Fue fácil encontrar el gimnasio y localizó rápidamente la puerta que daba al exterior. Salió, colocando una piedra en la puerta. Afuera se podía apreciar una pequeña ensenada donde las paredes sobresalen más allá de la puerta del gimnasio. Un lugar perfecto para fumar.
Se sentó contra la pared y sacó sus cigarrillos. Sacó uno del paquete y lo encendió con el encendedor plateado que había sacado del bolsillo. En el momento en el que la marica tocó sus labios, se sintió más tranquilo. Inhaló el humo profundamente y lo retuvo hasta que sintió los pulmones ardiendo antes de dejar que el humo saliera de la boca en anillos.
Fumó un rato dejando que el humo lo envolviera. Al terminar, aplastó el cigarrillo en el suelo antes de levantarse y estirarse. Luego se quitó la chaqueta y la agitó en el aire, con la esperanza de eliminar el olor a humo. Terminando dicha acción, se arrojó la prenda al hombro y camino de vuelta al edificio.
Le dio una patada a la roca que atascaba la puerta y se aseguró de cerrarla por completo. Caminó de regreso a la cafetería y, al oír el ruido, caminó hacia su casillero para guardar la chaqueta. Incluso después de ser ventilada, olía demasiado a humo para usarla todo el día.
Una vez que llegó a su casillero, puso la combinación y abrió la puerta. Metió la prenda en el interior junto con los libros que había llevado durante el día y sacó los demás que utilizaría por el resto de este.
Estaba considerando volver al comedor cuando sonó el timbre. Sonrió. Estaba feliz de no tener que volver a la ruidosa cafetería.
La siguiente clase de Ferb era Física. Se dirigió al aula sin quejarse. Ya adentro, vio a un anciano con anteojos sentado frente al aula.
—¿Ferb, cierto? —preguntó el hombre, sonriendo de manera leve.
—Sí —respondió.
—Soy el Sr. Hervey, tu profesor de Física, obviamente. Puedes sentarte en cualquier lugar; no hay muchos chicos en esta clase. Ahora mismo estamos aprendiendo sobre espejos convexos, si no llegaste hasta esa parte en tu antigua clase de física, entonces podemos programar una clase extra después de la escuela para ponernos al día. Pero si es todo lo contrario, te sugiero que busques un buen libro y disfrutes del tiempo libre —el hombre sonrió una vez más.
—Supongo que tengo suerte de haber traído un libro hoy —dijo Ferb ofreciéndole a su nuevo maestro una leve sonrisa.
El señor Hervey asintió, señalando que Ferb podría tomar asiento. Y con eso, el peliverde tomo un asiento de atrás que nadie estaba ocupando. Luego sacó su libro y comenzó a leer. Estaba feliz de que el Sr. Hervey no se hubiera tomado el tiempo para presentarle a la clase. Por lo general, a Ferb no le gustaban los profesores, pero hasta el momento el Sr. Hervey no era tan malo.
Pasó la clase leyendo, mientras la voz monótona del Sr. Hervey vagaba por la sala. Ferb tenía la sensación de que Física sería una clase fácil. Sabía todo de lo que el profesor estaba hablando, y no tenía dudas de que así seguiría todo el año.
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Apartamento vacío [Phinerb] || Traducción
RomanceTurnpike Tavern es como el hogar de Ferb. El lugar perfecto para fumar, beber y todo los demás que le pueda gustar al británico. Su vida puede no ser tan decente, pero él es feliz. Al menos es lo que él dice. Phineas vive el sueño de estar en la es...