—¿De cuánto es el bote?—preguntó Harry, con diversión.
—De más de mil ochocientos dólares—reí. Niall casi nos saca de la carretera otra vez y la boca de Harry cayó abierta. Miró hacia Niall con los ojos llenos de orgullo—Sí, veinte dolares cada una. Así que eso hace a unas noventa chicas queriendo ser las siguientes en follar contigo, NIall—sonreí hacia élpor es espejo. Parecía horrorizado, y honestamente, un poco asustado.
—¡Santa mierda, hombre! Ya sabes, simplemente puedes elegir a una, ¡tirártela y dividir el dinero!—dijo Harry, emocionado. Niall le dió la mirada más sucia del mundo, como si hubiera sugerido que le arrancara la piel a un cachorro o algo. Harry levantó las manos disculpándose.—Estoy bromeando. Dios. ¡Es una broma!—dijo rápidamente, pero podía ver que por su rostro que iba completamente en serio.
—¡Así que eso es por lo que Sarah se me abalanzó fuera del auto! ¿Quién demonios esta con esto, Ángel?—preguntó Niall, sonando realmente enfadado.
—Bueno, Jessica lo esta arreglando. Todo el equipo de porristas, la mayoria de las seniors, yo, Ashley, Nadine—contesté, nombrando a la gente que sabía, pero Niall me cortó.
—¿Tú?—preguntó, con los ojos muy abiertos.
Asentí, riéndome.
—Bueno sí, mil ochocientos dólares es mucho dinero. Eso si, solo habían doscientos cuarenta cuando entré, pero aún así, me gusta jugar—bromeé, dándole una sonrisa sexy por el espejo.
Harry parecía que iba a explotar.
—¿Tú? ¡De ninguna manera! ¿Qué mierda estabas pensando?—me gritó, haciéndome estremecer. Odiaba ver a Harry enfadado.
—Harry, es mucho dinero simplemente pensé, ya sabes, sería divertido. Nunca se sabe. Podría perder mi virginidad con el famoso Niall Horan—bromeé, moviendo las cejas hacia él.
Harry comenzó a reirse, parecía aliviado; obviamente pensó que estaba bromeando. Sonreí y miré por la ventana; no era buena mintiendo, si me preguntaba si estaba bromeando tendría que decirle la verdad.
—Dios, (TN), ¡me asustaste! Creí que ibas en serio—rió Harry, golpeando el hombro de Niall, orgulloso.—Mil ochocientos dólares es asombroso, Niall. Me pregunto con cuantas chicas puedes follar en una noche, si ellas se creen que es para ganar la apuesta.
Jadeé. ¡Oh mierda! Genial Harry, pon eso en su cabeza, ¡estoy segura que es lo que necesita oír ya que su novia no quiere hacerlo!
—¡Maldición Harry! Tengo novia—gritó Niall, sonando un poco desesperado.
—Sí, lo sé, pero vamos, las chicas van a estar desesperadas por ganar, te apuesto a que puedes conseguir lo que sea—Harry sonrió, moviendo sus cejas.
—Harry, para. No quiero a nadie más, estoy loco por mi chica. No la voy a joder con ella—empezó Niall, orgulloso. Me sonrió por el espejo y mi respiración comenzó a disminuir mientras mi pánico descendía. Confianza. Necesitaba confiar en Niall y parar de asumir lo peor.
Dejamos a Harry en el gimnasio y Niall nos llevó a casa.
—¿Apostaste veinte dólares a que serías la siguiente en dormir conmigo?—preguntó, sonriendo hacia mí, engreído.
—Exactamente no, la apuesta es sobre la siguiente en cazarte—me encogí de hombros, riendo.
Rió y cogió mi mano mientras conducía.
—No puedo cree que esté pasando. Pensé que una vez la gente supiera que no estaba interesado, me dejarían en paz ¡no que tendría más chicas detrás de mí! De verdad lo siento—frunció el ceño y me besó el dorso de la mano suavemente.
—No te preocupes, no es tu culpa. Supongo que toda esa cosa de la confianza va a ser muy necesaria a partir de ahora, ¿eh?—bromeé, haciendo una media sonrisa, fingiendo no estar preocupada por todas las chicas que querían echarse encima de él un futuro inmediato.
Llegamos a mi casa y aparcó en su entrada.
—¿Quieres entrar? Podemos decirles a mis padres que estamos juntos. Les dije que tengo novia y mi madre casi se muere. Te lo juro—dijo, asintiendo hacia su casa con expresión esperanzadora.
—Wow. ¿Todo eso de conocer a los padres ya?—bromeé, fingiendo estar asustada.—Digo, ¿Qué si no les gusto?—pregunté, rodeando su cintura con mis brazos y apoyando mi cabeza en su pecho, fingiendo horror. Rió y tambien lo hice. La idea de que a los padres de Niall no les gustara era seriamente graciosa. Ellos ya piensan en mí como una hija. Niall era hijo único porque su madre tuvo algunos problemas cuando él nació, lo que la hizo incapaz de tener más niños, así que me amaba y siempre decía que Harry y yo éramos parte de su familia. Los amaba también; eran unas personas geniales, amables, divertidas y reflexivas. Exactamente como Niall, aunque me tomó mucho tiempo ver más alla de su bravuconería.
Niall tiró de mí hacia su casa, sosteniendo mi mano, y sonriendo con entusiasmo.