Will, por quinta vez, suspira agotado. Había estado casi toda la tarde en la cabaña de su novio y este ni siquiera se había dignado a verlo desde que entro. ¿La razón? Nico había recibido un paquete de parte del campamento Júpiter, de inmediato supo que era Hazel. ¿Quien más le pondría corazones junto a su nombre? Sólo su hermana. Y Will... Pero este, claramente, no lo podría haber enviado.
En cuanto llego ese paquete, unos minutos antes del almuerzo, Nico había desapareció. Y no, Hera no tenía nada que ver esta vez. Simplemente se había ido a encerrar a su cabaña, lamentándose de haberle dicho a Hazel que él estaba a su disposición siempre, cualquier favor él lo haría, sólo por ella. Ooh, la la romana se había tomado muy personal esas palabras.
Dado a que Nico continuaba encerrado en su cabaña a la hora del almuerzo, Will pudo notar que su novio otra vez se saltaba su comida.
Oh, ese pequeño del Hades.- refunfuñaba Will mientras se dirigía a la cabaña de Nico- Si no fuera por lo tanto que me gusta, ya le habría...
Y no logro concluir dado a que, justamente, cuando iba a tocar la puerta, esta se abrió y unas manos atrayeron a Will al interior. La puerta se cerro y, para ser medio día, la habitación se encontraba en total oscuridad. Will buscaba el interruptor o una ventana, y cuando logro encontrarlo una voz, muy conocida, le grito:
—LO HACES Y DESPIDETE DE TU MANO, SOLACE.
—¿Cómo es que sabes qué haré? Es imposible ver con tanta oscuridad, ¿Dónde estas? ¿Por qué no fuiste al almuerzo? sabes que no debes saltarte ninguna comida, Di angelo. Es por tu bien. ¿Por qué no puedo encender la luz? Y...
—No está tan oscuro, yo puedo verte desde aquí. Le interrumpió el Italiano tranquilamente, ignorando las otras preguntas.
—Sólo no lo hagas, en serio... Por favor.
Ese tono de voz casi rompe el corazón de Will, Nico suplicaba. Algo estaba mal.
—¿Estas bien, Nico? ¿Necesitas mi ayuda? Dime dónde estas - Will se separo de la pared y buscó, usando sus manos para sentir cualquier obstáculo frente, dónde estaba su novio. — ¿Quieres hablar de lo que ocurre?
—Lo que ocurre es que Hazel me envió algo y lo debo usar si o si para navidad. NO VOY A USARLO. Pero no puedo hacerle esto a Hazel. Will, es horrible.
Y es así como Will intento convencer a su pareja para dejarlo ver lo que le atormentaba tanto. Lo cual había sido una de las peores batallas en toda su vida, prefería luchar otra vez contra Cronos y Gea al mismo tiempo que discutir con su novio. Simplemente ninguno de los dos cedía.
—Ok, esto es ridículo. Tu no me dices qué es lo que te envió, no quieres que lo vea, no querés que encienda la luz y tampoco que me acerque a ti. Nico, honestamente, estas sobre actuando. Y si continuas así, por los dioses, voy a llamar a los hijos de Ares para que te arrastren a la enfermería y te dejaré internado ahí por un mes...
—No me parece mala idea- Interrumpió Nico.-, así no tendría que usar esto y...
Esta vez, Will, lo interrumpió.
—No. porque irás con eso puesto y no te lo quitarás ¡por ordenes del doctor!
No hubo respuesta. En vez de eso, una luz cegadora impacto a los ojos del rubio. Will tuvo que restregar sus ojos para adaptarse ahora a la luz. Cuando lo logro, frente a él, se encontraba ese pálido italiano, condenadamente lindo según Will, portando sus clásicos jeans negros, sus botas, espada y... ¿Qué? Esa no era una de las camisas oscuras de su novio o su chaqueta de aviador. Eso no podía ser perteneciente de él, Will lo sabía, él mismo había ya visto toda la ropa de su novio (y así concluyo en que debía agregar otro color a su gama de colores de sus prendas. Todo era Negro a un "Negro claro", como le decía Nico)
Pero eso jamas lo habia visto an... Y comprendió. —Oooh - dijo Will al ver a su novio con un suéter.- Estonces.... aah..
No era para nada lo que Will creía que iba a ser. En sí, el suéter no era feo y más Nico... Bueno, ese suéter tenía la enviada de Will encima. Will estaba absolutamente impresionado. Nico estaba muy adorable, un segundo flechazo al corazón de Will.( ok, ya iban muchísimo más que dos flechazos que tenía Will por causa de Nico) Pero decía la verdad, ese suéter le quedaba tan adorable y hermoso. Era absurdo que Nico se avergonzara, ok si, le quedaba algo grande, pero eso era lo que le daba otro toque de ternura a esa nueva imagen de su pareja.
Nico tenía baja la cabeza, cuando miro a Will para saber su reacción, giro los ojos y se aproximó a él, quien de alguna manera había llegado a su cama, y chasqueo los dedos frente al rostro de Will. Este, al reaccionar, volteo a verlo sonrojado.
—Cierra la boca, Will, entraran moscas.
Ni siquiera se había percatado de eso. Le hizo caso y Nico volvio a bajar la mirada.
—Voy a quitármelo, le diré a Hazel que nunca me llego nada de ella. Y tu olvida que lo viste, ¿de acuer...
—¡No! Nico, no. No es feo, para nada. Es mas, espera aquí un rato.
Will se levantó y corrió fuera de la caballa. No tardo mucho, regreso más rápido de lo pensado. En cuanto volvió a entrar, cerro otra vez la puerta y ocultando algo, manteniéndolo detrás de él.
—Si te da pena ir solo con ese suéter en navidad, yo tengo una solución. Mi mamá me envió esto a principio de diciembre, al igual que todos los años. También quiere que lo use y bueno, no siempre lo cumplo.- admitió avergonzado. Nico se sorprendió ante esa confesión, Will no era de ese tipo de personas. Los que incumplían promesas. - Pero, por ti, haré la excepción del año.
Sonrió y le mostró el regalo de su madre a Nico. Quien no pudo resistí dejar escapar una risita, pero se controló al golpe de hombro de su novio.
—No es gracioso, Di Angelo.
Si lo era, el suéter lo era, Will lo reconocía. Pero la burla de su pareja opacaba su intento de "romance" o lo que sea.
—Will, no no hagas. -pidió un tranquilo Nico- No es necesario.
—Si, lo es. Por ti lo es. Ahora levanta tu trasero de tu cama y vámonos a hacer una llamada iris a tu hermana. Debe saber que te encantó su regalo y que si lo usarás en la fiesta navideña de ambos campamentos.
Will le extendió la mano, para ayudar a Nico.
—¿En serio te pondrás eso... si yo uso esto?
—Por ti usaría hasta una toga.-bromeo, aún diciendo con seguridad cada palabra. - Si, Nico, por ti lo haría.
Ambos sonrieron. Nico tomó de su mano y se incorporó.
—Ahora que lo mencionas, creo que te quedaría bien una toga para navidad.
La sonrisa de Will se borro. —No te atreve...
Nico tiró de la mano de su novio, mientras reía, y salieron de su habitación.
—Vamos, hay una llamada iris que hacer.
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