No seas así, Ángel. Sólo quería hacerte saber que voy a llevarte a tu casa hoy. Tú hermano tiene una cita, así que... —Se calló, sonriéndome.
¡Genial, simplemente genial! Me iba a llevar a casa. Fantástico. Él siempre hacía el trayecto a casa lo más largo posible sólo para molestar mi vida externa.
Luego, insistiría en esperar en casa hasta que mi hermano llegase, lo que significaba que tenía que cocinar para él también. ¡Maldita sea, es tan molesto!
—Está bien, Niall. Ahora corre, estoy segura que tienes alguna ETS* más que propagar por ahí—le dije, agitando la mano con un gesto molesto.
Se rió y me dio un beso en la mejilla mientras se ponía de pie.
—Finge todo lo que quieras, Ángel, los dos sabemos que vas a querer que duerma contigo por la noche— Me guiño un ojo con malicia, y se fue con con su nueva conquista. Pasó el brazo alrededor de su hombro, sus sucios, asquerosos labios descendieron hasta los de ella. Frunci el ceño, y aparte la mirada de nuevo a mis amigos cuando comenzó a hacerlo con ella en medio del comedor.
Jane, Sarah y la mitad de las chicas del comedor estaban mirándole con lujuria.
—¡Este chico es tan jodidamente molesto! ¿Por qué mi hermano no podía, escoger un mejor amigo mejor, alguien que no fuera un arrogante, obsesivo, prostituto y gilipollas?—despotriqué, lanzando mis manos al aire.
—Oh, ¡deja de lloriquear! Niall Horan acaba de tener su brazo alrededor tuyo y besado en la mejilla, daría cualquier cosa por tener esos dulces labios en mí—dijo Sarah soñadoramente, haciéndome reir.
—Lo que sea. Vamos, vamos a nuestra próxima clase—Le sugerí mientras recogíamos nuestras bandejas e íbamos.
*ETS: Enfermedad de transmisión sexual.