NataliaDespierto en medio de la oscura y fría habitación, abrazándome a mí misma. El minisplit estaba programado y debió apagarse hace unas horas, pero dejó la habitación convertida en un congelador, por esa razón a pesar del grueson edredón tengo frío. No tardo en darme cuenta de que estoy acurrucada muy cerca de Sam y al instante me debato en un pequeño dilema, ¿Me quedo aquí o regreso a mi lado de la cama? Lo pienso unos segundos y llego a la determinante conclusión de que lo mejor para evitar algún malentendido es que me aleje de ella.
Giro sobre mi espalda para quedar boca arriba, pero al intentar deslizarme hacia mi lado de la cama, siento enseguida un brazo que rodea mi abdomen. Como si fuera poco, Sam me atrae hacia ella y pasa una de sus piernas por encima de mis muslos. Me estremezco ante el contacto y al mismo tiempo quedo completamente petrificada. Mi corazón se ha acelerado al máximo, apenas respiro y definitivamente ya no tengo frío. Ahora más bien siento escalofríos que recorren mi cuerpo con cada pacífica respiración de Sam cerca de mi cuello. Ella sigue dormida y yo trato de relajarme pues creo que sólo tengo una opción: Disfrutar el momento.
No tengo idea de qué hora es, pero estoy segura de que aún falta mucho para que den las 5:30 de la mañana. O eso quiero creer. Y no me preocupo por cuanto tiempo transcurrimos Sam y yo en la misma posición, porque en este momento solo tengo algo presente, que podría estar así para siempre, por el resto de mi vida con Sam casi encima de mí, sintiendo el calor que irradia de su perfecto y precioso cuerpo. Cierro los ojos y me quedo así, inmóvil, solo disfrutando de la maravillosa sensación.
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Pasaron muchos, muchos minutos y creo que me quedé dormida por un rato porque cuando abro los ojos, la escasa claridad de la habitación me hace saber que ya está amaneciendo. Me estiro un poco, solo para tomar mi teléfono del buró porque necesito ver la hora, pero al hacerlo Sam me aferra más fuerte y entre sueños suelta un gemido de queja que me resulta encantador. No puedo evitar sonreír, pero me asusto cuando la siento volver a removerse y me quedo completamente paralizada por el miedo a que se despierte y estemos en esta posición. Afortunadamente ella vuelve a acomodar su mejilla en mi hombro y sigue durmiendo.
Espero unos segundos y decido hacer otro intento por tomar mi teléfono, pero esta vez solo alargo mi brazo, estirándolo lo más que puedo, y cuando finalmente tomo el teléfono, presiono el botón para encender la pantalla y veo la hora. ¡Ya pasan de las seis de la mañana! Por primera vez me lamento por tener que ir a trabajar, pero así es la vida, así que con cuidado vuelvo a dejar el teléfono sobre el buró y uso toda mi fuerza de voluntad para decidirme a levantarme.
Tomo suavemente el brazo con el que Sam me está rodeando el abdomen y lo levanto despacio, con cautela, pero un suave gemido brota otra vez de su boca, se vuelve a remover y me sujeta contra ella de nuevo, ahora con mayor tenacidad. Sentirla a mi lado, abrazándome y escuchar esos tiernos gemidos mientras duerme, es como estar en el cielo. Pero el gimnasio me espera, es mi trabajo y no quiero volver a llegar tarde, así que vuelvo a posar mi mano sobre la suave piel de su brazo y lo levanto con extremo cuidado, después me deslizo con lentitud a un lado. Sigo maniobrando con cautela y cuando estoy casi completamente libre y en el último paso de la operación escape secreto, Sam vuelve a moverse y...
— ¿Que...? —balbucea, ahora sí despertándose.
Ella se levanta un poco, apoyándose en un brazo, y en la poca claridad que el amanecer ofrece a la habitación, me ve tan cerca de ella, podría decirse que casi debajo de ella, y su pierna de la cual trataba de liberarme aún está sobre mis muslos. Creo que ella analiza la situación con detenimiento mientras sus ojos recorren la posición en que se encuentran nuestros cuerpos y aunque no tengo la menor idea de qué esté pasando por su mente, de algo estoy segura, de que no es nada favorecedor para mí. Y termino de comprobarlo cuando se aleja de mí rápidamente, volviendo a su lado de la cama como si estuviera asustada.
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Compañeras de Departamento [Editando]
RomanceNatalia solo quiere un trabajo estable, y con suerte, encontrar el amor. Samantha es odontóloga y tiene novio, pero no está segura de si él es el indicado. Esta historia cuenta el día a día de varias chicas, con personalidades diferentes, con pasado...