Ya las praderas estaban en paz y el joven león había conocido a su princesa. pero... ¿qué pasaría si no estuviera seguro de lo que siente? ¿qué pasaría si decidiera continuar en las praderas? ¿qué pasaría si pusiera su deber sobre sus sentimientos?
...
Era muy arriesgado. No quería usar el rugido para mi propio provecho. Solo debía ser para emergencia. Pero estaba algo débil debido a lo sucedido. Estuve casi toda la noche sujetandome a ese tronco en el rio. Todavia no sé si tenga suficiente fuerza para luchar contra una pantera.
- o simplemente unirse a nosotros. - dijo la pantera - aceptando ser parte de mi manada. Y aceptandome como su único rey. -
*nunca*
Fuli no se daba porvencida. No le tenía miedo a esa pantera pero sería mentir decir que no notaba lo preocupada que estaba.
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Miré a la pantera, la cual estaba de lo más confiada. Suponía que ganaría eligiera lo que eligiera.
- de acuerdo - dije decidido a ganarle a ese engreído - lucharé contigo. Si gano nos das nuestra libertad a mí y a fuli. - dije esperando a que cumpliera lo que pedí si ganaba.
- pero si pierden - dijo dignandose a prestarme más atención - ambos se quedan. -
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Narrador
- ¡ya déjenme! - pedía fuli al par de tigres que no la dejaban alejarse.
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Se encontraban en una zona espaciosa y con solo arena pero seguían estando rodeados de esas extrañas rocas como muralla.
Kion estaba en el centro igual que Sirhan. Ambos alejados a pocos metros de distancia.
Todos prestaban atención para no perderse la pelea que se avecinaba.
Fuli estaba a varios metros alejada de ellos. Los tigres no le permitían acercarse al combate, esa era la orden dada.
- machos. - dijo molesta por todo. *¿simplemente por el hecho de ser machos creen que pueden pelear por mi libertad o no?*
Kion estaba listo, igual que Sirhan.
Sin esperar un momento más. Sirhan corrió hacia kion dispuesto a atacarlo y el joven león no se quedó atras.
Kion pensó en golpearlo pero sirhan fue más rápido. Esquivó a kion y aprovechó de golpearlo con sus garras fuertemente.
