CAPÍTULO X

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¿Y si nos roban? ¿Si alguien enta a casa y se roba todami plata? Es un problema tener plata. Si habia algo antes que no me interesaba era el.tema de la seguidad. Pero luego de la venta delos discos se me dio por leer detenidamente la seccion policial del diario. Qué mundo violento en el que vivimos, se lee cada cosa. Encima los diarios explican todo con lujo de detalle: lo fácil que es convertirse en hombre araña y entrar por el balcón de un departamento, secuestrar a alguien y pedir rescate o los horarios ideales para asaltar un almacén. Las notas parecen un manual para delicuentes principantes. No, no me gustaba tener tanta plata en mi casa pero, ¿qué podía hacer? ¿Meterla en un banco? Cualquier argentino sabe que eso no es ninguna seguridad. Tenía que hacer algo. ¿Comprar dólares? Porque encima también está el tema del dólar que sube y baja y toda esa plata que tenías se convierte de un día para otro en papelitos de colores sin ningún valor. Así que, después de pensarlo bien, decidí invertir en lo único que siempre es necesario: comida. Salí a recorrer los supermercados de la zona buscando las mejores ofertas en alimentos no perecederos. Es todo un tema el de las ofertas, en general son muy tramposas. Un supermercado tiene descuento los días miércoles, otro los jueves, otros cuando la compra es superior a determinado monto, en algunos casos aseguran tener el precio más bajo pero no siempre es tan así. Luego de pasar unos cuantos días con la cuestión y dedicarle muchas horas a caminar y buscar precio, logré comprar cada producto a su precio más bajo. Sobre todo compré arroz, fideos, azúcar, sal, polenta, latas de todos los tipos y té (que no es tan necesario pero me gusta mucho). Día a día fui guardandi en la baulera y en el mismo mueble que antes tenía lleno de discos, todos estos productos. Me entretuve varias horas armando la lista de mi nueva colección y acomodado todo. A la noche, ya no escucho música, pero la imagen de los paquetes de arroz,fideos y polenta prolijamente acomodados me da tranquilidad necesaria para dormir.

En la Línea RectaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora