Ya las praderas estaban en paz y el joven león había conocido a su princesa. pero... ¿qué pasaría si no estuviera seguro de lo que siente? ¿qué pasaría si decidiera continuar en las praderas? ¿qué pasaría si pusiera su deber sobre sus sentimientos?
...
Las leonas iran arastradas hasta esconderlas en una cueva. Todas estaban asustadas y no podían ni siquiera llamar por ayuda gracias a que sus ocicos estaban amarrados por lianas.
Fuli no se rendía. Luchaba como podía. Debía ir y avisar a todos antes de que fuera tarde.
Ella pataleaba, trataba de hablar. Hacía todo lo que podía con tal de avisar a los demás.
Dos babuinos la tomaron de las patas traseras y comenzaron a arrastrarla por el rústico y polvoriento suelo.
fuli trataba de resistirse pero no había forma alguna de escaparse por su cuenta.
Los babuinos estaban a punto de meterla en una cueva pero algo fue lanzado cerca de ellos. En seguida humo de un extraño color apareció. Estos se acercaron al objeto pero apenas inalaron aquel humo quedaron inconsientes.
fuli escuchó como los cuerpos de los babuinos cayeron al suelo de golpe. Esto le pareció muy extraño pero no podía ver lo que sucedía detras de ella.
Sintió como alguien cortó las lianas de sus patas traseras y luego las delanteras. Fuli no esperó ni un momento más. Se paró y se lanzó sobre aquel animal que la había desatado.
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al estar sobre ella, la miró con sorpresa sin creer quien era. Se quitó aquella liana de su ocico con ayuda de sus patas y dijo - ¿makini? -
- si. - dijo la joven mandril poniéndose de pie y pasando el susto que la chita le causó - te preguntaras por qué estoy aqui. Pues te sorprenderá y es una larga historia... - dijo comenzando a hablar.
- que me contaras después. -dijo fuli notando como unos tigres se acercaban. Fuli jaló a makini de una pata montándola sobre ella para luego hecharse a correr tan rápido como podía.
Makini se sujetó fuertemente a ella. - ¡no vamos a escapar! - dijo makini preocupada por los tigres que se hacercaban.
- eso crees. - dijo fuli con una sonrisa de medio lado muy segura de ella misma. - ¡huwezi! - dijo acelerando a toda marcha.
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Kovu, kiara, vítani y kion se encontraban hacercándose al lugar donde creían que se encontraba sirhan.
todo marchaba bien pero algo preocupaba a kion - ono, va a ver donde se encuentra anga. - le ordenó, ya que la joven alcón debía venir a informar que los demás grupos lograron su objetivo pero nunca se hizo presente.
- en seguida. - dijo alejándose de inmediato dejando a la familia real por su cuenta.
No pasó mucho tiempo para que kion escuchara una voz acercandose - ¡kioon! -
Todos al escuchar ese llamado se voltearon. Notaron cómo una chita se hacercaba a gran velocidad hacia ellos.
Fuli se detuvo de golpe y respiró agitadamente por unos segundos para recuperar el aliento. Había dejado a makini atras porque ella se lo pidió.
