Oh, mierda, ¿puedo decirlo? Estaba tan avergonzada, nunca había dicho algo como esto a nadie antes. Tomé una respiración profunda y quería que mi voz no mostrara los nervios que sentía en mi interior.
—Te amo, Niall —le dije con sinceridad. Me miró, shock claro en su rostro. Su boca estaba abierta, sus ojos muy abiertos mientras asimilaba lo que dije. No podía dejar de reír—. Está bien, no es así como me imaginé tu reacción. —Hice una mueca, esperando que dijera algo.
Me empujó hacia abajo sobre mi espalda, rodando por encima de mí.
—¿Me amas? ¿En serio? —preguntó, el shock dejando su rostro para ser reemplazado por excitación.
Asentí con la cabeza, sintiendo mis mejillas calentarse un poco. —Sí, Te amo. —
Se rió y me besó apasionadamente. Cuando se apartó sus ojos brillaban de felicidad.
—¡Gracias a Dios! Pensé que ibas a terminarme o algo así. Te veías tan seria que pensé que no querías estar conmigo —dijo, sacudiendo su cabeza, sonriendo.
Me eché a reír. —¿En serio? ¿Es por eso que parecías nervioso? —pregunté, riendo.
—Dilo otra vez —susurró.
Envolví mis brazos alrededor de su cuello y tiré de él más cerca de mí, su boca aproximadamente a dos centímetros de la mía.
—Te amo, Niall Horan —susurré.
—Te amo también, _____(tn) Styles. —Me besó, duro, y no podía dejar de devolverle el beso con la misma intensidad.
Pasé mis manos por su espalda y agarré la parte inferior de su camiseta, tirándola hacia arriba sobre su cabeza, arrastrando mis dedos por su pecho, simplemente asombrada de cuán perfecto era. Sus manos vagaban por todo mi cuerpo ávidamente, él se apoderó la parte inferior de mi blusa y comenzó a tirarla hacia arriba lentamente, como si estuviera esperando algún tipo de reacción. Sentí mi amor por él incrementar a otra velocidad por la forma reflexiva y paciente de cómo era conmigo. Sonreí contra sus labios y él se apartó, mirándome con curiosidad.
—¿Está bien? —preguntó, preocupación coloreando su voz.
Asentí con la cabeza y lo empujé fuera de mí para poder sentarme. Agarré mi blusa y la saqué por encima de mi cabeza, tirándola al suelo. Me estaba mirando en estado de shock. Tiré de él de nuevo hacia mí, besándolo profundamente. Sus manos estaban en todas partes mientras nos enrollábamos pero no hizo nada que no quería que hiciera. Fue perfecto y dulce. Un final increíble para una cita increíble. Después de un rato se retiró y yació a mi lado, hablamos felizmente por un rato.
A las nueve, suspiró.
—Harry va a estar en casa pronto, tal vez deberíamos vestirnos —sugirió, luciendo un poco reacio mientras sus dedos se perdían por encima de mi sujetador y estómago.
Asentí con la cabeza. —Sí. No creo que estaría muy contento si llegaba a casa y descubriera que me has visto sin la blusa, Horan —dije con fingido horror. Se rió y se sentó, agarrando mi camisa del suelo y pasándomela, besándome otra vez con ternura.
Cuando los dos estábamos completamente vestidos de nuevo, nos sentamos viendo la televisión hasta que Harry volvió a casa. No podía mantener la sonrisa fuera de mi cara, Niall me amaba y yo lo amaba y todo era perfecto. Harry volvió a casa y ellos jugaron en la Wii mientras yo hacía mi tarea, tratando sin éxito, de no mirar el culo de Niall mientras permanecía de pie delante de mí. A las diez se fue a casa para cambiarse de ropa y ver a sus padres durante media hora antes de que se colara por mi ventana esta noche. Apenas podía contener mi emoción por estar de nuevo con él.
—Así que, ¿cómo lo están llevando ustedes dos? —preguntó Harry, curiosamente, cuando estábamos por nuestra cuenta.
Sonreí con alegría. —Muy bien en realidad. Gracias por no enloquecer ni hacerle daño ni nada —dije, haciendo una mueca ante la idea.
Él sonrió con tristeza. —Eso está bien. Sólo ten cuidado, es un jugador, no quiero que salgas lastimada. —
Me miró con preocupación. Él siempre fue sobreprotector, pero creo que por crecer en la forma en que lo hicimos, siempre sintió la necesidad de protegerme de nuestro padre. Supongo que ese instinto nunca se fue, incluso después de que mi padre lo hizo.
Sonreí y negué con la cabeza. —No me lastimará —afirmé con aplomo.
Él se rió. —Tal confianza en un chico que nunca se las arregló para conservar una novia antes —reflexionó, sacudiendo la cabeza.
—Harry, Niall es un gran chico, no me lastimará. Él me ama.—Suspiró y asintió con la cabeza.—Yo sé que lo hace. —Frunció el ceño con desaprobación mientras lo decía. No creo que Harry alguna vez aprobara a alguien que yo trajera a casa, era tan condenadamente sobreprotector. Siempre había sido el mejor hermano que una chica podría desear—. Entonces, ¿necesitas hablar conmigo sobre papá o algo? — preguntó, haciendo una mueca ligeramente mientras decía la palabra papá. Cerré mis ojos, había estado posponiéndolo, siquiera pensando en que ese hombre regresara.
—Yo no quiero verlo —dije en voz baja.
Él me atrajo en un abrazo. —Está bien, entonces no vamos a verlo. —Frotó mi espalda con dulzura, mirándome preocupado, como si pensara que iba a tener otro ataque de pánico como la última vez que hablamos de él.
—Puedes verlo si quieres —dije, sintiéndome un poco culpable. No quería detener a Harry de verlo si él quería.
Se rió sin humor.
—En realidad, necesito verlo. —Se encogió de hombros, y mi corazón se hundió, no quería a Harry en cualquier lugar cerca de ese imbécil.
—Bien, bueno, si eso es lo que quieres… —me callé, tratando de no llorar.
Harry se retiró del abrazo y me miró con tristeza. —Yo no quiero verlo, _____(tn), quiero matarlo —afirmó, encogiéndose de hombros casualmente, haciéndome reír. Le di una palmada en su hombro haciéndole reír.
—Te prometo que no dejaré que te haga daño, nunca más. —Besó el lado de mi cabeza con suavidad, todo su cuerpo tenso. Sabía que Harry siempre se sintió culpable de que no hiciera algo pronto. No creía que jamás se hubiera perdonado a sí mismo por ello, pero era una creencia irracional, nada de eso fue su culpa, sin embargo tomó toda la culpa por no ponerle fin antes de lo que lo hizo. Creo que olvida que él pasó por eso también, simplemente se preocupa por mí siempre. En realidad nunca habla del hecho de que probablemente se lesionó el doble de lo que yo porque siempre me estaba protegiendo. Siempre parece olvidar que era un niño en ese momento también, que no podía haber hecho nada al respecto de todos modos porque no era lo suficientemente fuerte.
—Sabes que eres el mejor hermano del mundo, ¿verdad? —dije, sonriendo feliz.
Asintió con la cabeza, sonriendo hacia mí. —Sí, lo sé —respondió engreídamente, haciéndonos reír de nuevo.
Suspiré, sintiendo el agotamiento filtrándose en mí. —Me voy a la cama. Buenas Noches, Harry.—
Besé la parte superior de su cabeza cuando fui a mi habitación, cerrando la puerta detrás de mí por el hábito. Me puse mi pijama y justo cuando estaba a punto de conciliar el sueño, oí mi ventana abriéndose. Le sonreí felizmente mientras Niall se subió en la cama detrás de mí, envolviendo sus brazos alrededor de mí.
—Hola, tú —murmuré soñolienta.
Besó la parte posterior de mi cabeza con suavidad. —Hola, tú —respondió, mientras me acurrucaba contra él.
—Te amo, Niall. —Sonreí mientras decía las palabras, simplemente se volvía más fácil y más fácil decirlo cada vez.
—Te amo más, Ángel. —Suspiré y cerré mis ojos, a la deriva en el sueño, segura y cálida, envuelta en su abrazo.