Tomó un largo tiempo limpiar la casa. Alguien se había enfermado en el patio trasero así que mandé a Harry a limpiar eso mientras yo trabajaba en la cocina, recogiendo todos los vasos y botellas vacías. Parecía que la fiesta se había salido un poco de control después de que Niall y yo nos hubieramos ido a la cama, y mi idiota hermano borracho no se había molestado en detenerlo.
—Ésta es la razón por la que me mantengo sobrio—declaró Niall, arrugando su cara con desagrado al ver un jarrón lleno de orina en el alféizer de la ventana del salón.
—¿Te mantienes sobrio para evitar que las personas orinen en los ornamentos de mi mamá?—pregunté, riendo histéricamente.
Él asintió.
—Sorprendente pero cierto. Siempre hay alguien que no se molesta en caminar hasta el baño—bromeó, haciéndome reír aún más fuerte.
Me sonrió, haciendo que mi corazón se derrita, y Harry entró.
—Wow, ¿en serio los acabo de escuchar riéndose de algo juntos? Es la primera vez—dijo mirando a lo que estaba sosteniendo Niall y pestañando.
—Será mejor que vaya a resolver esto—murmuró Niall, caminando rápidamente.
Podía notar que estaba un poco incómodo al mentirle a Harry, pero yo estaba realmente segura que en un par de semanas sería lo mejor, sólo para asegurarnos que esto era lo que ambos queríamos.
—Harry, ¿se puede quedar Jane este fin de semana? Sus padres están fuera de la ciudad y no quiere quedarse en su casa sola—pregunté, dándole mi cara de perrito.
Hizo una mueca.
—¡Ugh! Esa chica no hace nada más que coquetear conmigo, no me importaría tanto si fuera mayor, pero quiero decir, por Dios, ¡tiene la misma edad de mi hermana pequeña! ¡Ew!—dijo con falso estremecimiento.
—¿Así que piensas que alguien de dieciséis no debería salir con alguien de dieciocho?—pregunté, tratando de sonar casual.
No lo creyó, me miró con escepticismo.
—No estás interesada en nadie de dieciocho, ¿verdad?—preguntó, entrecerrando los ojos hacia mí. Vi a Niall volver por el pasillo desde la esquina de mi ojo.
—No, estaba hablando sobre Jane—mentí.
Asintió, al parecer satisfecho.
—No, no creo que deberían. Quiero decir, ¿qué clase de persona de dieciocho años miraría a alguien de dieciséis de esa forma?—preguntó, mirando a Niall mientras pasaba, viéndose un poco avergonzado.
—Sólo son dos años, Harry, no es la gran cosa. Sólo estas enloqueciendo porque es la misma edad que tengo yo. Sólo porque tú no saldrías con alguien de mi edad, no quiere decir que otros chicos se sientan de la misma manera, ¿cierto, Niall?—respondí, todavía tratando de sonar casual a pesar de que mi voz se quebró un poco cuando dije el nombre de Niall.
—Cierto. Conozco a muchas chicas de dieciséis que están bien calientes—respondió Niall, guiñándome un ojo detrás de la espalda de mi hermano.
—Sí, ¡pero tú no puedes salir con ninguna de ellas!—gruñó Harry, girándose para mirarlo y golpeándolo en la nuca mientras pasaba. Me encontré con la mirada de Niall y estaba un poco sorprendido. Wow, Harry de verdad sabía que le gustaba, y al parecer estaba muy en contra de la idea de nosotros juntos. Esto podría ser incluso más complicado de lo que pensé.
Jane llegó aproximadamente una hora más tarde.
—Hola Harry, hola Niall—ronroneó mientras entraba, dándole a ambos una sonrisa coqueta. Vi a Niall reírse en voz baja mientras que sonreía de vuelta.
—Hola Jane—sonrió Harry, dándole un guiño coqueto. Realmente no se estaba ayudando, si quería que ella lo deje en paz, entonces, ¿por qué animarla?
—Vamos, dejemos a los gigolós solos—bromeé mientras agarraba su mano y la arrastraba a mi habitación. Vi a Niall sonreírme por la esquina de mi ojo y me ahogué con una carcajada.
—No puedo creer que voy a pasar todo el fin de semana aquí contigo y tu hermano. ¿Piensas que Niall se quedará también?—preguntó con sus ojos y me ahogué con una carcajada.
—No lo sé, tal vez deberías preguntarle—sonreí un poco incómoda. Podía imaginarla coqueteando con Niall justo en frente de mí; no estaba segura acerca de cómo me voy a sentir al respecto.
Dejó caer sus cosas en el piso y se tiró en mi cama. De repente se dio la vuelta y agarró mi almohada frunciéndole el ceño, se veía confundida.
—(TN), ¿por qué tu almohada huele a colonia? —