CAPÍTULO XXXVIII

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Es la fiesta de cumpleaños de Kk padre. Ella está en la cocina, preparando bocaditos para los invitados. Se la ve bien. Más tranquila. Espero que esté mejor. Me sonríe y guiña un ojo mientras prepara una bandeja de galletitas con queso. Sí, está mejor. Hay bastante gente, cerca de cincuenta personas. Mis tías, mis primos, compañeros del trabajo de mi mamá, algunos vecinos. Yo invité a Laura pero todavía no vino. Mi hermanito está rodeado por un grupo de conocidos de mi mamá. Cuando paso cerca, escucho que les habla de filosofía China. Creo que son cosas que le enseñaron en Kung Fu. Saludo a los invitados, cruzo frases de compromiso. Con los familiares, dejo que mi madre me bese y abrace un poco en público. Luego salgo al patio.

No tenemos un gran patio: unas cuantas baldosas, una parrilla y, en el único pedazo de tierra que hay, un árbol que sobrevive como puede. Me acerco al árbol. Entonces recuerdo que mi padre pasaba muchas horas bajo ese árbol. Papá fumaba, pero mamá, que no sólo no fuma sino que directamente odia el olor del cigarrillo, no le permitiría fumar dentro de la casa. Por eso papá iba al patio, se apoyaba en el árbol y fumaba su cigarrillo. Yo, siempre detrás de él, aprovechando para tratar de obligarlo a jugar un poco a la pelota. Recuerdo que papá mientras fumaba, me miraba y decía "fumar está mal", y luego daba pitadas con placer. 

Papá.¿Qué pensaría? ¿Qué pensaría de lo que estuvo pasando este tiempo? ¿Del Kung Fu? ¿Del trencito de la alegría? ¿De la nueva carrera de mi madre? No hay manera de saberlo. Pienso ahora que sí mi padre no hubiese muerto, ti no habría comenzado a trabajar en el trencito de la alegría ni conocido a Laura, y mi hermano no habría descubierto el Kung Fu ni madre estudiaría historia y ... todo sería distinto. Entonces...¿Tenía qué pasar?... No sé. Todos vamos a morir, eso es lo único seguro ene ata vida. ¿Por qué? No voy a ser yo el que responda esa pregunta. Personas más inteligentes lo intentaron y no lo lograron. Sólo puedo encontrar más preguntas. ¿Tiene sentido todo lo que pasó mi familia últimamente? ¿Tiene comienzo esta historia? ¿Tiene final? ¿Empieza cuando muere papá y termina en este cumpleaños de mamá? ¿O empieza en este momento? ¿O empezó cuando nací y terminara cuando me muera? Miro el cielo y sé que está por llover. ¿Sería distinta mi vida si hoy lloviera? ¿Sería distinta la de mi madre? ¿La de mi hermano? Cada cosa que nos pasa, cada persona que conocemos, cada gota de lluvia que cae sobre nuestra cabeza, casa café que tomamos, cada ve que sonreímos, cada día de sol, cada palabra pronunciada, cada mirada, cada pensamiento que llega a nuestra mente, cada momento de esta vida ¿son sólo, u punto suelto sin relación con todo lo demás? ¿La lluvia que está a punto de caer esta relacionada con mi mamá? ¿Conmigo, en este patio, pensando en lo viejo? ¿O sería obvia si brillara el sol? ¿Pensaría yo en todo esto sí brillará el sol? ¿Las cosas pasan sin sentido, si tener una que ver con la otra? ¿La vida es h a sucesión de puntos sueltos? ¿O esos puntos sueltos forman una línea? ¿O existe una misteriosa línea recta que une. Amo padre, con la música, con el Kung Fu, con el trencito de la alegría, con la lluvia que era por caer y con todas las cosas del universo?

Miro adentro y veo que llegó Laura, me saluda con la mano y le respondo. Hoy voy a besarla y ella lo sabe. Ambos sonreímos. Recuerdo perfectamente a mi padre. Recuerdo cómo se movía, cómo respiraba, cómo era el tono de su voz y cómo de le revolvía el pelo. Apoyó mi mano en el árbol y es como si pudiera verlo. Laura me espera. Voy a entrar. Mi nombre es Damián. El 24 de febrero murió mi papá. Y la vida sigue.

En la Línea RectaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora