Narrador.
Sirhan caminaba muy confiado por las tierras que ahora también le pertenecerían.
Simba luchaba ferosmente junto a las pocas leonas que habían quedado para proteger las praderas, pero eran demasiados para él.
Nala y las leonas trataban de resistir pero una a una fue atrapada.
simba resistía todo lo que podía. Pero eran demasiados para él.
Sirhan se preparó y saltó sobre él y lo mordió en el cuello. Simba simplemente cayó al suelo y con todos los tigres , pumas y jaguares sobre él le era imposible levantarse.
- ¡simba! - gritó nala tratando de ir con el nombrado, pero los tigres no la dejaban ni dar un paso.
sirhan estaba listo para acabar con él león.
estaba parado justo frente a simba el cual miraba a la pantera negra con mucho enojo por todo lo que hacía.
sirhan lo miró directo a los ojos listo para tomar su vida entre sus garras.
- ¡detente! - se escuchó una voz muy fuerte y autoritaria, la cual detuvo lo que sirhan estaba a punto de hacer.
Todos comenzaron a buscar el dueño de la voz y lo vieron formado entre las llamas de un árbol no muy lejano de donde se encontraban.
- los necesitamos de reénes. - dijo rani acercandose a todos.
Simba la miró y notó la cicatriz que tenía en uno de sus parpados. Entonces entendió que debió estar de su lado desde un principio. - gracias a que tú no haces tu trabajo bien, kion y fuli escaparon. Necesitamos a su familia completa para atraerlo. -
sirhan gruñó fuertemente, ya que no había sido capaz de destruír a ninguno de los leones. Deseaba mostrar quien mandaba y sentía que solo sí lo haría.
- bien.. - dijo muy enojado mirando a simba bajo sus garras. Este lo miró con profundo odio y dijo - pronto tendremos a tu hijo y podré acabar con ustedes. - dijo mostrando su impasiencia por lo dicho. Solo eso faltaba. Acabar con kion y apoderarse de su rugido. Solo hací sería el dueño de las praderas y sería la criatura más poderosa y feroz de todas.
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Kion y fuli estaban muy lejos de las praderas. Lo más lejos que sus fuerzas pudieron llevarlos.
ambos estaban agotados. Había corrido a gran velocidad durante mucho tiempo.
Ambos simplemente se dejaron caer al no poder más.
makini se bajó del agotado león y anga aterrisó serca de ellos.
los adolescentes respiraban agitadamente tratando de recuperar el aliento. Fuli se acomodó ya que algo le decía que debía pasar un buen tiempo para recuperarse. Después de todo, las chitas tienen una gran velocidad pero al llegar a su límite no podían ni dar un paso.
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la guardia del leon. Un Amor Inesperado
FanfictionYa las praderas estaban en paz y el joven león había conocido a su princesa. pero... ¿qué pasaría si no estuviera seguro de lo que siente? ¿qué pasaría si decidiera continuar en las praderas? ¿qué pasaría si pusiera su deber sobre sus sentimientos? ...