Ya las praderas estaban en paz y el joven león había conocido a su princesa. pero... ¿qué pasaría si no estuviera seguro de lo que siente? ¿qué pasaría si decidiera continuar en las praderas? ¿qué pasaría si pusiera su deber sobre sus sentimientos?
...
Todas las hienas preparaban todo. El lugar había sido arreglado con pintura de todo los colores dándole mucha vida al lugar. Había flores adornando todos lados.
Rafiki había sido invitado para unir a la feliz pareja.
Los chicos ya estaban listos, los cuales no habían visto a las chicas desde que las despedidas comenzaron.
- ¿por qué tardaran tanto? - dijo bunga sin entender por qué esperaban tanto por las hembras.
Kion
Yo me encontraba hablando con janja para darle ánimos.
El pobre solo caminaba de un lado al otro nervioso por la boda.
- ¿todo esta marchando bien? - decía con su nerviosismo, el cual no lo dejaba pensar claramente. - ¿todavía no han llegado? ¿por qué no la he visto desde ayer? ¿se habrá arrepentido? ¿será que se quedaron dormidas? ¿será que todo se arregló demasiado pronto? -
Escucharlo hacer preguntas sin sentido me hacía sonreír de una forma burlista.
Se notaba que en verdad sufría con todo ese estrés, pero era simplemente ridículo todo lo que decía.
- janja, respira. - le recomendé.
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Este al escucharme decidió hacerme caso. pero en lugar de calmarse comenzó a tomar aire desesperadamente haciendolo ver aún más ridículo.
*pobre... hasta lo pienso para casarme. No quiero estar en esa situación*
- ¡ya están por llegar! - yo desvié mi atención de janja para notar que unas hienas estaban avisando que jasiri aparecería en cualquier momento.
- bien... se acerca la hora janja. - dije mientras todos tomábamos nuestros lugares.
Janja me pidió estar cerca, así que me paré algo alejado de él, pero no tanto, ya que también me pidió ser testigo.
Rafiki estaba frente a él preparado para ver a jasiri.
Yo miré el lugar y ya todos estaban en sus lugares esperando por ella.
Ya las chicas habían vuelto y todas adornadas con pinturas y colores. Muy lindo la verdad.
Pero no logré encontrar a fuli.
De repente la música comenzó a sonar por el lugar. Dirigí mi vista a un lado y divisé a las hienas tocando con palos, huesos y rocas.
En seguida vimos a las chicas faltantes comenzar a llegar.
Narrador.
Todos estaban sorprendidos por los retoques de la novia y de sus más cercanas amigas, quienes la acompañaban en su camino hasta janja.
