—Será mejor que nos vayamos; necesito hablar con tú hermano—frunció el ceño, luciendo triste y un poco asustado.
—¿No vas a decirle la verdad, cierto?—pregunté, horrorizada ante el pensamiento de Harry sabiéndolo y volviéndose loco.
Asintió. —Sí, Ángel. Él sabía que tú me gustabas todo este tiempo, pero él no pensaba que yo te gustara, por eso necesito hablar con él sobre que nosotros estamos realmente saliendo—hizo una mueca mientras hablaba; imagino que estaba pensando en la patada en el culo que Harry le daría cuando se lo contara.
—Niall, por qué nosotros no sólo lo dejamos por un tiempo y luego tal vez en un par de semanas, si todo va bien, entonces podemos hablar con él juntos. ¿Quiero decir, ni siquiera sabemos si esto va a funcionar, verdad?—pregunté con un encogimiento de hombros.
Realmente no veía el punto en hablar con Harry y trastornarlo todo si esto no iba a funcionar. ¿En realidad, cuánto tiempo duraría esto, una vez que comprendiera que yo realmente no pensaba dormir con él en el corto plazo? Cuando estuviera aburrido o desesperado, huiría de mí hacia la posibilidad más cercana a sexo fácil, gritando mientras se iba.
Se veía un poco asustado.
—¿Tú piensas que esto no funcionará?—preguntó, su voz sonando lastimada.
—¿Honestamente? Solamente no creo que puedas esperar, Niall. ¿Cuánto tiempo va a pasar antes de decidir qué has tenido suficiente y dormir con alguna chica bonita y tonta?—le respondí, odiando la expresión de dolor que cruzaba su rostro.
—Prometo que nunca te engañaré, nunca. He esperado demasiado tiempo por esta oportunidad; no voy a estropearla.—tomó mi mano y podía ver la honestidad en sus ojos, realmente creía que no me engañaría, pero él era un chico después de todo y su cuerpo diría algo más eventualmente.
—¿Vamos a esperar un poco, está bien?—sugerí, apartando mi mano y haciéndole una señal al camarero. Vino inmediatamente.
—¿Hola, podemos conseguir la cuenta por favor?—pregunté con una sonrisa, asintió y se fue.
—Solamente voy al baño, ¿si vuelve antes que esté de regreso, entonces usa esto, está bien?—Niall instruyó, dándome su cartera y caminando rápidamente al baño.
Hice una mueca; pienso que realmente herí sus sentimientos diciéndole esto. ¡Maldición, podía ser tan estúpida a veces! Lo miré mientras se alejaba, mis ojos inconscientemente enfocaron su trasero. ¡Wow, realmente tiene un lindo culo! Alguien limpio su garganta al lado mío haciéndome sonrojar porque acababa de sorprenderme mirando. Alcé la vista y el camarero estaba de pie allí con la cuenta.
—¡Oh, lo siento! No me dí cuenta que estabas allí—refunfuñe, avergonazada.
—No te preocupes por ello—me dió el recibo y se inclinó junto a mí, asi que estábamos al mismo nivel. Él puso una mano al dorso de mi silla y una sobre la mesa entonces estaba atrapada. Mi corazón comenzó a correr. Él estaba muy cerca.
—Entonces, no te he visto antes por aquí. Definitivamente habría recordado un rostro tan hermoso como el tuyo—dijo, sus ojos clavados en mí, mientras parecía que él me estaba imaginando desnuda. Me retorcí en mi asiento.
—Em no, no he estado aquí antes—murmuré incómodamente, mirando la cantidad que debía y agarrando la cartera de Niall de mi regazo.
—Soy Simon. —ofreció su mano para darme la mano. Lo miré y tragué saliva; realmente no quería tocarlo, así que solo jugaba con la cartera de Niall fingiendo buscar algo. Lo sentí jugando con mi cola de caballo y me sentí mal.
—¿Así que, cómo te llamas?—preguntó, con una sonrisa coqueta.
—Su nombre es tócala otra vez y te romperé la cara—gruño Niall posesivamente detrás de mí. Físicamente me relajé. El tipo se levantó inmediatamente.
—Lo siento, solamente hablaba con su novia eso es todo. No he pasado nada—dijo con inocencia.
—Correcto.—contestó Niall sonando bastante molesto. Extendió la mano y tomó el recibo y su cartera de mis manos, lo miró y luego le dió el dinero al tipo mirándolo todavía airadamente. Mi respiración todavía no había vuelto a la normalidad, mi corazón seguía corriendo. Niall me ofreció su mano.
—¿Estás bien? Te ves un poco pálida—dio un paso más cerca de mí y puso sus labios sobre mi cuello. Envolví mis brazos alrededor de su cintura y me presioné contra él, dejando que su olor llenara mis pulmones, su respiración soplando mi espalda y hombros, haciendo que todo mi cuerpo se relaje.
Me alejé después de un par de minutos.
—Estoy bien ahora—le sonreí de modo tranquilizador y él acarició ligeramente un lado de mi rostro.
—Vamos, hay que regresar. Tengo que ayudar a Harry a ordenar así él comprará la pizza esta noche—bromeé.
Sonrió y entonces caminamos hacia su auto, deslizó su mano en la mía. No podía dejar de reír. Se sentía bien por alguna razón; su mano encajar perfectamente en la mía. Era natural que fuera casi demasiado fácil.