Oblivion: Olvidado. [#1]

Capítulo 58

—SILENCIO —me gritó Diana apuntando su arma a mi cabeza—Encontré a esta intentando entrar, Quimera sabe que estamos aquí —dijo ella, tan convincente que me dio miedo.

—Hay que reportarlo —Diana negó con la cabeza y apuntó su arma a el y disparó, le dio perfectamente en su cabeza que se desplomó al suelo y ya estaba muerto, me ofreció su mano y me ayudó a levantarme.

—¿Que hacías? —pregunté molesta—Pensaba que me habías traicionado.

—Para nada, estos sujetos son muy tontos,

Escuchamos un pequeño grito que veía de lejos, a mi me heló la sangre, a Diana... ni un poco—Tienen un rehén —dije escuchando los repetidos gritos.

—Ignóralos, estos tipos capturan a sus objetivos.

—¿Pero no es Ava uno de ellos?

—No la tendrían aquí —dijo Diana tranquilamente—Hay que mandarle esto a Quimera, les interesara saber.

—ALTO —gritó otro entrando con un arma en su mano, un movimiento rápido un cuchillo se deslizó de mis dedos y le dio en la garganta cortándola al instante haciendo que sangre saliera de su cuello, puse mis manos en mi boca ahogando gritos de shock, Diana me tomó de los hombros bruscamente.

—Luna, HAY QUE SALIR DE AQUÍ —una alarma comenzó a soñar, Diana gritó una grosería y ambas comenzamos a correr lo más lejos, en dirección a la salida, llegando cerramos la escotilla y corrimos hacia el carro y Diana comenzó a manejar rápidamente lo más lejos de ahí hacia la base, todo había pasado tan rápido, mi corazón latía a mil por hora, sentía que saldría de mi pecho, no escuchaba nada, no sentía nada, regresé a la realidad donde había matado a alguien, ya estábamos en el estacionamiento y Diana se había bajado, todavía en shock me bajé con ella, si unos pasos y sucumbí en un llanto amargo—Luna —dijo ella acercándose, luego escuché otra voz.

—ALÉJATE DE ELLA —gritó Nick furioso empujándola con todas sus fuerzas, Mike se acercó a mi.

—Shh, ¿Que pasa? —preguntó suavemente—¿Que le hiciste? —preguntó cambiando su voz a una más amenazante y agresiva hacia Diana.

—Tranquilízate Nicolás —dijo Diana levantándose—Asesinó por primera vez, lo tomó de mala manera.

—Luna —dijo Nick acercándose y abrazándome en el suelo.

—Lo maté Nick —sollocé en su hombro—Un cuchillo, no lo pensé, solo lo hice.

—Tenias que hacerlo, tranquila —escuchaba cómo se sentía adolorido por lo que había dicho.

—Lo siento por lo que te dije hoy —respondí entre lagrimas, el no se despegó.

—Tranquila, no pasa nada, te salvaste a ti y a Diana.

No se cuanto tiempo fue, pero dejé de llorar, pero no de abrazar a Nick, el tuvo que ir a su misión de búsqueda  junto con Mike, me despedí de ambos y le deseé buena suerte, Diana ya le había informado a su madre sobre la base de las sombras, ella dijo que pronto mandarían agentes.

Regrese a mi casa a dormir, cosa la cual no pude hacer, esa persona se veía unos años mayores que yo, se sentía... muy feo, no... es difícil de pensar que hace unas horas asesiné a alguien, cuando me fijé, eran las 6:00 am, salí al balcón con esperanza de aire fresco y vi a Nick llegar junto a Mike, ambos se veían irritados y molestos, mientras se bajaban vestidos completamente de negro, ahí el sueño pateó y me acosté y dormí como un bebé, tal vez eso fue lo que me mantenía despierta.

Dormí hasta las dos de la tarde, creo que Fred entró a mi cuarto para saber si estaba viva, pero no me molestó en toda la mañana, desperté con un hambre que no había sentido antes, bajé a la cocina en una camiseta larga y pantuflas la cual era mi pijama, por mas comodidad y abrí el refrigerador—Que bien que ya despertó señorita —dijo Fred detrás de mi haciéndome saltar del susto.

—Fred —Dije retomando mi respiración—Me asustaste.

—Lo lamentó Señorita Luna, ¿le gustaría comer algo?

—Muero de hambre —respondí.

—Notificaré al chef de inmediato —dijo acelerando el paso a la cocina.

—Alto, no, yo lo hago, ve a descansar o a ocuparte de tus labores —El me miró desconcertado pero asintió y desapareció detrás de las puertas de la cocina, busqué en mi mente que había para comer y tomé unas galletas y unas palomitas las cuales puse en el microondas, una mala comida, pero no quería cocinar.

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Ava Grey
Base de las sombras provisional 6

Desperté atada de manos y pies en una silla, lo bueno es que todavía tenía mi ropa puesta, la primera pregunta fue ¿Donde demonios estoy?

—Ava Grey —dijo una voz profunda.

—¿Donde estoy? —pregunté amenazantemente.

—Justo como la describió nuestro contacto, apuesto a que —mencionó el nombre de mi padre—No te contó sobre mi.

—No te conozco, ¿QUIEN ERES?

—Ava, querida.

—No me llames querida, que quieren hacer conmigo, más les vale que me asesinen ahora, porque sino mataré a CADA UNO DE USTEDES CON MIS PROPIAS MANOS.

—Seria mejor matarte, pero haré algo mejor que eso, iras a un lugar donde no podrás regresar.

—¿Donde?

—Espero que te diviertas en Rusia, tengo algunas deudas con unos amigos ahí que tú me ayudarás a saldar, LLÉVENSELA.

—¿POR QUÉ HACES ESTO? —gritó Ava intentando desatarse.

—No tengo porqué contarte mis razones heredera.

—Regresaré y tú morirás a mi mano —dije con resentimientos de la persona de la que no me esperaba esto, un dolor punzante en mi brazo y todo se volvió negro...

Esto no será bonito.

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Nota de la autora

Hola, gracias por llegar hasta aquí, bueno, de este capítulo en adelante, voy a contar la historia de Ava en Rusia, pronto regresaré a América con Quimera.