parte 7

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Kion solo se quedó con fuli. El recostaba su cabeza sobre la de la chita. Solo se concentraba en ella y en nada más mientras su tristeza era reflejada en sus pequeños sollozos.

estaba tan metido en sus pensamientos y en su dolor que no se percató de como un joven se acercaba a él.

Kion al abrir sus ojos notó a un pequeño mandril tomando la pata de fuli.

- ¡aléjate de ella! - gritó mientras se ponía de pie y miraba al mandril de forma amenazante. Este cayó al suelo asustado por la reacción del león.

Kion al mirarlo bien notó que ni siquiera era un adulto, era un niño aún. Él cambió su semblante arrepentido de su reacción.

- lo... siento - dijo volviendo a echarse junto a fuli con su semblante igual de triste.

- eres el primer león que veo llorando - dijo el pequeño  - eso es muy raro. Ustedes solo se dedican a gruñir, pelear y cazar.-  kion no le importaba que lo viera en ese estado ni le importaba lo que decía. Su amiga estaba muriendo y no podía hacer nada.

- ¿estas preocupado por la chita? - decía sin dejar de parlotear ni por un momento - tiene una mordida de serpiente muy venenosa. Morirá en solo una noche. Sin el antídoto de mi madre no tiene ninguna probabilidad de sobrevivir.... - hubiera seguido así si no fuera por que kion se levantó de golpe con aquella miraba que atemorizaba a cualquiera.

- ¡¿quieres parar?! - interrumpió fuertemente el joven.

- ¡por lo menos podrías dejar a mi amiga morir en paz! - decía furioso - ¡no quiero saber de tu madre y su

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- ¡por lo menos podrías dejar a mi amiga morir en paz! - decía furioso - ¡no quiero saber de tu madre y su... - aquellas palabras hicieron que el semblante de kion cambiara rápidamente de enojado a aliviado.
- ¿tu madre tiene la cura? - preguntó el león mucho más calmado, produciendo que él mandril se extrañara

- s-si.. - dijo confundido y temeroso el mandril.

- bien... llévanos con ella.- dijo kion más animado y algo apurado.

- ¿qué? ¡no, no, no, no! - dijo el joven preocupado - mi mamá odia a los felinos como tú y tu amiga... me matará si sabe que me acerqué a ustedes. -

- no lo hará - dijo tratando de convencer al joven pero no parecía ayudar ya que se notaba que no quería llevarlos con su mamá - oye - dijo en un tono muy serio mientras el pequeño le daba su atención. - mi amiga es lo único que me queda, esta muriendo y solo tu mamá puede curarla. -

 -

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la guardia del leon. Un Amor InesperadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora