parte 12

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Narrador.

El cielo se había oscurecido. Las nubes casi podían dejar el lugar en completa penumbra. La lluvía fuerte e intensa dejaba charcas por todos lados, produciendo que kion y fuli quedaran llenos de lodo a su veloz paso en busca de un refugio contra la tormenta.

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el pequeño mandril se metio en una grieta ya que odiaba aquella fría e intensa lluvia.

Kion y fuli intentaron entrar a la cueva a traves de esa misma grieta, pero lo intentaron al mismo tiempo, quedando atorados.

- kion.. - se quejó fuli al ver que no se podían moverse. La chita estaba desesperada por el agua. Quería dejar de sentir esa mojada lluvia.

- lo.. Siento - dijo kion tratando de moverse pero estaba muy atorado.

Ambos decidieron tratar de girarse tratando de reducir el espacio, pero al hacerlo quedaron cara a cara produciendo que ambos se paralisaran por unos segundos mientras bajaban sus orejas en señal de inseguridad.

Estar tan cerca de sus rostros era algo incómodo. No porque no les gustara, sino porque aun no sabían que sentir o pensar respecto a el hecho de que les gustara algo así.

- ¿ya quieren entrar? - preguntó el joven jadir sacando a los jóvenes de su incómodo trance. Ambos miraron a jadir sin cambiar su expresión de incomodida.

- voy a... Intentar yo primero - dijo la chita tratando de no mirar a kion a los ojos, ya que sentía que por la cercanía estos eran capaz de ignotizarla nuevamente.

- de acuerdo - dijo kion tratando de apartarse un poco de ella pero por el estrecho espacio era imposible.

fuli se dispuso a entrar en la cueva mientras kion trataba de darle el espacio necesario pero este no pudo evitar sentir el suave pelaje de fuli deslizandose para salir. Era una sensación nueva para él pero agradable, quizás más de lo debido.

fuli era tan suave, aún más con su pelaje mojado por la lluvia, pero el se negó a pensar en esas cosas.

fuli y kion lograron entrar y de inmediato sacudieron todo su cuerpo para quedar lo más secos posible.

se sentía mucho mejor de esa forma pero su sopresa fue encontrar a jadir molesto por la acción de ambos, ya que había quedado más mojado de lo que ya estaba.

Kion y fuli solo le dedicaron una sonrisa nerviosa ya que obviamente no era su intensión empaparlo.

- achuu - de sorpresa jadir estornudó. El comenzó a rascar su nariz.

- mejor será que te ayude a secarte - dijo fuli dirigiéndose hacia el joven mandril.

- tambien te ayudaré - dijo kion acercándose tambien, ya que lo último que necesitaban era a una cría de mandril resfriada.

ambos comenzaron a lamer a jadir. Kion por al frente y fuli por sus extremidades. Jadir no lo disfrutaba mucho pero era mejor resistir que estar mojado.

Kion y fuli comenzaron a subir y subir hasta llegar a la cabeza de jadir. Estaban tan consentrados en secar al joven que no se dieron cuenta que comenzaron ha hacercarse mucho sus cabezas. Deslizaron sus lenguas por la cabeza del joven y al separar sus rostros del pequeño, terminaron encontrandose sus cabezas al punto de darse un pequeño y accidental beso. Al separarse solo se miraron sorprendidos y asombrados sin creer lo que acababa de suceder.

fuli se separó rápidamente de kion mirándolo sin creer lo que había ocurrido. Kion estaba igual de asombrado pero el rostro de fuli mostraba más preocupación que sorpresa.

la guardia del leon. Un Amor InesperadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora