CAPÍTULO IX

4.9K 71 5
                                    

Estoy seriamente preocupado por la economía de mi familia. Para empezar, mi padre era un profesional independiente, lo que quiere decir que de sus ingresos sólo nos queda una mínima pensión. Por otro lado, el compprtamiento errante de mi madre, que aún no sé bien a qué responde, y sus constantes faltas al trabajo hacen que me pregunte si no faltará poco para que la echen. ¿Y entonces qué? ¿De qué vamos a vivir? En todos estos años supongo que mi familia tuvo siempre una posición acomodada. No somos ricos para nada, pero nunca nos ha faltado algo, tenemos auto, íbamos de vacaciones todos los años y otras cosas que yo definiría como normales y necesarias.

Siento como si fuéramos malabaristas realizando nuestros maracillosos actos confiados en que abajo hay una red, pero de golpe nos venimos abajo y mientras estamos en plena caída nos damos cuenta de que no nos espera ninguna red sino el duro y frío piso. Demasiado vértigo.

Este tema me tiene muy preocupado así que decidí tomar cartas en el asunto. ¿De qué sirve tener miles de discos si uno no siente la música? Por eso cargué mi colección en tres mochilas y dos bolsos de mano. Me fui para el parque Rivadavia (el lugar indicado si se necesita vender o comprar discos). Tendríab qur haber visto la cara del tipo del puesto cuando empecé a sacar mis compactos. Se le caía la baba. Tenía más y mejores discos yo en mis mochilas que él en el puesto. Trataba de disimular su alegría pero no podía. Ante sus ojos tenía ni más ni menos que la historia entera del rock (o al menos lo más importante de ella). La colección entera de los Beatles (rarezas incluidas); de los Stones; Pink Floyd; The Kinks; The Who; Led Zeppelin; Iggy Pop; Lou Reed; The Doors; Bowie; Emerson, Lake and Palmer; King Crimson; The Clash; Ramones; The Cure; Red Hot Chili Peppers; Sonic Youth; Björk; Dr. Dre; Wu Tang Clan; The Roots; Living Color; Tupac; Snoop Dog y todo lo que se les ocurra.

Me fui al parque von mis bolsos vacíos y muchq plata. Mucha de verdad, nunca había tenido tanta junta. Suficientr para comprar una moto nueva o un auto viejo. Por el momento la guardé en el cajón de las medias. El enorme mueble que antes usaba para guardar mi colección de discos ahora está vacío. Esto me producir una sensación extraña.

En la Línea RectaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora