Ya las praderas estaban en paz y el joven león había conocido a su princesa. pero... ¿qué pasaría si no estuviera seguro de lo que siente? ¿qué pasaría si decidiera continuar en las praderas? ¿qué pasaría si pusiera su deber sobre sus sentimientos?
...
- No vas a poder atraparme - decía un joven león siendo perseguido por una chita.
- ¿en serio? - dijo la joven muy confiada de ella misma.
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Esta simplemente aceleró para ir tras el joven. Este al notar que la chita en cuestión de segundos lo atraparía decidió subir de un solo salto a un árbol.
Fuli al notar esto se detuvo de golpe justo frente al árbol mirando a kion con un poco de molestia por su acción.
- eso es trampa. - aseguró la joven chita.
- tú eres más rápida que cualquiera en las praderas. - dijo kion - tener una competencia contigo tampoco es justo. -
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Fuli solo gruñó ya que aún no se había vengado del todo con kion por lo sucedido... aunque era una venganza divertida. Tenían tiempo que no jugaban de esa forma.
- ya veras kion. - amenazó la joven - esto no se quedará así. - le aseguró.
Kion
Yo simplemente me acomodé en la rama del árbol viendo como fuli estaba muy molesta conmigo. Yo solo sonreía. Admito que me encantaba enojarla y provocar que me persiguiera, aunque al final siempre me alcanzaba.
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Yo me tuve que poner sobre mis patas ya que noté que alguien se acercaba.
Fuli.
Kion bajó del árbol apenas llegó su padre a donde nos encontrábamos.
