CAPÍTULO XXV

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Hay una nueva moda en el colegio. Ahora a todos se les dio por tratar de convencerme de que determinado grupo musical es "realmente bueno" y no una basura como el resto. Por eso tengo que pasar la mayoría de mis recreos escuchando la música que me traen, mientras me miran como diciendo "viste que son buenos..." Y la verdad es que ya no tengo ganas de hablar de música. Ni bien, ni mal. Si al principio se me dio por criticar a todo aquel que se haya colgado una guitarra, ahora el tema me es indiferente. Ya no me importa si Bowie es mejor que Lou Reed o si Coldplay es muy inferior a Radiohead; no me importa si Soda Stereo fue la mejor banda argentina, o si fue Sumo o los Fabulosos Cadillacs o Seru Giran. Sencillamente no me interesa. Creo que el gran descubrimiento de estos días es que la música (el rock) no es algo tan importante como yo creía. Esta bien, esos digo ahora. Quizás, si el día de mañana mi oído (o corazón) vuelve a funcionar y siento la música, pensare distinto. Pero creo que, aunque pase, nunca más la música ocupara en mi vida el lugar que ocupaba antes. Es que le daba demasiada importancia. Ahora veo que era el centro de mi vida y mi principal ocupación.¿Y qué sentido tiene?¿qué sentido tiene acumular discos? Mi padre silenciosa a vinilos, hoy ha no sirven para nada.

O quizás si. No se. Otra cosa que me esta pasando: no poder decidirme. Por ejemplo, pienso que determinada cosa no me gusta y al ratito pienso que quizás si, o que tal cosa esta mal pero pensándolo mejor en realidad está bien, o que todo debería cambiar aunque tal vez es mejor que todo siga igual. Nos pensamientos están llenos de la palabra "quizás" y casi todas mis conclusiones terminan con un "no sé". Por eso, quizás está bien tener discos, quizás sea lo mejor que se puede hacer en esta vida, quizás mañana mismo empiece otra colección. No sé. No sé, no sé... siempre "no sé".

El sábado fui invitado a una fiesta del colegio y podría decir que fue el punto más alto de mi popularidad. Se trataba del primer evitar en vivo de "Los Póngidos" (un nombre realmente horrible), la banda formada por los chicos más grandes, lindos, cool, in, top, alta onda, fashion y cuánta palabra exista en inglés o castellano para denominar a los más populares. Cuando estaba terminado el recital, el cantaba te anuncia que van a tocar un tema compuesto en mi honor. Todo el colegio se da vuelta hacia donde estoy al escuchar mi nombre. Entonces Los Póngidos tocan "El rock es una porquería", letra al parecer inspirada en mis opiniones musicales, cuyo estribillo dice "El rock es una porquería, pero no puedo dejar de tocar". Por lo menos el tema es fiel a su letra. Es una porquería.

En la Línea RectaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora