LucíaCuando finalmente llego a donde dejé aparcado mi auto, respiro aliviada al verlo ahí, intacto. Uso el mando para desbloquear la puerta y la abro rápidamente.
Una vez dentro de la seguridad del BMW, por fin logro sentirme un poco más tranquila. Esta mañana fue un tanto... inapropiada. Pero... ¡Dios mío, todavía no recuerdo en su mayoría lo que ocurrió ayer por la noche y eso me sigue angustiando! Yo no suelo comportarme de la forma en que lo hice. Todo estuvo fuera de mi conducta juiciosa y hasta ahora lo único que me reconforta es la sincera explicación que me dió la joven que tuvo la bondad de llevarme a su casa. Escuchar de ella que mi error no pasó a mayores logró calmar mis aterradoras suposiciones anticipadas. Me pregunto por qué ella se tomaría tantas molestias de ayudarme si soy una completa desconocida para ella. Aunque indudablemente eso confirma mi teoría de que sigue existiendo gente buena y gentil en el mundo. Es gratificante saber que aún existen personas bondadosas que solo procuran el bien de su projimo sin esperar algún beneficio a cambio.
Y ahora que lo pienso con más claridad, creo que quizá debí haber buscado la manera de compensar a esa joven por todas sus atenciones. Estoy consciente de que un regalo monetario no se compara con lo que ella hizo por mí, pero eso habría marcado una gran diferencia a mi falta de cortesía.
Continúo reprendiéndome severamente por mi falta de gratitud y tomo mi teléfono móvil del bolso queriendo ver la hora, entonces descubro que tengo varias llamadas perdidas de Emma. Y de inmedito decido enviarle un mensaje de texto porque al no haberle respondido ella debe estar algo preocupada.
Dejo el teléfono en la consola central e introduzco la llave del auto en la ranura y enciendo el motor. Antes de empezar a conducir me coloco el auricular para llamadas y lo conecto por vía bluetooth a mi teléfono por si Emma me hace una llamada mientras estoy conduciendo. Tengo que llegar lo antes posible al departamento porque debo tomar un necesario baño y ponerme un conjunto de oficina limpio para presentarme en el bufete dentro de una hora.
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Aproximadamente una hora y media después, ya habiéndome ocupado de mi higiene y arreglo personal, estoy saliendo apresurada del ascensor con mi bolso colgando del brazo y el teléfono móvil en la mano. Estoy en el estacionamiento subterráneo del edificio y ya voy con demasiado retraso.
Me detengo junto a mi vehículo, abro la puerta con el acompañamiento del mando a distancia y me apresuro a entrar al BMW. Rápidamente inserto la llave en la ranura, enciendo el motor y de nuevo me coloco el auricular en el oído antes de empezar a conducir.
No tardo en salir del estacionamiento y mezclarme una vez más con el movido tráfico de la ciudad, sin embargo, las consecuencias de haber ingerido tanto alcohol empiezan a hacerse presente. A pesar de que tardé lo suficiente dentro de la ducha de agua fría, la pequeña jaqueca continúa dentro de mi cabeza, incluso se ha vuelto más intensa. Definitivamente necesitaré un café muy cargado.
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Compañeras de Departamento [Editando]
RomanceNatalia solo quiere un trabajo estable, y con suerte, encontrar el amor. Samantha es odontóloga y tiene novio, pero no está segura de si él es el indicado. Esta historia cuenta el día a día de varias chicas, con personalidades diferentes, con pasado...