Cuando sonó la campana del octavo periodo, Ferb aun no había regresado a la clase de matemáticas. Phineas mentiría si dijera que no le molestaba. Quería que el chico britanico volviera a la habitación en el momento en que se marchó.
Phineas se puso de pie para recoger sus cosas y se subió la chaqueta hasta el cuello. La camisa que usó ese día era blanca y le preocupaba que la sangre del hombro la empapara. Ante eso, levantó la mano para rascarse el hombro, pero logró detenerse un segundo antes de hacerlo. Tuvo que forzar su mano antes de hacerlo.
—¿Vienes? —pregunta Baljeet.
El pelirrojo asintió mientras se movía para caminar a lado de su amigo.
—Si, lo siento —sonríe.
Una vez que salieron del aula, solo caminaron algunos pasos antes de que Baljeet se detuviera. Phineas se detuvo de igual forma, extrañado. Sintió pánico de que el moreno hubiera notado la sangre bajo sus uñas.
—Tienes el próximo periodo con Ferb, ¿No es así? —preguntó mientras miraba alrededor de los pasillos.
—Si —respondió tratando de no parecer nervioso. Estar cerca de Ferb era la mejor relajación que había experimentado. Que le preguntarán de él, le producía ansiedad.
—No quiero hablar mal de él, pero ¿Acaso suele meterse en problemas seguido?
Debió sentirse aliviado de que el moreno hiciera esa pregunta, pero no fue así. Todavía sentía que se trataba de él, como si le preguntara porque se había acostado con Ferb. Cada vez que alguien hablaba del peliverde, esa sensación no se desvanecía.
—No, es bastante callado — respondió.
Tenía la sensación de que Ferb hablaba más en la clase de arte que cualquiera de las otras clases que compartían, pero no quería mencionar ese detalle.
—Oh, solo me preguntaba, ¿crees que tal vez se porta mal porque le aburre estar aquí? Sé que disfruto la escuela incluso cuando es fácil, pero a él no parece gustar...
—Baljeet, los dos vamos a llegar tarde. Podemos hablarlo después, ¿de acuerdo? —interrumpió Phineas con una sonrisa forzada en el rostro.
—¡Oh, tienes razón! Hablaremos más tarde. ¡Adiós Phineas! —dijo antes de girarse para dirigirse a su clase.
Phineas dejó escapar un suspiro de alivio mientras se dirigía al baño. Una vez ahí, entro y miro a su alrededor. Solo había un tipo adentro usando el urinario. No lo conocía, pero le molestaba que alguien más estuviera allí.
Camino hacia los lavabos y se mojó las manos. La sangre en sus uñas casi le daba una sensación de vértigo. No era aprensivo, solo le mareaba pensar que esa sangre le pertenecía.
Dios, se había hecho sangrar, de nuevo.
Respiro hondo, se puso jabón en las palmas de las manos y frotó la sangre con fuerza.
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Apartamento vacío [Phinerb] || Traducción
RomanceTurnpike Tavern es como el hogar de Ferb. El lugar perfecto para fumar, beber y todo los demás que le pueda gustar al británico. Su vida puede no ser tan decente, pero él es feliz. Al menos es lo que él dice. Phineas vive el sueño de estar en la es...