Capítulo 41

14 0 0
                                    

Sonreí triunfalmente. ¡Ja! ¡Tomen eso, chicas! Miré alrededor de la mesa para ver si todas estaban mirándome. Ya Louis tenía expresiones sorprendidas o enojadas que estaban pegadas a cada rostro femenino. Solté una risita, y le guiñé el ojo a Jessica quien se había vuelto roja por el enfado.

—Mejor me voy. Tengo que hablar con la Sra. Francis acerca de mi proyecto científico —dije, levantándome y sonriendo de oreja a oreja.

Niall agarró mi mano y me jaló de nuevo hacia el asiento.

—¿Qué fue eso? —preguntó, luciendo ligeramente confundido. Me encogí de hombros y le sonreí.

—¿No tengo permitido ser amigable contigo, Niall? Quiero decir, eres el mejor amigo de mi hermano después de todo. Siempre estás pasando el rato en mi casa así que sólo pensé que debería ser cortés.

—Cortés, claro —contestó, sonriéndome.

Le lancé un guiño y me levanté para ir con mis amigos. Cuando pasaba junto a Jessica y las porristas me incliné hacia abajo y le susurré al oído.

—Supera eso —me burlé, partiéndome el culo de la risa.

Agarré la mano de Jane, haciéndola caminar un poco por delante de Sarah y Louis quienes estaban conversando algo sobre una galería de arte a la que Sarah quería ir el fin de semana. Sarah estaba un poco chiflada por el arte.

—Jane, creo que necesito tomar la píldora. ¿Todavía está abierta al público la clínica de planificación familiar en la calle Rose después de la escuela? —pregunté.

Asintió en confirmación. Sabía que ella sabría, había tenido un pequeño accidente hace aproximadamente un mes con un condón roto y había ido ahí por la píldora del día siguiente.

—Sí, desde las cuatro hasta las ocho —respondió, mirando por encima del hombro para asegurarse de que nadie pudiera oírnos—. Así que, vas a dar el paso, ¿eh? Creo que es genial. Definitivamente deberías tomar la píldora. ¿Quieres que vaya contigo? —preguntó de forma casual. Sabía que lo decía en serio; era la mejor amiga que una chica podía pedir.

—Todavía no estoy lista, pero no quiero quedarme corta o algo, quiero decir, debe tomar un tiempo que entre en tu sistema o algo. ¿Entonces no te importa venir conmigo? Realmente lo apreciaría —admití, mirándola con agradecimiento. Estaba muy nerviosa acerca ir por mi cuenta, y no se sentía bien pedirle a Niall que viniera. No era exactamente el tipo de cosas que un chico hace.

—¡Por supuesto que no! Tú has estado ahí conmigo un montón de veces. —Ella entrelazó su brazo a través del mío—. Y también hoy tengo mi auto, así que ni siquiera necesitamos caminar.

Sonreí. —Gracias, Jane. —Suspiré felizmente y nos dirigimos hacia los casilleros. Agarré
todos los libros que necesitaba para la tarde, metiéndolos en mi bolso—. Sólo necesito decirle a LHarry que lo veré en casa. Te veré en clases —expliqué, volteando en dirección al casillero de Harry. Divisé a Niall y a Harry conversando con algunos de sus otros amigos del equipo—. Hola, chicos —canturreé a medida que me acercaba a ellos. Todos me miraron, sabía que le gustaba a algunos de los chicos del equipo; era obvio por la forma en que me miraban fijamente. Sin embargo nunca ninguno hacía un movimiento… eso probablemente era obra de Harry.

—Hola, _____(tn). ¿Cómo estás? —preguntó Zayn, examinándome lentamente.

—Bien gracias, ¿y tú? —pregunté educadamente.

—Mucho mejor por verte —respondió, sonriéndome.

Harry le dio un puñetazo en el brazo, haciéndome reír. —Amigo, ¡hermana menor! —chilló furiosamente.

—Harry, sólo quería decirte que no iré a casa contigo esta noche. Jane necesita que vaya con ella a hacer algo después de la escuela. Simplemente te veré en casa más tarde —dije, sonriendo. Pude ver a Niall frunciendo el ceño luciendo un poco decepcionado.

—Bueno, tengo trabajo esta noche, así que habría sido Niall quien te llevara a casa de todas formas —respondió Harry, encogiéndose de hombros casualmente.

Miré a Niall y sonreí. —Cierto, sí, lo olvidé. Bueno, lamento perderme eso. —Él me regresó la sonrisa y mi corazón casi se detuvo porque era tan apuesto. Me giré para irme caminando antes de detenerme de nuevo, con una idea formándose en mi cabeza. Volteé de nuevo hacia él y lo miré, burlonamente—. Oh, por cierto, Niall, el bote va por más de cuatro mil dólares ahora. Eso son más de doscientas chicas. —

Sus ojos se ensancharon. —No me jodas, ¿en serio? —preguntó, luciendo sorprendido, y francamente, un poco asustado. Harry estaba partiéndose de la risa, y los otros chicos a nuestro alrededor estaban mirándonos como si nos hubiésemos vuelto locos.

—En serio —confirmé, guiñándole un ojo a Niall y alejándome, riéndome de su cara de disgusto.

Después de la escuela, Jane me llevó a la clínica de planificación familiar. Tomé un número y porque no había estado allí antes, tuve que llenar un montón de formas sobre mis datos personales, vida sexual actual y mi historial médico. Después de aproximadamente una hora de espera, me llamaron a través de una sala blanca y estéril, donde una señora estaba esperando allí por mí.

—Hola, _____(tn). Adelante— dijo, sonrió y señaló una silla.

—Hola— dije con voz ronca, nerviosa, sentándome frente a ella.

—No tienes que estar nerviosa. ¡No voy a morder! — se rió. Le sonreí nerviosamente. —Así que, ¿qué puedo hacer por ti hoy? — preguntó ella, hojeando las formas que había llenado.

—Bueno, mi novio y yo nos estamos volviendo muy serios y estamos hablando de tener relaciones sexuales, por lo que quería ir a la píldora. ¿Eso es algo que puedo hacer aquí, o tengo que ir a mi propio médico? — pregunté, jugando con mis manos, sonrojándome.
Ella sonrió amablemente. —Por supuesto que puedes hacerlo aquí. Aquí dice que eres virgen— dijo, ojeando a través de mis formas de nuevo.

—Eh.. sí lo soy. — Me ruboricé aún más, deseando que la tierra se abriera y me trague.

—No tienes que estar avergonzada, _____(tn). Creo que es fantástico que estés aquí. Veo tantas chicas jóvenes que no piensan en ir tomando la píldora hasta que es demasiado tarde. Es refrescante tener a una jovencita siendo tan responsable— dijo, acariciando mi mano. Di un suspiro de alivio y sonreí. Pensé que iba a tener una conferencia de por qué no debería tener relaciones sexuales a mi edad y cómo debería estar esperando. —Está bien, solo tengo que conseguir cierta información, como tu presión arterial, peso y esas cosas. Luego podemos hablar de cuál te sentará mejor, ¿de acuerdo? —

Después de que terminé con mi presión arterial, peso y mi índice de masa corporal ambas fuimos a sentarnos de nuevo cerca de su escritorio.

—Bien, bueno te recomiendo que vayas por la píldora combinada. La vas a tomar todos los días, a la misma hora cada día durante tres semanas, luego no la vas tomar por una semana que será cuando tengas tu período. Es muy eficaz y es lo que la mayoría de las jovencitas buscan explicó sonriendo.

Asentí y sonreí, porque todo parecía estar cayendo en su lugar. —Eso suena bien. —

Tomó su libreta y escribió una receta. —Puedes retirar esto lleno justo al lado. Te he dado un suministro de tres meses para que pueda ver cómo te va. La próxima vez, si todo está bien, entonces vamos a ir a por seis meses— explicó.

—Sí, gracias. — Sonreí con gratitud porque había hecho esto mucho más fácil para mí de lo que pensé que sería.

—Así que, te voy a dar un folleto para leer, pero las cosas importantes a tener en cuenta son: hay que tomarlo a la misma hora cada día, y tienes que tomarla todos los días aparte de tu semana de descanso. —Sonrió y me dio la receta. —Asegúrate de leer el folleto sobre lo que hay que hacer si te olvidas de una, o si vomitas después de tomarla, ya que eso pueden dejar de hacerlo funcionar. Te voy a dar algunos de estos para mantenerte a salvo hasta que estés al ritmo de tu píldora, está bien?. — Agarró un puñado de condones y los puso en una bolsa de papel para mí.

—Oh, gracias— murmuré, tomándolos con agradecimiento.

—Bueno, gracias por venir, _____(tn). Te veré en tres meses. — Se levantó y tendió su mano hacia mí, marcando el final de la cita.

Se la estreché, sonriendo. —Gracias. — Caminé hacia la puerta, sonriendo de oreja a oreja. ¡Vaya, eso fue más fácil de lo que pensaba!

Beside YouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora