Nueve meses habían transcurrido desde que llegaron a Sudamérica, estando en la primera parada trazaron su ruta de viaje, el vivir en diferentes lugares de el continente les abrió los ojos a cerca de el recelo que muchos habitantes del lugar les sentían. Los pocos días que pasaron en la primera parada les mostró el terrible error que habían cometido muchos de los colonizadores que a esas tierras habían llegado, las invasiones bárbaras e injustas que habían tenido que vivir los lugareños, horrorizados entendieron el por que los padres de los niños pequeños no permitían que ellos dos se acercasen.
-No puedo creer lo que acabo de oír... -Comentó preocupada-
-...
-¿En que cabeza cabe llevarse a los niños de otras personas para "re educarlos"? No tienen corazón. Separar a los niños de sus padres es imperdonable.
-Bueno, eran salvajes.
-¡NO! No necesitan que otros les digan como vivir, no necesitan que los "re eduquen", ellos estaban bien como estaban.
-Ángel, es parte de la vida, buscar otro tipo de civilización, estas personas no eran civilizadas.
-Claro, por que es muy civilizado llegar con armas, espejos y objetos de valor para engañarlos, robarles, sus tierras, imponerles una creencia que no es de ellos y de paso llevarse a los niños lejos de sus padres. Que civilizados...
-Cálmate... -Dijo en tono conciliador-
-No... Hans, tenemos que hacer algo. Yo no puedo estar tranquila sabiendo todo esto, no puedo, en verdad no puedo.
-¿Que?
-Tenemos la obligación de buscar a los niños, sacarlos de donde los tienen, y devolverlos a sus padres.
-Elsa por dios... Eso pasó hace mucho, muy seguramente muchos de esos niños ya son adultos, y tal vez... No sé, fueron vendidos como esclavos, o tal vez ya estén muertos.
-¿Esclavos? ... ¿Como sabes todo esto?
-Suspiró resignado- Por que mi hermano Arthur formó parte de los primeros colonizadores, él y mi padre.
Elsa se quedó observándolo sin decir nada...
-Incluso llevaron algunos niños de aquí a las islas del sur...
-Diooos... -Pudo decir mientras consternada cubría su rostro con las manos-
-Bueno era normal.
-No, no es normal-Lo interrumpió furiosa-
-No te desquites conmigo por que yo no tengo la culpa...
-No me estoy desquitando contigo... -Dijo firmemente colocando en alto su nariz mientras furiosa le sostenía la mirada-
-Por favor no peleemos por esto.
-No estoy peleando contigo, es que me angustia que lo veas tan normal... Que me digas algo así tan delicado como si fuera cualquier cosa.
-Elsa... Esas cosas pasan.
Ella solo lo miraba consternada por lo que decía.
-Como si en tu reino no hubiese pasado.
La mirada inquisitiva de ella no se hizo esperar ante ese comentario.
-Pues te equivocas por que en mi reino jamás haríamos algo así.
-¿Estas segura? -Preguntó desafiante-
Ella solo se quedó observando la expresión desafiante de Hans, mientras se preguntaba por que tanta seguridad en lo que decía.