-Oye, ¿cómo te fue? - preguntó Jane, levantándose de su asiento.
-Sí, muy bien. Tengo que ir a llenar mi receta, y entonces estoy lista. - Enganché mi brazo a través del suyo, tirando de ella hacia la puerta.
-¡Vaya, no puedo creer que vayas a tener relaciones sexuales con Niall Horan! - chilló ella, emocionada.
-Todavía no lo hago. Necesito saber que puede esperar por mí. No estoy lista para eso aún- le dije con sinceridad.
-Él va a esperar por ti. Se ve que está loco por ti. - Jane sonrió feliz y suspiré.
Realmente esperaba que eso fuera cierto. Llené mi receta y Jane me dejó en casa. Harry aún estaba en el trabajo, así que me hice un sándwich y me senté a la mesa para hacer mi tarea. Una vez que terminé, miré el reloj. No era sino las ocho; tenía una hora más hasta que Harry volviera a casa. Sonreí y agarré mi teléfono, marcando a Niall, apenas capaz de contener mi emoción.
-Hola, ángel- respondió él, sonando ridículamente feliz.
-Hola. ¿Quieres venir? - le pregunté, mordiendo mi labio de entusiasmo.
-Claro que sí. Ahí estaré- respondió y colgó. Corrí a mi habitación para comprobar rápidamente mi cabello. Me reí de mí misma cuando me di cuenta que me había convertido en una de esas chicas que pensaban que tenían que verse perfectas para él. Volví a la sala de estar, al mismo tiempo en que él entró por la puerta delantera.
-Hola. - Sonreí.
Él me arrastró en sus brazos y me besó con pasión, haciendo que mi corazón se acelere y mi estómago aletee. Después de un rato se apartó.
-Hola- suspiró, haciéndome temblar de felicidad. -Así que, ¿dónde estabas? Te extrañé- murmuró, poniendo su rostro entre mi cabello y respirando pprofundamente.
Me reí y me aparté. -Vaya, ¿qué? ¿Eres una especie de espeluznante hombre que huele el cabello? - bromeé, tomando su mano y arrastrándolo hacia el sofá y empujándolo hacia abajo.
Él se rió y se apoderó de mi cintura, y me atrajo a su regazo de modo que estaba a horcajas sobre él.
-Te he echado mucho de menos hoy. Odiaba verte y no ser capaz de tocarte. Además, ¿qué diablos fue eso en el almuerzo? ¿Te gustó burlarte de mí? - preguntó, frunciendo el ceño.
Pasé mis manos por su cabello rubio y sedoso, y me reí con aire de culpabilidad. -Tengo que preparar el terreno para mi victoria. No puedo aparecerme frente a Jessica y ser toda: "sí, he ganado la apuesta, ¿cierto?" - le pregunté inocentemente.
Negó con la cabeza, todavía con el ceño fruncido. -Pero eso fue exagerado. Quiero decir, ¿sabes lo difícil que fue para mí no saltarte encima? - bromeó.
Asentí con la cabeza y me mordí el labio para no reírme. -Oh sí, me di cuenta de que fue difícil para ti- me burlé, alzando las cejas a sabiendas, haciéndole reír.
-Mmm, lo que sea. ¿A dónde fuiste de todos modos? Tenía la esperanza de pasar un poco de tiempo contigo esta noche. - Me atrajo más hacia él y me besó en la nuca, haciéndome morderme el labio cuando mi piel se desató en piel de gallina.
Me aparté y me puse de pie, caminando hacia mi bolso de la escuela para sacar la bolsa marrón de la clínica. Me senté en su regazo y sostuve la bolsa en alto para que él tomara. Me miró, confuso, y luego miró a la bolsa. Su cara se transformó desde la confusión, a la comprensión, a la felicidad, a estar molesto. Espera, ¿molesto? ¿Por qué demonios iba a estar molesto conmigo?
-¿Fuiste a hacer esto por tu cuenta? - preguntó, frunciéndome el ceño con enojo.
Negué con la cabeza, un poco confundida por su reacción. -No fui por mi cuenta, Jane fue conmigo - modifiqué, envolviendo mis brazos alrededor de su cuello.