Ya las praderas estaban en paz y el joven león había conocido a su princesa. pero... ¿qué pasaría si no estuviera seguro de lo que siente? ¿qué pasaría si decidiera continuar en las praderas? ¿qué pasaría si pusiera su deber sobre sus sentimientos?
...
Apenas desperté, me costaba respirar incluso por lo que lo primero que hice fue tocer fuertemente para luego abrir mis ojos.
Sentí que algo se despegó de mí pero por el pelaje supuse quién era.
- cof. Cof... ¿kion? - dije dirigiendo mi vista hacia el nombrado. Apenas sentía fuerza para moverme.
- fuli ¿estas bien? - fue lo primero en preguntarme mirandome atentamente.
- ¿tengo cara de estarlo? - le pregunté, ya que no tenía sentido que lo preguntara - cof. Cof. Cof... - comencé a tocer y en seguida recosté mi cabeza de mis patas.
Me sentía fatal. Apenas si tenía disernimiento con lo que ocurría. Sentía frío lo cual era extraño. Comencé a temblar y no hice esfuerzo para ocultarlo.
Kion
- estas temblando. - dije ya que me di cuenta en seguida. No dejaba de tocer y su semblante era terrible. Nunca la vi así.
- ¿en serio? - dijo sarcasticamente.
En otro momento huviera sonreido pero esta vez no lo hice.
No podía sonreir viendola en ese estado. Fuli nunca había estado así de indefensa.
Me hacerqué a ella aún más.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Fuli.
El aire era muy frío. Incluso respirar me costaba. No sentía mis patas.
¿qué me ocurría?
Sentí como algo cubrió la mayor parte de mi cuerpo. Como si alguien estuviera recostado sobre mí produciendo que sintiera su calor.
- ki.on... ¿qué.. haces? - pregunté como pude, ya que me di cuenta que el león estaba casi sobre mi arropandome con su pelaje y su calor.
- shuuu. - dijo para que me callara ya que hasta hablar me costaba. - tranquila, solo trato de calentarte. - dijo mientras apegaba mi cabeza a su regazo, como si se tratara de una cachorra que necesita calor y cobijo.
- no... necesito, tú cof. Cof - dije igual de orgullosa pero comencé a tocer y tocer. Me dolía el cuerpo cada vez que lo hacía. Prefería estar dormida que sentirme así. Me sentía moribunda. Deseaba quitarme ese dolor de encima.
- duermete ya fuli. - ordenó kion como si supiera lo que quería.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
