CAPÍTULO 2 (CORONA)

394 25 24
                                    

Daba los últimos toques a su maquillaje después de asearse… Estaba prácticamente lista, recordó el juego entre ella y Hans en la cocina, hace mucho no se reía así. Ese momento en el que ella pudo ser una persona normal y jugar con el hombre que ama como si fueran dos niños pequeños, si su madre estuviera viva y la hubiera encontrado en medio de semejante desastre completamente sucia y hecha un caos, muy seguramente le habría llamado la atención. No pudo evitar sonreír al imaginar a su difunta madre regañándola por comportarse inadecuadamente, alisó la falda de su vestido gris claro y se miró a través del espejo una vez más para sonreírse de nuevo a si misma. Escuchó unos pasos acercarse a ella, miró a través del espejo para encontrarse con la imagen del pelirrojo quien la rodeó con sus brazos y posó su mentón en el hombro de ella…
-Luces muy bella…
Ella solo sonrió ante el comentario del joven.
-Siento que tengo chocolate en la nariz… -Se quejó la rubia-
-Jajaja… Nos divertimos mucho ¿Verdad?
-Si… Fue muy divertido, aun que arruinaste mi pastel. –Dijo ella haciendo un mohín-
-¿Yo arruiné tu pastel?
-Si… Tú.
-Amm, en mi defensa tú empezaste.
-No…
-Si… -Dijo dándole un tierno beso en la mejilla-
-Ahora debemos comprar uno, no quiero llegar ante la reina Arianna  y el rey Frederic sin nada…
-¿Iremos al palacio?
-Si… Si mal no recuerdo para estas fechas es el cumpleaños de la princesa Rapunzel, así que…
-Oh ok, esta bien.
Hans la tomó por la cintura y la giró hacia el para finalmente besarla en los labios.
-Hueles muy bien… -Le dijo el pelirrojo-
-Tu también… -Respondió ella antes de besarlo de nuevo-
-No olemos a pastel fallido.
Ella solo rió ante el comentario del joven.
-¿Vamos?
-Si, ya casi estamos llegando al puerto… Si quieres estar en la cubierta mientras anclo el barco esta bien.
-Si… Ya solo debo alistar algunas cosas que llevar y algo de dinero para comprar el pastel.
-Esta bien.-Dijo separándose de ella para salir del camarote, no sin antes darle un beso en la frente-
La rubia solo sonrió y se giró para alistar algunas cosas que faltaban, al salir de Arendelle ella había tomado la decisión de llevar su mitad del tesoro real con ella, como reina de Arendelle pudo habérselo llevado todo, pero sería injusto con Idunna la pequeñita no debía pagar por lo que su mamá había hecho, y como miembro de la familia real también tenía derecho a una gran parte de ese tesoro. 
****
-Princesa Anna. Su hermana se llevará la parte que le corresponde del tesoro real, pide que por favor firme esto para poderlo hacer. –Pidió Kai-
-Ella no se ira a ningún lado… No voy a permitir que abandone su reino, es… Irresponsable y egoísta. –Dijo con determinación, mientras se ponía de pie para salir del despacho-
Caminó hacía la nueva habitación de Elsa, quien estaba sola alistando lo poco que faltaba para poder salir de su reino finalmente. Hasta que fue interrumpida por un estruendoso ruido en la puerta… Era Anna quien entró sin tocar, abriendo las puertas de par en par.
-¡Tú no vas a ningún lado!
La rubia miró sorprendida a la pelirroja, para después soltar una mirada de indiferencia a su hermana menor y seguir en lo que estaba.
-¿Me escuchaste? No voy a firmar nada… Tú no te vas a ningún lado, y menos con Hans.
-…
-¡ELSA! –La gritó.
Pero la aún reina de Arendelle ni se inmutó, solo siguió haciendo lo que estaba haciendo. Anna se impacientó y se acercó a la rubia a toda prisa y la tomo del brazo, para girarla y quedar cara a cara.
-Escúchame Elsa –Dijo con la voz quebrada, pero firme- No voy a dejar que te vallas de aquí, en verdad me arrepiento de lo que te hice, no voy a poder compensarte ese horrible acto de… Egoísmo y de torpeza, y sé que no merezco si quiera ser llamada tu hermana, por que te herí y de la peor forma. Pero no debes irte, me iré yo… Este es tu reino, no debes abandonarlo por mis equivocaciones, nuestros súbditos y habitantes no tienen la culpa de lo que pasó.
Elsa solo la miraba a los ojos…
-No… No hay palabras para pedirte perdón, y si tu lo dispones te pediré perdón todos los días de mi vida.
La rubia se soltó del agarre de su hermana y solo le dio la espalada, Anna empezó a llorar por su rechazo.
-No te irás de aquí… Yo no voy a permitir que te vallas.
-…
-No voy a firmar nada…
-No necesito tu firma para nada… Es una formalidad nada más. –Dijo con voz neutral pero firme-
Anna solo se quedó observándola por un momento.
-Bien… Solo. –Suspiró- Quiero que sepas que aún así te amo más…
-No digas mentiras Anna. Déjame sola…
La pelirroja quedó en silencio de inmediato, quiso acercarse para abrazarla, ella ya había tomado una decisión y no había marcha atrás, sin embargo contuvo ese abrazo para evitar una pelea o una reacción que le doliera por parte de su hermana mayor. Simplemente salió de la habitación sin decir nada más.
****
Recordó ese momento y suspiró pesadamente… Tomó parte del botín y salió del camarote en busca del pelirrojo… Quien al encontrarlo estaba acercando un poco más el barco al puerto de Corona para por fin descender.
-¿Lista?
-Si.
-Bien. –Dijo el para finalmente dejar caer la pesada ancla al agua.-Listo.
Elsa sonrió, mientras Hans solo la beso rápidamente para bajar la rampa que los ayudaba a descender del barco.
Al bajar Elsa quedó fascinada por lo que veía, Corona era una reino hermoso y lleno de color había vida y alegría por todo el lugar. Dieron un par de pasos antes de que un guardia real se acercara a ellos.
-Disculpen…
-¿Si? – Respondió el pelirrojo, quien sostenía la mano de la rubia-
-Deben… -El hombre miró extrañado a Elsa- ¿Reina Elsa?
Elsa quedó petrificada… ¿Cómo pudo reconocerla?, no llevaba su ostentoso y elegante vestido, y mucho menos tenía puesta su corona, iba vestida como una persona normal.
-Ammm yo… Emm.
-Si, es usted. –Hace una reverencia- Majestad…
-Yo… Ya no…
-Disculpe, si no es mucha molestia-Interrumpió Hans al ver que Elsa estaba incomoda y nerviosa- Nos gustaría que nos indicara donde podemos comprar un pastel.
-Si, claro. Alteza… Los guiaré con mucho gusto.
-Gracias… -Respondió ella tímidamente-
Hans se quedó observándola un momento algo preocupado, ella se veía incomoda por que uno de los guardias de Corona la había reconocido, eso definitivamente no era lo que ella quería.
-¿Estas bien?
-Uhmm no…
Hans la tomó de la mano para reconfortarla mientras caminaban por el reino.
-¿Quieres irte?-Preguntó él-
-No.
Pasaron un rato dirigidos por el guardia quien los guió hasta la pastelería del reino.
-Aquí es Majestad, esta es la nuestra pastelería.
-Gracias…
-Los esperare aquí con uno de nuestros carruajes…
-Emm disculpe… -Interrumpió ella dulcemente- Nos gustaría recorrer el reino caminando un poco, en realidad… Estaría agradecida con usted si… Por el momento no le informa a la reina Arianna, al rey Frederic y a la princesa Rapunzel de mi presencia en el reino. Solo… Quiero visitarlos de sorpresa por el cumpleaños de la princesa.
-Oh… Entiendo alteza… Yo no diré nada, sin embargo es mi deber como guardia real de Corona escoltarlos hasta el palacio.
-La verdad… No sé cuanto nos tardemos aquí, y como mencioné con anterioridad, me gustaría recorrer el reino caminando. Quisiera conocerlo y disfrutarlo un poco antes de ir al palacio.
-Bien, entiendo reina Elsa.
-Quedo muy agradecida con usted por entender… En verdad aprecio su ayuda y su discreción.
-No es nada alteza…- Hace una reverencia y se aleja dejándolos entrar-
El pelirrojo estaba sorprendido por la forma en la que ella había persuadido a aquel guardia.
-Pensé que habías dejado a la reina en Arendelle…
-Tuve que sacarla a relucir, no quiero que me traten con privilegios ni nada que tenga que ver con la realeza…
-Y para eso, sacaste a la reina… Impresionante.
Elsa solo sonrió…
Pasaron un buen rato seleccionando un pastel, hasta encontrar el perfecto ya que por sugerencia del pastelero escogieron uno con avellanas ya que a la princesa Rapunzel le encantaban… Al salir de la pastelería caminaron por el reino, tranquilos ellos dos nada más mientras iban tomados de la mano, ella se sentía feliz de mezclarse con la multitud sin ser reconocida, por algún motivo algunas personas se quedaban observándola a veces como si supieran quien era, sin embargo después de un rato intentar adivinar solo seguían su camino restándole importancia, cosa que la tranquilizaba y la hacía sentir mejor.
Caminaron por la plaza, observaron que los habitantes del reino estaban decorando el lugar para el cumpleaños de la princesa...
-Aquí todo es lleno de color ¿No crees?-Preguntó él-
-Si… Es muy bello.
-¿Te sientes bien mi ángel?
-Si… Solo estoy algo cansada. Quisiera ir hacia el palacio si no te molesta…
-Claro, también debes tener hambre, casi no desayunaste… ¿Estas nerviosa?
-Algo… No sé que ocurrirá al llegar al palacio, tal vez…
-Tal vez todo va a estar bien, no creo que…
-¿Tenga que dar una explicación?
-Tal vez no… Solo… Relájate… Todo va a estar bien.
-Si…
Caminaron un poco más por el reino hasta finalmente llegar al palacio, al llegar Elsa solo se quedó de pie en frente de la enorme estructura…
-Vamos…
-Si…
Entraron juntos, el guardia que los había encontrado en el puerto los vio entrar y se acercó de inmediato a ellos.
-Majestad- Hace una reverencia-
Elsa corresponde la reverencia.
-Aún los reyes ni la princesa saben de su presencia, si gusta puedo informarles.
-Se lo agradecería enormemente…
El hombre hizo una reverencia de nuevo y se alejó de ellos para dar aviso a los reyes de Corona sobre la presencia de la reina de Arendelle, mientras Hans y Elsa lo seguían por el enorme castillo. Al llegar al salón real el guardia abrió la enorme puerta y anunció la llegada de ellos a los reyes de Corona.
-Majestades… La reina Elsa de Arendelle se encuentra de visita en nuestro reino.
El rey y la reina miraron incrédulos al hombre que les daba la noticia.
-Y… ¿Dónde esta?-Preguntó la reina Arianna-
El guardia señaló a la joven pareja que estaba detrás de él, los reyes de Corona se quedaron un momento presenciando lo que veían, observaron a la joven de pies a cabeza, sin creer que ella fuera la elegante reina de Arendelle, se veía tan simple y normal… Elsa y Hans hicieron una reverencia ante los dos mayores que los miraban con asombro.
-¿Reina Elsa? –Pregunto el rey Frederic-
-Rey Frederic, es un honor conocerlo. 
-El honor es mío majestad… Luce… Diferente.
-¡Frederic!
-Lo lamento…
-Elsa… Solo, Elsa… La corona ya no me pertenece.
-¿Qué? –Dijeron los dos al tiempo- Disculpe majes… Elsa… No entiendo. –Comentó la reina Arianna-
-Es… Una historia larga.
Ambos reyes bajaron las escalinatas de su salón real y se acercaron a la joven pareja.
-Disculpe joven… Usted no es… -Comentó la reina de Corona-
-Si reina Arianna. –Respondió el pelirrojo-
-¿Hans Westergaard? –Preguntó el rey-
El rey Frederic desenfundó su espada de inmediato para apuntarle a Hans, mientras la reina Arianna haló hacia ella rápidamente a la rubia.
-Majestad, no se preocupe la liberaremos de este rufián, ¡GUARDIAAAAS!-Gritó el rey Frederic-
-NOOOOO, Espere… -Pidió Elsa- Por favor no lo lastime…
La reina Arianna la miró confundida, mientras eran los cuatro rodeados por varios guardias que entraron corriendo al salón.
-Por favor rey Frederic, sea razonable… No lo lastime se lo suplico.-Pidió de nuevo-
-Majestad, esta en peligro… Y mi deber es ayudarla… -Dijo él rey sin quitarle la mirada de encima a Hans.
-No estoy en peligro. Por favor, pídales a sus hombres que bajen sus armas… Se lo imploro.
-Pero… No comprendo majestad. –Comentó la reina Arianna-
-Yo les puedo explicar, pero por favor… No le hagan daño.
El rey Frederic miró a Hans a los ojos y con mucha desconfianza bajó su espada, Hans estaba paralizado del susto, mientras Elsa se acercó gentilmente al rey.
-Por favor, pídales que se retiren de aquí… Confíe en mí, por favor. Yo puedo explicarle todo. –Dijo la rubia-
-Esta bien… -Dijo el rey mirándola aún sorprendido- Retírense por favor, fue una falsa alarma.
La reina de Corona tranquilizó a los guardias y les aseguró que todo estaba bien, lentamente fueron abandonando el gran salón.
-¿Segura que esta bien alteza? –Preguntó el rey a la rubia-
-Si, estoy muy bien rey Frederic, creo que les debo una explicación… Verán… Hans es…
Ahí se quedó pensándolo un segundo, ¿Qué era Hans para ella? Claramente no habían definido eso, su esposo no era, pues ella no recordaba que el pidiera su mano, y mucho menos su prometido…
-Estamos juntos majestad. –Terminó él-
El rey y la reina de Corona estaban más que confundidos.
-Lo lamento, estoy confundida. –Dijo la reina-
-Verá majestad… Yo entregué…
-¡¡¡PADRE, MADRE!!! –Entraron de golpe Rapunzel y Eugene casi corriendo- ¡¿ESTAN BIEN?!
Eugene entró con la espada en la mano, amenazando a Hans… Mientras Rapunzel sostenía un sartén lista para atacar.
-Tranquilos… Todo esta bien, Eugene… Baja esa espada, no sobre actúes. –Regañó el rey al joven-
-¿Qué ocurre? –Preguntó la rubia de ojos verdes-
La reina Arianna notó que era obvio que Rapunzel no sabía quien era la rubia platinada.
-Hija… Te presento a la reina Elsa… Ella es la soberana de Arendelle.
La rubia se quedó un momento observando a la platinada… -No parece una reina, no se ve como una- Pensó para si misma…
-Princesa Rapunzel, es un honor conocerla finalmente…-Hace una reverencia-
-Majestad. –Corresponde la reverencia-
-Disculpen… Pero…. No entiendo que esta pasando. – Dijo Eugene-
-Emm bueno, ella esta aquí por que… ¿Por qué? –Preguntó aún confundida la reina Arianna.- Nos explicaba antes de que ellos llegaran que había ocurrido.
-Si… Amm yo.
-Disculpe majestad… ¿Le parece bien si nos explica en el almuerzo? En realidad estoy interesado por saber pero… No quisiera incomodarla con el estar de pie aquí…
-Si, les parece a los dos sí ordenamos que les alisten las habitaciones… -Preguntó la reina Arianna-
-Amm si… Esta bien. –Respondió Elsa-
-¿Habitaciones? –Preguntó en voz baja Hans a Elsa- Ella hizo caso omiso a la pregunta del pelirrojo.
-¿Son solo ustedes dos? ¿Su hermana no viene con usted alteza? –Preguntó la reina
-Ammm no… Ella… -Se quedó un momento pensando en que decir- Ella se quedó en Arendelle.
-Oh… Si, ella ya es madre… Se quedó con la pequeña princesa Idunna ¿Verdad?
-Si… Por eso se quedó. –Respondió la rubia.
-Bien… Iré a pedir que alisten sus respectivos aposentos.
-Gracias Majestad…- Agradecieron los dos-
El momento había sido más que incomodo, primero por la llegada sorpresiva de ellos dos, luego por tener que dar explicaciones de por que Hans iba con ella, él que trato de matarla… Incluso había sido incomodo para los dos aceptar habitaciones separadas, al pelirrojo no le había gustado nada eso. Sin embargo para evitarle más estrés y más cosas que explicar a Elsa, prefirió no decir nada.
-Y… -Dijo Rapunzel para romper el silencio incomodo- Tú eres la reina de Arendelle…
Elsa solo asintió amablemente, no quería ese titulo más pero al parecer a donde quiera que fuera para su pena la gente se lo recordaba.
-Eres muy bella. –Comentó la ojiverde-
-Gracias, también tú… Eres muy hermosa.
-Gracias… El… -Dijo tomando a Eugene del brazo- Es mi prometido, Eugene Fitzherbert.
-Hola majestad. –Saludó a la reina de Arendelle, mientras hacía una reverencia-
-Hola… No sabía que estabas comprometida. –Comentó la platinada-
-Ohh si… Eugene y yo ya llevamos un tiempo comprometidos, aún no hemos fijado la fecha del matrimonio.
-Entiendo… -Es muy joven- Pensó Elsa para si misma-
-Y… ¿El es tu prometido? –Preguntó inocentemente Rapunzel-
Tanto Elsa como Hans, se quedaron mudos, no supieron que responder, la rubia platinada se sonrojó solo con la pregunta.
-Aamm no… Él y yo… No… No somos… No estamos- Tartamudeó-
-No. No… Nosotros solo… -Tartamudeó él también.-
-Oh… -Rapunzel solo los observó nerviosa, sintió que dijo algo inadecuado e imprudente- Entiendo… Bien…
Mientras el rey Frederic observaba la escena se preguntaba que relación tenían ellos dos. Algo que ni ellos dos sabían.


Hooolaaa niñas, aquí el siguiente capítulo de esta historia...
Espero que les haya gustado, no olviden comentar votar, e invitar a más gente para que lea esta historia ya saben que eso me motiva a seguir escribiendo, aunque la verdad quede algo triste, o no sé si no leyeron el capítulo anterior pero solo hubo un comentario y eso me preocupa, en realidad no se si no gustó o no sé, pero saben que siempre tomó muy en cuenta sus críticas ya sean buenas o malas y siempre estoy dispuesta a mejorar... Pero si veo que la continuación no tiene buena acogida muy seguramente la suspenda y no siga escribiendo, en realidad siempre tengo muchas ideas pero es frustrante que algo a lo que dedicas tiempo y neuronas no guste.
No siendo más me despido y hasta una posible nueva actualización un abrazo a todas. BYEEEEEE
👋😘❄

EVER AFTER IN THE SEADonde viven las historias. Descúbrelo ahora